Diamont Sugar ✧ Vkook/Taekook

~4~

Gotas de rocío de lluvia, salpicaban las ventanas de la solitaria habitación que compartía con su novio Jimin.

Los tintes azules y negros se habían ya apropiado del cielo, por lo que la obscuridad era penetrante en la habitación.

Montones de pensamientos referentes a Taehyung, llegaban a su mente.

¿Estará bien? ¿Qué habría pasado? ¿Por qué lo había tratado de aquel modo?

La luz de la habitación se encendió, aturdiendo un poco su vista ante la drástica iluminación.

Instintivamente giró la vista, topándose con Jimin recargado en el marco de la puerta, con una expresión expectante.

¿Cómo es que no lo escuchó entrar? ¿Se había perdido tan insondablemente en aquellas preguntas sin respuesta que tan perdidas estaban?

—Jimin hyung...–Nombro con sorpresa, y una gran sonrisa que solo el chico rubio podía sacarle, apareció de a poco en su ahora iluminado rostro.

No tardó mucho en levantase, correr y abalanzarse a sus brazos en un reconfortante abrazo.

—¡Me he ido solo un día, no un año, Jungkook!.– Recordó entre risas.

En un instante, sus preocupaciones fueron olvidadas y remplazadas por su risa favorita.

—Aun así, quiero abrazarte. –Respondió risueño, a pocos centímetros del rostro contrarío, cosa que Jungkook notó unos segundos después y su sonrisa fue borrada.

La distancia fue acortada por el mayor de ambos, mientras Jungkook llevó sus manos a los hombros del contrario.

Delicado.

Dulce.

Pero sin el soberbio y mágico compas rítmico que Taehyung aplicaba en el fulgor de sus besos.

Jimin comenzó a caminar en dirección a la cama, obligándolo a caminar igualmente, mientras el beso continuaba.

Cuando llegaron a los pies de la cama, Jungkook tropezó cayendo en esta.

"No soy un niño"

"Pero pareces uno, ¿cómo no tratarte como tal?"

Puso una mano en su pecho para detenerlo, cuando subió arriba de él.

Una vez más el sentimiento agridulce de tener aquellos recuerdos de momentos con Taehyung cuando hacia cosas con Jimin, apareció.

Era un sentimiento agridulce, pero amargo en la fe de su fuerte lazo de amor con Jimin.

Lo hacía dudar, lo hacía cuestionarse por razones que desconocía. Taehyung era solo un medio con el que conseguía las cosas que siempre había deseado. Era alguien que conocía en muy pocos aspectos, a pesar de haber pasado ya 1 año. ¿Por qué se interponían los recuerdos que él creía prohibidos recordar?

—Eh soportado por suficientes veces tu rechazo, ¿no crees?

—No puedo hacerlo. – Recalcó con tristeza.

—¿Por qué? ¿Ya no te soy suficiente?

—No es eso... Yo... Solo no sé qué ocurre.

Tocó su mejilla.

—Te amo. Y sé que tú también me amas. No tengo idea de que ocurra, pero por favor, nunca lo olvides.

Mordió su lengua en un intento de contener el llanto por aquellas palabras y la dichosa culpabilidad volvió a aparecer.