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No volvería a dudar de él por lo que me restara de vida. La comida estuvo fabulosa, tanto que hasta me acabé los platos que me pidió, el único detalle era que solo me había pedido sodas cuando él bebía alcohol. La excusa que usó en varias ocasiones ante mis replicas fue que aún estaba muy chica para beber.

Pagó la cuenta entregándole al mesero su tarjeta de crédito antes de retirarnos nuevamente a donde le entregaron el coche. Volví a abrir mi puerta sin esperar a que el lo hiciera, me acomodé y lo guié de vuelta a la casa. Solo esperaba que Carlos no estuviera ahí midiendo el tiempo.

Una vez afuera aparcó pero no quise bajarme, de verdad quería que conduciera lo más lejos que pudiera hasta que el tanque de gasolina se acabara, no importaba en donde, solo quería salirme de ahí antes de que ellos me dieran la patada primero.

—¿todo bien?— su mirada fue preocupada hacia mi situación

Tal vez lo entendería, tal vez no, quién sabe.

—te veo mañana Luke. Gracias por traerme a mi casa y por la comida. Estuvo deliciosa

Me incliné besando su mejilla antes de salirme del coche hacia la puerta de madera, que al abrirse me permitió experimentar el placer del silencio extendiéndose por cada una de las habitaciones de la casa. Dejé la mochila en el lugar que tenía y subí como loca a mi habitación sin escuchar nada más que el eco de los zapatos contra el piso de reflejo blanquecino. Bianca siempre pretendía limpiarlo hasta que se viera el reflejo, literalmente. Me quedé dentro de la habitación navegando en internet con el ordenador que escondía usualmente debajo de la cama por miedo a que alguno de los quisiera violar mi privacidad, aunque no era como si tuviera porno o algo así, era solo un ordenador con un montón de actores que me gustaban y un gigantesco fondo de pantalla de Chris Hemsworth. Ese hombre era hermoso.

En lo que me entretenía jugando en línea escuché la puerta principal abrirse. Generalmente escuchaba las voces de Carlos y Bianca haciéndose cumplidos melosos y sin sentido, pero esa vez fue completamente diferente, hubo una tercera voz y una terrible seriedad que me congeló en el acto.

—solo necesitan firmar aquí y el dinero se liberará más pronto de lo que creen

¿De que dinero hablaba? ¿A quien carajo habían metido a la casa?

Tomé el móvil dispuesta a grabar todo lo que estuviera pasando abajo. Vi la cabellera pelirroja de ella completamente de espaldas junto a su odioso marido tomando la pluma y un montón de papeles de las manos de un anciano de traje.

—se los haré llegar mañana— dijo la voz de Carlos sin ningún sentimiento.

—los estaré esperando

Se dieron la mano y sin más zanjaron esa platica mientras los miraba desde la barandilla. El corazón quería salírseme del pecho de la desesperación, podía correr hacia ellos y arrancarles la cabeza por hacerme pasar por todo eso para después botarme como un perro a la calle. Bianca se dió la vuelta pulverizando su rostro alegre al verme mirándolos a ambos.

—no te habíamos visto, linda.

—guárdate los cumplidos, ¿quieres?

Que hijos de puta.

—Abbygail, no contestes así— me reprendió el otro con la mandíbula tensa.

—¿que me harás? ¿Sacarme de la casa?— sonreí de lado—. Ustedes dos pueden irse al infierno

Dicho eso corrí a mi habitación cerrando con pestillo. Recargué la espalda sobre esta deslizándome hasta que quedé sentada en el suelo abrazando mis piernas contra el pecho.

esoteric ✧ lrh (daddy kink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora