Capitulo XI

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Y con el primer caballero a mi merced, era hora de avanzar a más ya que aunque los rumores decían que Gankoomon era realmente fuerte, debía ir a los seguro y controlar, aunque sea dos más. ¿Mis elegidos? Dukemon y Magnamon. 

El primero en caer fue Magnamon, que fue atraído ante los rumores de que Gankoomon no quería irse de mi lugar de trabajo, pues había quedado fascinando ante mi belleza y encantos; el Digimon de los Milagros, decidió corroborar esto con su propios ojos... ¡Que famoso se hizo el negocio! 

Irrumpió, sin más, sin querer llamar la atención aunque con su armadura brillante le fue bastante difícil. Seré sincera, Magnamon realmente es algo inocente pues creía en todo lo que su compañero hechizado le decía y simplemente, comenzó a dejar llevarse... Una copa tras otra, y otra... No hizo preguntas, ni dudo nada.. Si Gankoomon lo hacia, entonces seguro que estaba bien, apuesto a que eso pensó. 

Dos Caballeros Santos a mi poder, el siguiente si dio algo de fastidio Dukemon. ÉL sin duda, era alguien inteligente y seria difícil de persuadir, rápidamente los rumores de que dos Royal Knights se encontraban en el mismo lugar, retumbaría a los oídos del gran Dukemon, quien no dudo en planear una emboscada en una de mis caminatas. Y con su lanza apunto a mi.

  —  Tu Demon Lord, te ordeno liberar a mis amigos de tus brujerías

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  —  Tu Demon Lord, te ordeno liberar a mis amigos de tus brujerías.

—  Es de mala educación apuntar a una dama, y más con un arma.  —  El Digimon de color carmersi bajo su lanza, para intentar embestirme y atacar con un...

   —Gram Strike  —  pero rápidamente Magnamon acudió en mi defensa.

Luminous Aura Barrier — Y el impacto de su lanza con el escudo de Magnamon hizo que este se echara para atrás el arma de su compañero; y enseguida apareció Gankoomon.  

 —  ¡Aléjense de ella! ¿No se dan cuenta? ¡Estan bajo su control! 

  — Por más que se los digas, sus mentes me pertenecen al igual que sus cuerpos...  —  Gruño de rabia.

 —  ¡Maldita Bruja! ¡Devuelves su esencia! 

  — ¿O sino qué? ¿Acabaras con ellos, Dukemon? ¿Con tus camaradas?

— ... Si es necesario...

 Una pelea comenzó, Gankoomon uso su Tekken Seisa, el cual hacia que Hinukamui golpee al enemigo que le indicaba; pero Dukemon se defendería con su  Elisión Final,  mientras que Magnamon atacaría los puntos descubiertos con su Miracle Glitter, lanzando rayos ardientes desde su armadura.

  — ¡Esto es todo un Show!  —  Exclame del gusto.

Ataque tras ataque, Dukemon se iba cansando iba perdiendo agilidad y fuerza, por lo que ya no podía mantenerse en vuelo, así que cayo al suelo apoyado en una de sus rodillas, sin miedo me acerque a él.

  —  ¿Ya te rindes?  

  — ...¿Que es lo que quieres?

— Mira, poco me interesan tus amigos... Tengo un objetivo claro y es llegar a Yggdrasil.

— ¿Por que? ¿Quieres destruirlo? ... 

—  No.

— ¿ Entonces?

—  Hay algo que solo tu Dios puede hacer. —  Apoye mis rodillas ante él. —  ... Hay alguien que necesito revivir... —  Tome su rostro con una mano. —  Dukemon, si me ayudas, te devolveré a tus amigos.  —  Y no sé si era porque creyó en mis palabras, o porque estaba realmente débil; que termino accediendo ante mi pedido. Suspiro, y levanto su mal herido cuerpo para llevar al cielo su Gram y abrir el portal que nos llevaría al lugar donde residían los Royal Knights.

