Diamont Sugar ✧ Vkook/Taekook

~7~

  Jadeó gravemente al escuchar el estruendoso sonido de su reloj despertador vibrando con vigorosidad sobre la superficie del pequeño buró a su lado.

  Sin ganas de hacerlo, estiró su mano aún con los ojos cerrados hasta aquel aparato y lo apago, dejando así la habitación en un silencio consumidor, perfecto incitador para continuar con el sueño que había logrado conciliar luego de haber pensado de más en todos sus problemas que comenzaban a salir a flote uno a uno.

¿Era domingo o sábado?

  La pregunta salió de la nada en su serena mentalidad.

Lunes

Respondió una conciencia en su interior.

  Eso bastó para que abriese los ojos y se incorporara en la cama.

  Suspiró al recordar la escena de la noche anterior.

¿Que había sido aquella declaración?

  Quién había impuesto aquellas reglas, era el mismo que las había quebrantado.

¿Pero por qué él?

  Cuando tenía para elegir de sobra a alguien mucho más bien parecido...

  "déjame por lo menos tenerte de la forma en la que te eh tenido hasta ahora"

Sintió arder sus mejillas.

  ¿Eso que significaba? ¿En realidad no necesitaba una respuesta de su parte?

  Apartó sus pensamientos al darse cuenta que comenzaba a volverle a dar vueltas al asunto y se puso de pie, para caminar hasta el mueble de madera blanca frente a la cama, en dónde su ropa yacía doblada por tipos y colores.

  Decidió vestir una simple camiseta blanca y unos pantalones ceñidos.

  Tiempo después, salió de la habitación esperando encontrarse con Jimin, sin embargo este no se encontraba por ningún lado.

  Se mordió el labio con cierto sentimiento presionando su pecho;

La culpa.

💎

  El lúgubre grisáceo de las nubes no dejaba nada que apreciar en aquella tarde bajo la deprimente atmósfera que estas brindaban.

  Camino a través de las calles desoladas de la ciudad por las que era el camino hacia el pequeño establecimiento de café en el que trabajaba con un sueldo aceptable, pero poco convincente a su punto de vista, pues el esfuerzo requería de un sueldo más elevado del dado.

  Una vez llegó, entró empujando las pesadas puertas de cristal.

  Miró el lugar con atención mientras caminaba hasta la puerta del personal hasta el otro extremo en una esquina del recinto.

Había bastantes clientes.

  Al entrar, se topó con uno de sus compañeros y amigos de trabajo acomodándose el cuello de la camisa la cual era parte del traje que se usa en la cafetería.

  —¡Wow! ¿Desde cuando Yoongi hyung se preocupa en arreglar los pequeños detalles de su ropa? –Jungkook preguntó riendo.

  —Cierra la boca, "señorito perfecto".– El peli azul regresó la burla y Jungkook se encogió de hombros, caminando hasta su casillero junto al de su mayor.