esoteric ✧ lrh (daddy kink)

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El reto más difícil fue escabullirme de casa la tarde del sábado ya que Luke estaba afuera esperándome en el coche y para mi fortuna no había nadie en casa. Corrí hacia donde él saludándolo con un quedo beso en la mejilla llevando los dedos a mis piernas descubiertas por el short de mezclilla que había elegido para la ocasión. Digo, no todos los días uno tiene la oportunidad de ir a la casa de un hombre guapísimo a ver shrek.

En cuanto encendió el clima fui perdiéndome poco a poco abrazándome en el asiento quedándome dormida como un bebé. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba muriéndome de sueño, ya que generalmente dormía las horas estipuladas por los médicos, a veces hasta más, pero no tenía planeado quedarme dormida en el coche de Luke, mucho menos durante todo el viaje. Me removí con un quejido al sentir un par de manos tomándome delicadamente por la cintura, rozándome la piel por la camiseta que se alzaba.

—llegamos, linda— dijo a mi oído y casi como si fuera un hermoso sueño reconocí su voz

Extendí los brazos escuchándolo reír antes de levantarme en brazos de tal manera que pudiera abrazar su cuello. Entreabrí los ojos al inhalar su loción sobre su camiseta, era una fragancia embriagante y dulce que sin lugar a dudas me pondría a dormir mas tiempo si no me hubiera bajado en su sofá de cuero negro. Me estiré como un felino frotándome los ojos con él mirándome con curiosidad.

—¿cuanto tiempo me dormí?— bostecé

—todo el camino— mencionó con una mueca de culpabilidad

Eche una ojeada al lugar quedando atónita al ver el enorme tamaño de la sala y del televisor sobre la chimenea. Había dos bowls de palomitas enfrente de mi sobre la mesa de café completamente fabricada con madera oscura. Preciosa. Me giré a mirarlo con una sonrisa palpando el lugar a mi lado, dándome una ventana de cinco segundos para verlo en jeans, una camiseta negra y el cabello completamente desordenado. Simplemente glorioso.

Estire las piernas sobre la mesa después de haber tomado uno de los bowls posicionándolo sobre mi regazo. Luke pasó el brazo detrás de mis hombros atrayéndome hacia su pecho y no rechisté, no tenía ganas de negarme a una pequeña muestra de afecto. Movió un par de botones en el mando del televisor mandando la pantalla con un icono de Netflix.

La película corrió y ambos comenzamos a comer palomitas, tomando del bowl inocentemente encontrando nuestros dedos al tomarlas. Lo miré de soslayo notando una pequeña sonrisa naciendo sobre su semblante, pero lo curioso no fue eso, sino la manera tan desbocada en la que latía mi corazón mientras lo miraba atento al televisor. Era un sentimiento completamente desconocido, nuevo y excitante.

Un cosquilleo que me daba miedo confirmar.

Creo que algo en él empezaba a gustarme.