Un desafortunado incidente a los diez años de edad, fue el mismo que llevó a Louis a conocer a aquel pequeño y extraño niño de ojos verdes que le ayudó a escapar del frondoso bosque en el cual se había perdido, pero aquella fue también la ultima vez...
《Ven, si tienes curiosidad de verlo. Saca los trucos que tengo bajo la manga, puedes conservar todo lo que encuentres. Valiente, ¿Eres lo suficientemente valiente para conocer los deseos que buscas? Sostén mi mano, te liberaré.
Ven, levanta tu trono y siéntate; donde el bien y el mal dejan de existir. Aquí tus ordenes son nuestros deseos. Banquetes de la fruta de cada árbol. Estas cadenas de libertad son tuyas para que te las quedes.
Bienvenido al parque de juegos del diablo, puedes pisar donde los demonios juegan. Es tu tierra de dulces donde los soñadores bailan, te prometo que es seguro. Bienvenido al parque de juegos del diablo, puedes mirar y puedes tocar. Es un día realmente bueno para desfilar de negro, y te juro que no costará mucho.》
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❧
Harry despertó sintiendo la más amarga sensación en el pecho, aquella que abrió un vacío en su estómago cuando reparó en la ausencia de Louis a su lado. Ni siquiera la ropa del mayor estaba allí. Algo no se sentía bien, él jamás le hubiese dejado solo después del íntimo momento que habían compartido, sin bien albergaba la esperanza de que Niall les hubiera encontrado, y llevado a Louis consigo, como originalmente planeaba hacer en cuanto éste despertara, simplemente... Harry tenía un espantoso presentimiento.
Existía una cosa que las brujas poseían con gran intensidad, y esto era la percepción. La intuición. Una pequeña cualidad derivada de la adivinación, cuya magnitud era más altas en algunas, pero sin duda, todas la poseían. En ese instante, la suya le estaba trasmitiendo un terrible augurio.
Vistió su cuerpo con premura, Las distintas emociones que sentía comenzaban a agobiarlo. No solo se trataba de la angustia causada por aquella terrible sensación, empezaba a notar unos fuertes e inquietantes sentimientos provenientes de su conexión con Niall, su Deartháir Síoraí. Con la ropa en su lugar, Harry se puso de pie, haciendo una pequeña mueca por la ligera molestia que sintió en la parte baja de su espalda. La bruja respiró profundamente, convenciéndose a sí mismo de estar calmado.
Podía tratarse de una equivocación, solo tenía que intentar una conexión con Louis, y quizá así todo caería en su lugar. No obstante, cuando se disponía a hacerlo, lo sintió. Como si una corriente le atravesara el cuerpo, y mientras sus ojos pasaban a estar totalmente en blanco, la mente de la bruja se conectaba a una imagen lejana, borrosa, pero lo suficientemente entendible como para distinguir a su Absoluto, pintando con gotas carmín el agua de un cuenco, convocando con palabras precisas a los miembros de su aquelarre.
Un llamado de sangre.
Harry volvió a sí mismo de manera brusca, con un fuerte jadeo y el pecho acelerado. Toda la calma que hubiese logrado conseguir se esfumó en segundos, dando el paso a una profunda desesperación. Se trataba de Niall llamándolos a todos; nada podría estar bien. Salió con prisa del santuario, la histeria no le permitía concentrarse lo suficiente como para hacer fluir la transmutación como antes, por lo cual, corrió el sendero con dirección a Retorno.
