Capitulo I

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¿Que si alguna vez me enamore? Es la pregunta que me hacen todos, al despreciar tanto lo que los humanos llaman "amor" ¿Pero que es el amor sinceramente? Una entrega, una admiración, una aceptación de todo lo que la otra persona es, con sus pros y sus contras; pero esta definición cambia con respecto a quien se lo preguntes.

Mi historia comienza cuando era un Plotmon, la etapa Rookie, a mis cortos años de vida me dispuse a conocer todo el Digimundo, y ayudar a quienes me necesitaran, aunque era pequeña tenía una determinación en cuanto a servir al otro se tratase pero cierta ciudad me mantuvo retenida por bastante tiempo.

Vivía en el continente Folder, en la ciudad Star donde era gobernada por Starmon, el sheriff de la ciudad y dueño de una taberna donde pasaban miles de Digimon forasteros; a mí me gustaba permanecer en este sitio y escuchar las historias que estos traían, alguno caían heridos pero eran curados por Starmon y por mí, el lugar no era muy lujoso pero emanaba un aire tan acogedor, que cualquiera podría sentirse como si estuviese en su propio hogar.

Un día un Wizardmon cayó a la taberna.

— A-ayuda..... — Dijo con una voz temblorosa y cayo rendido al piso, rápidamente Starmon acudió a él.

— Hey ¿Estas bien? — Pregunto sosteniendo el cuerpo. Yo estaba detrás de la barra cuando escuche el golpe que había dado contra el piso.

— ¿Qué sucede, Starmon? — Mire al Digimon en sus brazos. — ¿Qué le sucedió?

— ¡Rapido, Plotmon! ¡Trae agua!

— ¡Si, señor! — Rapidamente le traje el agua, la cual Starmon hizo que bebería el Digimon herido, lo tomo en brazos y lo llevo a una habitación que usábamos para estos casos, lo reviso con cuidado. — ¿Se pondrá bien? — Pregunte con esperanzas de que la respuesta sea positiva.

— Tenemos mucho trabajo que hacer. — Afirmo mi amigo. — Traeme las hiervas curativas.

— ¡Si! —

Mi papel era de asistente, observe como Starmon curaba al herido Wizardmon, nos llevo horas, inclusive días, tenia muchas ganas de escuchar porque había llegado en ese estado; aunque tuviera que esperar, lo iba hacer. Me limite hacerle compañía cada noche, siempre con un libro en mano.

— (...)El beso fue lo mejor que había recibido en su vida. Permanecieron mucho tiempo juntos y nada los logró separar. Fin. ¿A que no es una hermosa historia? ¿Verdad Wizardmon? — Si, le leía cuentos de amor... Eran mis favoritos. — Ojala ya pudieras despertar. — Una luz había llamado mi atención, por lo que deje el libro, y me asome. — ¡Mira! ¡Es una estrella fugaz! ¡Pediré un deseo! — Cerre los ojos y con la voz de mi pensamiento dije "Quiero que Wizardmon mejore".

— ¿Plotmon? — Me voltie para ver quien me llamaba.

— Ah... Starmon ¿Qué sucede?

— ¿Estabas leyéndole una historia a nuestro amigo?

— ¡Sí! — Conteste muy animada. — Sé que no ha abierto los ojos pero sé que me escucha y le deben gustar mis historias. ¿No crees?

— Estoy seguro que sí... — Dijo mientras palmeaba mi cabeza. — Bueno, ya deberías ir a dormir.

— ¡Está bien! ¿Puedo dormir aquí?

— Sí, pero intenta no molestar mucho a Wizardmon. ¿De acuerdo?

— ¡Sí! — Starmon salió de la habitación, yo aún tenía mucha energía, por lo que levante el libro con mi boca y lo arrastre hasta la cama donde comencé a leer. — Erase una vez...

Goddess Of Darkness: LustWhere stories live. Discover now