— ¿Por que no le haces caso a ese 10%?
— Porque no se si valdrá la pena... Dime... ¿Valdrá la pena? — Saque mi codo de la mesa, para bajarla y acomodarla en su entre pierna mientras que con la otra voltee su rostro para que sus ojos cafés se conectaran a los míos., y acerque mis labios a los suyos mientras que con mis ojos azules baje y subí la mirada.
— Haré que valga la pena. — Le susurre. Y fue como si hubiera encendido un interruptor, no dudo en levantarse, pagar por su bebida, tomarme de la muñeca como si fuera de su propiedad... Y básicamente me rapto del lugar, sin permiso de Madame Butterfly, sin "pagar por mi"... Bueno tampoco había puesto resistencia. Me abrió la puerta de su Vehículo, ingrese sin miedo, él dio la media vuelta y tomo el asiento del conductor.
Me confeso que era la primera vez que hacia algo así, pero que al igual que a mi, yo le hacia recordar a su esposa y que no tenia nada de malo, dejarse llevarse una vez...
— Esto no es infidelidad a mis sentimientos. — Me aseguro. — Esto es solo lujuria.
Y ese mismo sentimiento lo invadió una vez que cruzamos su habitación, desgarro mi vestido y como si estuviese poseído por alguien diferente, me hizo suya; me costaba seguirle el ritmo, pero rápidamente me acomode a sus gustos. Poco a poco mi cuerpo reaccionaba ante sus actos, su boca recorrió todo mi ser, con sus manos me acaricio por completo, y con su miembro; me reclamo.
Nunca entenderé porque los hombres, una vez finalizado el acto se le da por confesar sus pecados... Amadeus, no fue la excepción.
— Ven más cerca. — Me envolvió con uno de sus brazos, hasta pegarme a su pecho. — ¿Cuantas confesiones habrán escuchados esos oídos? ... ¿De cuantos pecados fuiste testigo? ... ¿A cuantos hombres hiciste caer?
— ¿Realmente quieres saberlo?
— No... Pero... Quiero saber la verdad detrás de esos ojos.
— ¿Tu confiarías en alguien que apenas acabas de conocer?
— Te traje hasta aquí.
— Por que te dejaste llevar por un deseo carnal, no por confianza. — Él suspiro.
— ... ¿Si tuvieras la oportunidad de vengarte de las personas que mataron a tu nov--... esposo, lo harías? — Me quede callada un momento. — No dudes, lo sabes perfectamente.
— Si.
— Yo igual, Pandora, al igual que tu observabas y oías todo lo que pasaba en el Burdel, lo mismo estaba haciendo yo. Puedo parecer un hombre desinteresado pero estaba escuchando todo, casi que me sentí dentro de tu cabeza. Tenemos cosas en común, por eso accedí a caer en tus trucos. Pasa la noche conmigo, y mañana decide si te vas.
— ¿Piensas retenerme?
— Pienso raptarte, si es necesario. ¿Quieres escuchar una historia?
— ... Me gustaría. — Cerre mis ojos, para comenzar a imaginarme la historia que me relataría.
— Erase una vez, una pareja de científicos muy enamorados el uno del otro, ambos se habían graduado con las mejores calificaciones y tenían un gran sueño, estudiar unas criaturas especiales que yacían en un mundo paralelo al nuestro, esas adorables criaturas como solía llamarlos la chica, estaban creados de datos y su mundo, no era ni mas ni menos, que un mundo Digital... Ambos habían avanzando muchos en sus estudios, lograron tener una imagen de como es el mundo Digital, mas nunca pudieron ingresar en él.
Una noche, del 6 de noviembre los aparatos del mundo humano dejaron de funcionar. La pareja estaba trabajando en su acogedora casa; cuando el fenómeno les llamo la atención por completo. Rebasando de euforia, la mujer disparo al automóvil, el hombre la siguió pusieron en marcha su vehículo y fueron en búsqueda de la raíz que causaba dicho fenómeno, ambos estaban mas seguros de que se trataban de los seres que habían estudiado por años.
No tardaron mucho en dar contra la causa, una bestia que parecía un Dinosaurio se encontraba peleando contra otro que parecía un Elefante. La mujer de la emoción se acerco tanto, tanto... que dichas bestias en su batalla derribaron un edificio, y esté caería encima de la mujer... Acabando con su vida, por siempre.
El científico, atónito por lo que acaba de ver, se negó aceptar esa realidad. Se hundió en mucha tristeza y soledad, y llego a una conclusión... Destruir el mundo Digital. Por que a pesar que era algo que había estado estudiando tanto con su adorada esposa, también era el culpable de su muerte... ¿Te gusto?
¿Gustarme? Me había quedado helada con las primeras tres oraciones, ¿Por que me contaba una historia del Digimundo? ¿Quien era este hombre en realidad? ¿Estaba yo cayendo en su trampa?
— No es una bonita historia. — Afirme ocultando las dudas de mi interior.
— Oh... ¿Te mal acostumbraron a las historias de final feliz? Lamento decepcionarte.
— ¿Quien eres?
— ¿Es esa realmente la pregunta que quieres hacer? ...
— Si. — Volteo su cuerpo para envolverme en un abrazo.
— Quédate a mi lado y descubrelo. — Me susurro al oído, y luego bajar hasta mi mejilla y dejar un beso.
Cerro sus ojos, y juro que se durmió a los pocos minutos. Me sentía como si me hubieran descubierto, como si Amadeus pudiera ver a través de mi, ver mi ADN y descubrir que no soy de su mundo pero ¿Ningún humano tiene esa habilidad, no? Mi objetivo era Eugine, no Amadeus... ¿Seria acaso que la información estaba mal?
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Goddess Of Darkness: Lust
Fiksi Penggemar˗ˋˏ Los personajes de Digimon no me pertenecen, son propiedad de Akiyoshi Hongo, Bandai, Toei, Wiz, etc. ˎˊ˗ ˗ˋˏ LAS IMAGENES UTILIZADAS TAMPOCO SON MÍAS ˎˊ˗ ═════════ Memorias de un Demon Lord.