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Divagaba en su mente sin poder cerrar los ojos y dormir, mientras miraba algún lugar del techo.

  Se encontraba en la habitación, mientras que Jimin decidió dormir en la sala. Cosa a la que no pudo oponerse, cuando este lo decidió por cuenta propia y salió de la habitación sin más.

  Se acomodó en la cama en una posición un tanto más cómoda y cerro los ojos en un intento por dormir.

Nada.

  Frustrado, se recostó de lado e intentó varios segundos más. Sin éxito.

Un pequeño golpe en la ventana.

Dos

Tres

Cuatro...

  Mordió el interior de su mejilla, inseguro de ponerse de pie por un sonido que podría ser su imaginación.

Cinco

Seis...

  Se sentó en la cama para observar la ventana atentamente y ver que provocaba aquel ruido.

Siete...

  Visualizo una pequeña roca chocar contra el cristal.

  Rápidamente se puso de pie y se aproximo hasta la ventana.

  Su corazón dio un saltó enorme, que creyó nunca daría por el hombre de pie en la calle.

¿Que estaba haciendo?

  La mirada atenta que le dedicó en cuanto lo vio, provocó una extraña sensación.

  Atento a sus movimientos, vislumbró que sacaba un celular de uno de sus bolsillos traseros.

  Por supuesto, se había comprado un nuevo celular de la noche a la mañana como si de dulces se tratarán.

  No pudo descifrar que se encontraba haciendo, hasta que su celular en una pequeña repisa cercana a él comenzó a vibrar.

Volvió a mirar afuera.

Estaba llamandolo.

Decidió tomar el celular y contestar.

  —¿H-Hola?.–Hablo casi en un susurro y se encontró a si mismo nervioso al haber tartamudeado.

Debo hablar contigo. Baja.

¿Ahora?

  —A menos que quieras tenerme esperándote aquí hasta mañana, si. Ahora mismo.—Dijo con un pequeño indicio de amenaza en la voz que creía Jungkook, podía solo haber imaginado.

  —De acuerdo... Ahora bajó.–Colgó y Taehyung dio media vuelta para entrar en su malditamente presumible auto Audi R8 azul en el que por supuesto, había ya subido antes.

  Presionó el botón de apagar en su celular y lo dejo en el mismo sitio de antes para luego dar media vuelta, caminar hasta la puerta y girar cuidadosamente la perilla, pues podía despertar a cierta persona.

  Detuvo sus pasos al ver el cuerpo recostado en el sillón.

  Nada de esto estaba bien. ¿En serio había llegado al punto de salir a escondidas a espaldas de su novio?

  Su respuesta fue contestada por su culposa conciencia al comenzar a caminar sigilosamente por el amenazador piso de madera que maldecía estuviese.

  Finalmente al llegar a la salida, removió el seguro con sumo cuidado y abrió la puerta, logrando haber salido.

  El frío amenazo con una gran corriente de aire y se apresuró a caminar a el auto estacionado de el otro lado de la calle.

  Abrió la puerta de el auto y una ventisca de aire entro con él al auto.

  Cruzó sus brazos intentando atrapar el poco calor que le quedaba y frotó sus brazos con la tela de su pijama, pero se detuvo al sentir un cálido peso en su espalda.

  Taehyung se había quitado su saco para ponérselo en la espalda.

  No podía negar que aquel pequeño gesto había movido algo en él.

  Una pequeña risa rompió la pequeña aura incomoda que se formó entre ambos.

—Lindo Pijama.

  Jungkook frunció el ceño ante tal comentario y entendió al recordad que traía puesto su pijama de avioncitos.

  —Un amigo me los regalo y yo solo no quería desperdiciarlo.–Se excuso rápidamente.

—Ajá, claro.–Volvió a reír.

—¡Es la verdad, idiota!

  Se calló a si mismo al haber insultado por accidente y Taehyung lo miró con ambas cejas arriba.

  —¿Quién es el que te compro un rolex, te regaló un anillo y te trajo flores?

  —Daddy...–Se encorvó levemente y mordió su labio.

  Amaba tener que decirle de aquel modo a Taehyung, a pesar de saberlo uno de sus fetiches más morbosos.

  —Entonces, ¿por que agradeces de esa forma?.–Cuestiono con una sonrisa ladina.

—Fue un error. Lo siento. Gracias.

  La sonrisa de Taehyung desapareció al escuchar sus palabras y calló varios segundos.

  —Yo... Vine a disculparme. La manera en la que actúe aquel día no fue la correcta. Espero me perdones, no quise decir aquello.

  —Pero aún así lo hiciste.–Dijo con cierto rencor al recordar tan dolorosas palabras.

  —Me llamaron de un hospital en la mañana.–chasqueo con su lengua.—Mi madre falleció. La asesinaron ayer en la noche.

  Jungkook sintió una pequeña presión en su pecho al ver una pequeña lágrima cayendo por la pulcra y acanelada piel.

—Lo lamento tanto...

  —No tienes por que darme un pésame... Yo no supe que hacer después de saberlo. Solo apareció tu rostro en mi mente y conducí hasta aquí... ¿Sabes?.– Lo miró.— Creo que eres él único que me queda.

  Jungkook cerro los ojos al ver su mano aproximarse hasta su mejilla.

  —Se que tú nunca me verás de el modo en el que yo he empezado a verte y no soy nadie para tener a alguien tan perfecto como tú. Pero por favor, déjame por lo menos tenerte de la forma en la que te eh tenido hasta ahora.–Dijo mientras trazaba con el pulgar débiles círculos en su mejilla.

゚^・✿.。,¸,✾.•º *

No podía creerlo.

Taehyung se le había declarado.

  El codiciado y multimillonario Kim Taehyung se le había declarado.

  El creador de aquellas reglas establecidas entre ambos hace un año atrás.

  Se quedó de pie varios segundos, mirando en la lejanía el auto azul ser consumido por la obscuridad de las calles.

Diamont Sugar ✧ Vkook/TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora