10. Abrazos

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Pov: Lucía

Después de todo el todo el espectáculo del abrazo y demás, la campana sonó indicando que debíamos entrar a clases... Roy tomó mi bolso y emprendimos el camino hacia el aula. Después de toda una gran travesía para llegar a dicho lugar, nos encontramos con Tatiana, la cuál... se encontraba de mejor humor que los demás.

--Hey, ¿Tati? --me acerco un poco a ella.

-Sí, dime? --responde ella.

--Mira seré breve, han estado muy raros, distantes y me parece absurdo que me eviten... ¿Porqué están así? ¿Están bien?

--Mira no soy quien para divulgar los asuntos que no me incumben, pero la verdad mereces saber que sucede. Los chicos están teniendo problemas con sus padres, Valentina por su lado, está preocupada porque sus padres no le envían el dinero para pagar la renta de la casa y la colegiatura, y Emiliano por su parte está preocupado por la salud de su padre, ya que el está aquí y su papá en Los Ángeles, y por problemas de dinero no puede viajar... en fin, sucede que ellos no quieren preocuparte, luego de que te vimos responder aquella llamada el día que Roy llegó a la casa. El día siguiente fueron ellos quienes recibieron noticias no tan buenas.

--Pero... ellos pudieron decirme, pudieron contarme... Y tal vez podríamos haber construido algo para recaudar fondos o algo, para que cada quien tenga su dinero... me parece algo innecesario, en verdad me molesta que no me dijeran nada. -comento enojada.

--Si te dije fue para que no te preocupes, no para que te alteres, es mejor que cada quien tenga su debido espacio... habla individualmente con cada uno, y lleguen a un acuerdo mutuo, todo es mejor cuando se hablan las cosas.

----La clases terminaron y con ellas el día, ya eran casi las cinco de la tarde, habían días que salíamos temprano y días como hoy que nos tocaba de largo hasta la tarde, salimos del aula y busqué hablar con los chicos... por un lado Roy me decía que no sólo pensara en lo ocurrido si no más bien en buscar una solución para el problema...

--¡Valentina! ¡Emiliano! Es necesario que hablemos. Y no aceptaré un no como respuesta -me mantengo firme.

--¿Qué pasa? -Pregunta Valen.

--Es exactamente lo que yo quiero saber, hace poco más de tres días que están aislados del mundo exterior, y en verdad me gustaría entender que está pasando, saber exactamente porque la distancia...

--No es nada relevante, es más que no sabemos cómo expresar nuestros problemas a los demás, a pesar de que llevamos poco más de dos meses conociendonos, en verdad siento que necesito entrar en contexto sobre esto y la verdad no consigo como hacerlo, a ti Lucía te considero una gran amiga, en tan poco tiempo me has demostrado más que mi propios hermanos, y se que en ti tengo una hermana, y a ti Valen me pareces al igual una amiga, una verdadera amiga, te siento más como hombre que como mujer, pero en verdad me divierto mucho junto a ustedes. Pero la verdad hay cosas que no más no se pueden decir por más confianza que haya... Y en mi caso, creo que es así... -comenta Emiliano.

--No creo que sea algo tan intenso como para que no lo puedas decir, si se trata de dinero, pues díganme, pero por favor, no se callen... el callar es lo peor que pueden hacer en estos momentos, vivimos juntos y es justo que compartamos dolencias. -comento.

--Tenemos problemas de dinero... mis padres no me han enviado el dinero de la renta, ni tampoco de la colegiatura, y eso me tiene agobiada, no quiero perder la oportunidad de estudiar allí con ustedes, por no pagar a tiempo... -Valentina responde.

--Si es por problemas de dinero, me pueden decir, por la renta no te preocupes, aún queda tiempo para pagar, y de ser de lo contrario pues buscamos un trabajo de medio turno, y listo no tienen porque preocuparse.

