Fixing Your Heart ➳KookV

➳Capítulo 29

-¡Ángel perdón, perdón!- dijo corriendo a mi dirección puso las manos en sus rodillas cuando llego a mi respirando con fuerza, suspiré mirando su rostro pálido y acuné su rostro antes de dejarlo explicarse comprobando que su temperatura era normal -se me fue el tiempo en el ensayo, teníamos puestos los parlantes y no sentía la alarma, perdón amor...

-Tranquilo Kookie no me voy a morir por esperarte, pero vamos a ir primero a casa no quiero que atrapes un resfriado así sudado- había algo extraño en él, lo sabía, pero intenté no pensar en eso.

-¿Qué hice para merecer un novio tan lindo?- me dio un corto beso y metí su mano fría a mi abrigo intentando darle calor, tome mi bufanda y la puse al rededor de su cuello envolviéndolo sus ojos me hacían saber que sonreía.

-Esa es mi frase Kookie no me la intentes robar- rió haciendo que me olvidará de su comportamiento anterior, él nunca antes llega tan cansado y pálido de un ensayo, además sabía que algo le molestaba porque siempre llega renovado luego de eso, aún así parecía tan cansado.

Lo que ambos no sabían era que existía un testigo de ambas realidades, como decidían cargar el peso del dolor en su interior, solo para intentar dar su mejor versión para el otro.

Me vestí casi como una abuela con un chaleco de lana con cuello en v junto a mis jeans algo rasgados, por supuesto que llevaría más que eso porque hacía un frío que convertía mi pipi en cubitos de hielo, un grito de Kookie me aviso que había llegado y le grite de vuelta que la puerta estaba abierta, me arreglé los últimos detalles antes que apareciera detras mío haciéndome sonreír, apoyo su rostro en el hueco de mi cuello mientras me miraba a través del espejo.

-Ángel estás de pasarela, sin duda deberías de plantearte lo de ser profesor a ser modelo- dijo con esa vocecita coqueta que ponía de vez en cuando que me tenía mal, de lo que provocaba.

-Eres muy exagerado me parezco a mi abuela con lo abrigado que estoy, hasta un zumo- lo miré feo para luego darme vuelta y abrazarlo.

-Una abuela muy caliente- levantó las cejas y negué riendo en sus labios, sus manos me envolvieron la cintura y estuve a punto de preguntarle si todo iba bien por lo de hoy, pero habló antes de que pudiera -¿Preparado para otra gran noche? Pero no más buena que la primera.

-Claro que estoy preparado, y también para cumplir de nuevo veinte solo para repetir ese día- su labio fue apresado por sus dientes dándome ganas de besarlo.

-Amor ¿Quieres llegar tarde?- dijo y arregle su cuello con normalidad alcanzando a divisar las marcas que yo había hecho, claro que no intentaba ocultar que sí me estaba sabroseando con él, aunque nos esperaban de otro modo no me hubiera molestado jugar con fuego.

-No podemos Kookie, lamentablemente nos esperan- deje un beso en sus labios mientras él ponía cara de cachorro bajo la lluvia, nos dirigimos entre charlas y besos en su auto al Hospital donde estaba su madre.

-¡Al fin llegaron mis chicos!- dijo con voz rasposa, pero con una sonrisa totalmente bella, ambos le besamos las mejillas haciendo que su mirada fuera aún mas dulce.

-Bueno y... cómo salió la noche, quiero lujo de detalles- levantó las cejas y tragué con dificultad mirando a mi cómplice igual de sonrojado que yo, al parecer todos nuestros cercanos tenían idea de lo que pasaría -es broma me conformo con que me digan que todo salió a la perfección y Kookie no quemo la casa con tanta vela.

-Entonces usted también era de las enmascaradas- asintió con cara de perversa haciéndome reír -me supieron engañar bastante bien.

-Además eres muy inocente amor, no fue tan complicado- se gano una mirada asesina mía y un piñiscon de parte de su madre, hablamos, reímos hasta que Kookie decidió ir por una bebida caliente para ambos.