Amor Popular | Kim Taehyung y Tú | [En Corrección]

•22•

...

-¡¿Tú que mierdas haces aquí?!- pregunté exaltada.

-Vaya vaya, estás más hermosa que antes mi querida _______- sonrió de lado.

-Haber cállate maldito hijo de perra, ¿no te bastó con dañarme con esa maldita estúpida?- dije al borde de la furia, ver a este idiota me hierve la sangre.

-Tranquilita tranquilita, mejor dime ¿quién es este?- se refirió a Taehyung.

-Es mi novio, no me deja por nadie, más bien no me dejó, ni por un puto papel- bufé refiriéndome al contrato.

-Já, quizás lo hace como yo- sonrió ladino.

-¿Quién es él cariño?- me preguntó Tae.

-Es el puto que me dejó por mí mejor amiga... El famoso Lee Jong Suk, el que anda de zorra en zorra- reí con sarcasmo.

-______ cariño mejor vámonos, no quiero que estés cerca de él- Tae tomó mi brazo y nos fuimos de ahí, dejando a Jong Suk solo con una risa que no me gustó para nada.

Tae me llevó a una cafetería de por ahí cerca, para calmarme un poco me comenzó  mimos, tomaba mechones de mi cabello y los pasaba por su hermoso rostro, a lo que me hacía sonreír como boba enamorada.

Tae se quedó un segundo observandome, a lo que yo hice lo mismo, su mirada se dirigió hacia mis labios, me comencé a poner nerviosa.. el pareció notarlo, lamió sus labios un segundo y lentamente empezó a reducir la distancia que había entre nosotros, dándome un beso lento y tierno, como la primera vez que lo hizo, sintiendo la parte baja de mi estómago estallar por las tantas mariposas que me hace sentir, es una sensación inexplicable y hermosa que puedo sentir.

-¿Cariño vamos a casa? Deben estar esperándonos por allá-

-Está bien Tae, vamos- sonreí y tomé mis cosas.

Salimos de la cafetería y Tae tomó mi mano, echando rumbo a casa.

[...]

Llamada.

–¿Hola? Quien habla?- pregunté ya que era un número desconocido.

–Ah tan rápido te olvidaste de mí, pequeña ______- puto.. lo único que puedo decir.

–¿Como conseguiste mi número psicópata asqueroso?

–No te enojes, solo te vengo a avisar de ante mano que nos volveremos a ver- y colgó.

Fin de la llamada.

Después de esa llamada traté de calmarme de la mejor forma pero se me hizo imposible, hasta que decidí contarle a Tae lo ocurrido.

Estaba cambiandome de ropa, hasta que tocaron la puerta y decidí apurarme, supuse que era Tae así que abrí y me lo encontré con su típica sonrisa cuadrada, la que me derrite cada vez que la veo.