Goddess Of Darkness: Lust

Capitulo IX

Mi poder celestial había desaparecido por completo, a cambio, un poder oscuro corría por mi cuerpo ¿Por qué? ¿Por qué me había pasado esto? ... En el medio de mi huida, vi me reflejo en un charco a ciento de kilómetros fuera de Ice Sanctuary; y lo único que me importo fue seguir manteniendo mis ojos azules. 

Vole un poco más hasta caer en unas tierras; tenia que asimilar esto... ¿Han sentido estar tan cerca de conseguir lo que querían pero todo se echa atrás? En ese punto me encontraba yo, no lloraba, pero estaba segura que no faltaba mucho. Caí... y mis ojos se cerraron por completo.

 —  ¿En donde estoy? ... — Recorrí con mis ojos al rededor, no cabía duda, era Witchelny. — ... Ja, esto sin duda es un sueño. — Afirme. — ¿Y por que esto.... No puede ser... — Levante mi abundante vestido y comencé a correr en dirección al hogar de Wizardmon, con esperanzas de verlo ahí... ¡NUNCA ANTES  HABÍA SOÑADO CON ÉL!. Abrí la puerta con tal fuerza, que casi la rompía, mi respiración estaba totalmente agitada y no pensé en la posibilidad de que pude haber volado para llegar aquí. — ¡WIZARDMON! —  Irrumpí en nuestro antiguo hogar. Y mis ojos... comenzaron a humedecerse, allí estaba él , sentando... leyendo aquel libro que habíamos escritos juntos, mis pies actuaron torpemente que caí ante él... mirándolo con aquellos ojos que él tanto adoraba... —  Yo... —  Wizardmon se levanto de su asiento, y no dijo nada, solo me ofreció su mano, me levante. No sabia que hacer, que decir... mis palabras se peleaban por salir. —  ... Mi aspecto... —  él solo paso de mi, y abrió la puerta que yo había azotado, una luz salia de ella.. —  No entiendo... ¿Quieres que me vaya? —  él volvió por mi, entrelazo sus dedos con los míos, y camino conmigo, guiándome hasta la luz que me envolvió por completo. —  ¡VEN CONMIGO! —  Grite al darme la vuelta, y ver que él no había pasado.

Me desperté con el rostro húmedo, pero entendí perfectamente el mensaje... Quiere que siga, que avance con esta nueva etapa; lleve mi mano a mi pecho.

  —  Es cierto... Ahora si que verdaderamente estas dentro de mi... ¿No es así? ... Tranquilo amor mio, yo... te traeré de nuevo a la vida.

 Si tenia este aspecto, si el destino o quien sea que controle eso me había guiado a esta Digievolucion es para cumplir un rol, y probablemente mi rol... no era ser una Ophanimon, sino todo lo contrario, convertirme en una diosa de la oscuridad, Lilithmon. 

Si la luz no me había dado la salvación que necesitaba, es porque no debía ser así, es porque debía pasar por aquello y cumplir mi verdadero rol; y mi conclusión no fue otra que usar mis nuevos poderes para traer de nuevo a mi lado a mi compañero de siempre, a mi Wizardmon. 

Estaba convencida que si los Ángeles veneraban a un Dios, entonces existía un Dios que pueda recuperar los datos que se encontraban dentro mio. Solo necesitaba encontrar el Dios indicado, no importa que tuviera que hacer, no importa a quien debía entregarle mi devoción. Mi meta era clara. 

Utilice mi control mental, para manipular algunos Digimon y tratar de conseguir la información que necesitaba; termine cayendo en un castillo que le pertenecía a un Vademon, el cual brindaba un negocio de servicios para cierta clase de Digimon, el mejor licor se conseguía allí, ademas de diferentes Digimon que brindaban su compañía. Él lugar era atendido por él mismo dueño, y no fue necesario utilizar mis nuevos trucos con él, y bien cruce la puerta, me ofreció trabajo; endulzo mis oídos al decirme que podría conseguir todo tipo de información que quisiera, y sino era así, podría acabar con él.

Así que comencé mi trabajo como "Dama de Compañía", claro que no atendía a cualquiera, mis servicios eran especiales. Al poco tiempo me convertí en la que mas pedían los clientes, pues mis encantos eran incomparables, quedaban hechizados cuando me oían cantar, y mi compañía... era más que placentera. Claro que con eso, la envidia de mis compañeras aumentaban, pero sinceramente... No me importa hacer amigas.

Trabajando para Vademon, conseguí información de fuentes confiables. Existía un dios, Yggdrasil. Una especie de dios que controlaba el Digimundo, tiene la habilidad de predecir el futuro, puede transcender el tiempo y el espacio, y también manipular este. pero lo más importante... tiene poder sobre la vida y muerte... Así que encontré a mi Dios, pero ahora... ¿Como llegaría a él?

Habia oído que este Dios, había convocado a trece Digimon del tipo Caballero para poder gobernar el Digimundo, estos eran conocidos como los "Royal Knights"... seres que le brindaban su devoción a Yggdrasil; pero para mi poca suerte, esos caballeros jamas cruzarían por estos lados... o eso decían los rumores.

Puse en marcha mi plan, a todos los Digimon que pasaban por mi, los manipule hasta tal punto que hicieran eco de mi, que hablaran maravillas de mi compañía, de mi ser. Sé que tarde o temprano, los rumores de mi gran belleza, llegarían algunos de esos Royal Knights... Estaba segura que al menos uno, se interesaría en mi, y con uno solo de ellos, llegaría al resto, hasta alcanzar a mi nuevo Dios.