Pov: Roy
El encargado del yate había buscado las llaves, intentamos abrir la puerta pero no obtuvimos resultado alguno...
─ ¿Tienen alguna idea de que sea lo que esté pasando allí dentro, para que la puerta no abra con la llave? ─agrega el encargado
─ Amigo, si supiéramos que estuviera sucediendo créeme que estaríamos allá dentro con nuestras novias.
─ Tampoco se trata de que seas mal educado, el Sr más bien nos está tratando de ayudar a sobrellevar la situación y tú le respondes de mala manera; Roy el Sr no tiene la culpa de lo que esté sucediendo ─interrumpe Vicente
─ Tienes razón, esta situación me tiene mal, no es culpa de usted Sr, de verdad disculpe, no es mi intención ser mal educado con usted. ─dije dándole la mano; el asintió y siguió intentando con las demás llaves, a ver si resultaba algo, pero nada...
Nos quedamos pensando en que podríamos hacer, la cerradura era integral, al menos de que quitáramos la puerta se podría abrir sin la llave, pero íbamos en altamar y era algo remotamente imposible poder hacerlo... en menos de cinco mins escuchamos el crujir de la cerradura de la puerta, admito no podía creer que se estuviera abriendo...
Al abrirse la susodicha puerta vimos un hombre robusto, y otro un poco más flaco salir del pasillo de la habitación, no podía creer que uno de ellos era el que manejaba el yate... Lucia siempre tuvo razón al decir que tenía mala espina del chico de las maletas... estos inmediatamente se fueron encima de nosotros, solo que éramos cuatro, y ellos dos; pero por mayoría ellos eran mucho más fuerte que nosotros cuatro juntos.
El Sr encargado del yate corrió, el chico de las maletas corrió detrás de él; quedando solo Vicente, Emiliano y yo con el chico de las maletas. Emiliano nunca le había gustado pelear con nadie, razón por la cual él se corrió hacia dentro de la habitación, ahora sí quedábamos sólo Vicente, el de las maletas y yo.
─ Ahora sí, este es el momento preciso donde te haré trizas Roy ─habló el chico; tirando un golpe hacia mí, Vicente hizo lo mismo, intentando defenderme, ─ ¿De cuándo acá defiendes a tu enemigo Biggs?
─ Nunca dije que fuera mi enemigo ─agregó Vicente, dándole un golpe en el estomago al tipo
─ No quería hacerte daño a ti amigo, pero debido a esto... haré una excepción... ─gritó, dándole un cachazo con el arma que cargaba, haciendo que Vicente cayera al suelo
─ Ahora sí Williams, quedamos solos tú y yo. ─me apuntaba con el arma que llevaba.
─ ¿Te crees mucho por tener un arma no? ¿A ver imbécil, porqué no eres tan valiente de enfrentarme sin ella? ─grito
─ Deja de hacerte el fuerte y metete a la habitación, alguien te quiere ver ─agrega él
─ ¿Y si no quiero? ─rezongo
─ Pues si no es por las buenas, será por las malas. ─dijo tomándome por sorpresa, dándome un golpe que me aturdió, le devolví el golpe y fue allí cuando el Sr que manejaba el yate me golpeó con la escopeta que cargaba.
Desperté en la habitación, y lo primero que vi fue a Lucia; notaba que había llorado... estaba amarrada al igual que los demás chicos, Vicente estaba aun desmayado, Emiliano tenía la boca rota, y los demás chicos estaban amarrados...
─ Una vez que ya tenemos acá a nuestro anfitrión seguiremos con la gran historia... luego de acostarme cuantas veces quise con la hermana de Roy, decidí dejar de verla, pues como sabes y te darás cuenta, Anya no pudo con ello e intentó suicidarse... debo de admitir que al principio me sentí culpable, pero luego me acordé de todo lo que SU padre le hizo a mi madre y ese pequeño sentimiento se me borró de la mente y quise seguir con la venganza... seguí procurándola hasta que logré mi objetivo... volverla loca..
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No Es Tan Malo Ser Una Apuesta (Editando)
Novela JuvenilQue bien se siente ser amada, o por lo menos sentirse querida, he tenido muchos desamores ultimamente, pero al fin consegui al chico de mis sueños, Roy Wilians, se diria que fue amor a primera vista o tal vez... amor por una apuesta. Si, soy la apue...