Difícil explicar la excitación que me causaba esto, estaba cerca, lo podía sentir... a nada de conseguir mi propósito. Para mi suerte, solo uno del resto de los caballeros santos estaba en ese lugar, Onmnimon, quien se sorprendió ante la llegada de los cuatro.

  — Dukemon, Magnamon, Gankooomon... —  Se coloco en posición de ataque. —  ¿Quieres tu?

— Baja tu arma, Onminimon.

— Pero... Dukemon... ¿Que sucede? ¿Por que estas tan herido? 

— Debemos llevar a Lilithmon, con Yggdrasil.

— ¿¡EH!? ¿QUE DICES? ¿PERDISTE LA CABEZA?

— ... Por favor, confía en mi, y sino lo haces... No importa, pero te aconsejo que no la enfrentes, Magnamon y Gankoomon, están bajo su control y yo no podría aliarme contigo.. estoy en pésimas condiciones... Terminemos con esto.

  —  ... ¿Estas seguro Dukemom?

— ... Si ...

—  De acuerdo.

Los cuatro caballeros, me escoltaron en el viaje hasta llegar al lugar donde residía Yggdrasil; cumplí con mi palabra y libere a ambos caballeros de mi control mental, aunque estos cayeron y fueron tomados por Dukemon y Omnimon.  

  —  Se pondrán bien, solo denle tiempo. —  Asegure.

—   No intentes nada sucio. —  Amenazo Omnimon.

  — Si tuviera algo en mente, no hubiera liberado a tus amigos. Ademas, tienen ventaja en este territorio, podrán acabar conmigo fácilmente... —  Me acerque a Dukemon. — ... Gracias.  

Y me aventure en esa zona completa de luz, y una figura se hizo presente ante mi, una forma algo robotica. No tenia miedo, todo lo contrario, estaba ansiosa, quería una solución, quería una repuesta... quería una esperanza. 

Pase por tantas cosas, siento como si fuera ayer que era una Plotmon perdida en mi tristeza, un Tailmon entrenando duro, una Angewomon repartiendo luz y ahora, en mi forma de Lilithmon traería de nuevo a mi amado.

  —  Señor Yggdrasil... —   Dijo con una reverencia ante él.

  — Te esperaba. —  Afirmo la deidad, causando que levantara mi cabeza.

—  ¿Por qué?

— Tienes un rol que cumplir.

—  ¿A que se refiere?

—   Lilithmon, si deje que llegaras hasta aquí fue por algo, tu necesitas algo de mi y yo necesito algo de ti. Quieres repuestas, y las tendrás. Los datos del Wizardmon que deseas, están dentro de ti y yo no puedo extraerlos de tu cuerpo, pero hay alguien en el mundo de los humanos que puede hacer eso... Dejare que vayas a ese mundo, pero cumpliendo una misión para mi y en el camino tendrás lo que buscas. —  Se escuchaba muy bien para no tener una trampa.

  —  De acuerdo, pero... Quiero algo a cambio.

— ¿No acabo de decir que obtendras lo que quieres?

  — Mi señor,  no creer que le haré un favor sin recibir algo a cambio, ¿No? Claramente dijo que puedo obtener lo que busco, en EL CAMINO, es decir que si completo la misión que me otorgara antes puede traerme a rastras sin que yo haya conseguido lo que busco. ¿Me equivoco?

  —  Te juzgue mal, pero también predije esto. De acuerdo, obtendrás eso que piensas.  Entonces, Lilithmon. ¿Tenemos un trato?

  — Si, mi señor.

Y basto con sellar nuestro trato, que una distorsión se abrió a una media distancia de donde platicábamos... Camine a pasos seguros, voltee una ultima vez para ver hacia atrás y despedir mi mundo, el sueño que había tenido cuando Digievolucione en Lilithmon se estaba cumpliendo... Wizardmon quería que cruzara aquella puerta de luz, que simplemente era... un portal a un nuevo mundo. 

 

Goddess Of Darkness: LustWhere stories live. Discover now