Los chicos sonrieron y nos abrazamos entre sí, y ahí prometimos no guardar más secretos... aunque por mi parte si implicaba guardarles uno... Y de hecho una demasiado importante... Y fue así como el día terminó.

Habían pasado varios días, el trato con los chicos iba de maravilla.

Mientras más escuchaba hablar a los profesores, más ganas de dormir me daban, tenía el síndrome de no dormir en toda la noche... eso de quedarte hasta las 3am no era nada beneficioso.... literalmente me levantó el estruendo de un maravilloso trueno, previniendo que caería un señor aguacero... bajé a la cocina y no estaban las chicas, en verdad era raro.. fui a sus habitaciones y sólo estaba Emiliano arreglandose..

--Seguramente fueron a correr un rat.... en ese momento el sonido de la lluvia caer sobre el techo se escuchó... Y fue junto con el que que también abrieron la puerta de golpe.

En frente de mi estaba un escenario bastante gracioso... una Valentina empapada de pies a cabeza y una Tatiana llens de barro.

--¿A ustedes las escupió una vaca o qué? --reímos Emilianoque ahora de encontraba a mi lado.

--Ja ja, muy graciosos, ¿Por qué mejor no nos traen una toalla para secarnos? El agua no estaba tan a gusto alla afuera. -titubea Valen.

--Vale, vale. Voy por la toalla --dijo Emiliano.

--Sería perfecto si subieran a bañarse y arreglarse.. recuerden que tenemos clases a las 8:30am y ya son las 8:00am. --dije buscando para preparar desayuno.

--Acá están las toallas, haganle caso a Lucía, ya es tarde.

Luego de media hora estábamos todos listos... el problema sería en como nos iríamos al Instituto, si estaba lloviendo aún.

--Ring, ring --suena el teléfono

--Sí, ¿Bueno?

--Esta lloviendo demasiado, ¿Quieres que pase por ustedes para ir al Instituto? -pregunta Roy.

--No. O sea no sé, si necesitamos salir de aquí pero tu casa queda muy lejo... --Sólo responde sí o no -- me interrumpe riendo él.

--Bueno, está bien te esperamos aquí en casa. Ten mucho cuidado al venir --replico

--No te preocupes ya casi llego, nos vemos allí --dijo riendo.

Otra cosa que iba de mejor en mejor era la relación con Roy.. quién poco a poco me demostraba cada vez que había algo más que una sencilla "conexión".

Llegamos al Instituto y aún no paraba de llover, era raro pues no había pronóstico que dijera que estaría lloviendo todo el día. Bajamos del auto de Roy y entramos al aula, había frío que daba miedo. Literal me hubiese provocado quedarme durmiendo en casa.

Mientras los profesores hablaban y decía tonterías el sueño poco a poco me invadía... independientemente tenía la certeza de que sólo quería dormir.

El primer bloque de clases acabó y con el disminuyó un poco la lluvia, mi nivel de sueño era igual o hasta más que el anterior. Roy en estos días se había inscrito en el equipo de fútbol. Tatiana en el equipo de porristas, Emiliano por su lado tenía sus propios problemas sobre que elegiría. Y Valentina y yo decidimos inscribirnos en el equipo de lectura, escritura y dibujo. Ambas amabamos escribir y dibujar. Lo bueno del Instituto era que con el había un gimnasio cubierto súper enorme. Y era allí donde se llevaban acabo los juegos y prácticas de todas las áreas "recreativas".

Ese día mientras iba a los vestidores me encontré con Vicente, el cual aún insistía en volver a salir. La primera y última salida fue literal un asco, sólo hablaba de él y de las cosas que idolatraba con ello el dinero que sus papás le daban a diario. El típico Chico fresa había vuelto y está vez peor que las anteriores.

Evadia al chico mientras veía a Roy en su práctica y me incomodaba que no me quedara la mirada de encima.

No Es Tan Malo Ser Una Apuesta (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora