Un desafortunado incidente a los diez años de edad, fue el mismo que llevó a Louis a conocer a aquel pequeño y extraño niño de ojos verdes que le ayudó a escapar del frondoso bosque en el cual se había perdido, pero aquella fue también la ultima vez...
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《 ¿A dónde puedo ir... cuando las sombras están llamando? Las sombras están llamándome ¿Qué puedo hacer... cuando están arrastrándome? Tirando de mi hacía abajo.
Se está acercando...
Pierdo el control...
Se está apoderando de mí.
Estoy deslizándome hacía un profundo final. Sigue estando dentro de mi cabeza, no puedo respirar. Como la luz en mis venas, la oscuridad se hunde y me está llevando. Dominado por mi alma, estoy bajo la superficie, en la profundidad donde la oscuridad arde.
Siento la corriente por dentro, no puedo evitarlo... cederé. 》
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Los días habían trascurrido rápidos, allí el tiempo era tan efímero, Louis no comprendía si aquello se debía a la despreocupación y tranquilidad que el bosque le trasmitía, o si todo se debía a la presencia ahora constante de Harry. De cierto modo, acostumbrarse le fue tan extraño como fácil; pero, sin duda, no extrañaba a Castle Combe. Aquel lugar había dejado de sentirse como un hogar hace mucho tiempo atrás, y ahora, lo único que le importaba ni siquiera formaba parte del pueblo.
No podía evitar sentir nostalgia por su familia, pensar sobre ellos siempre era un sentimiento arrollador que le estremecía de formas diferentes. No tener ni siquiera una mínima idea de su paradero resultaba desesperante para él, pero al menos tenía el alivio de saber que estaban a salvo, fuera de aquel lugar.
Sin embargo, el aquelarre siempre se encargaba de mantener su mente ocupada, pues el título de ''Aprendiz'' era algo que parecían haberse tomado muy en serio. Todos los días algún miembro se encargaba de enseñarle algo nuevo: Harry le ayudaba con los vínculos que podían establecerse entre las brujas y los animales, como una clase de control. Cara y Gigi le mostraban como dominar el agua, los rituales y hechizos que podían hacerse con esta. Luke le guiaba en algo realmente importante, en su elemento, tierra, ya que ambos eran brujas de tierra, éste se había asegurado de que Louis entendiera lo importante que era entablar una fuerte conexión con su elemento de nacimiento. Mientras, Ed le había estado enseñado como usar la fuerza del aire a su favor.
No obstante, las cosas más sorprendentes e inesperadas, siempre venían de Niall. El Absoluto no se centraba en ningún elemento en especial, sino en algo mucho más profundo, en la propia alma, esa que resguardaba todo el poder interior. Los poderes de la mente y del espíritu.
Los entrenamientos nunca eran por las mañanas, normalmente comenzaban cuando la tarde estaba cercana a finalizar, y la luna estaba aproximándose en el cielo, por lo tanto, había estado acostumbrándose adormir prácticamente toda la mañana. Sencillamente, para aquellas brujas parecía que el inicio de los días realmente era marcado por el final de las tardes, uno de los aspectos que su mente más tardó en asimilar.
