Capítulo 9

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— ¿Dónde has estado? ¿Por qué no contestas el móvil? —preguntó Jane a Rex, quien estaba totalmente agotado

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— ¿Dónde has estado? ¿Por qué no contestas el móvil? —preguntó Jane a Rex, quien estaba totalmente agotado.

El muchacho estaba recostado sobre el pupitre con unas desmesuradas ganas de dormir, no escuchaba nada de lo que su amiga preguntaba. Y la verdad no le importaba lo que dijera. Ante todo, no diría que había estado con Bill. La chica al notar la constante falta de respuesta decidió zarandearlo, él entonces se levantó y la detuvo de forma brusca, odiaba que ella hiciera eso.

— ¡No hagas eso! Es muy molesto. —se quejó Rex ante la sacudida.

—Entonces no me dejes en visto, ¡respóndeme!

—Jane, simplemente estaba muy cansado ayer, me quedé dormido y por eso no contesté el móvil. —Jane enarcó una ceja. Rex trató de mantenerse serio. Aunque con esa linda semi-policía era imposible hacerlo.

—Eso no te lo cree ni Dios. —espetó, Rex negó con la cabeza—. Dime la verdad, prometo sólo dejarte en el hospital por mentirme.

— ¡No te estoy mintiendo! —se quejó el chico. Jane frunció el ceño y lo fulminó con la mirada. Ante ello el muchacho sólo tragó saliva. A veces ella podía dar ternura y otras podía dar miedo.

— ¡Chicos! —ambos voltearon a ver quién era, y para la sorpresa y alivio de Rex era Travis el que llegó—. ¿Qué hacen mis guarros favoritos?

—Mandaré a Rex al hospital.

—Y yo mandaré a Jane al manicomio.

—Vale, ¿Qué pasa amor? —preguntó dirigiéndose a Jane quien se sonrojo. Ella, sin vacilar, le dio un golpe en la cabeza a Travis—. ¡Auch!

—No me digas así. —Jane se cruzó de brazos y miró a Rex, con él no había terminado.

Travis sobaba su cabeza, a la vez que hacía graciosas muecas de dolor. Rex sonrió de lado, era tan tierno ver a ese par pelear. Era innegable, ellos debían ser pareja. Mientras pensaba en eso recordó que tenía un regalo para Travis.

— ¡Oh! Travis, tengo algo para ti. —Rex sacó el juguete del tiranosaurio rex de su mochila. Travis miraba con un brillo en sus ojos al juguete de plástico. Podría decirse que parecía un niño pequeño viendo sus regalos de navidad.

—Estoy feliz, pero a la vez molesto. —confesó con una sonrisa y sus puños apretados—. ¡Fuiste al McDonald's sin mí! ¡Pero me has traído un juguete! ¡Te amo bastardo!

Jane le miró con enojo, le estaba mintiendo. Él había dicho que no salió en todo el día, pero el juguete decía otra cosa. Al parecer su pequeño niño estaba siendo llevado por mal camino y sabía quién le estaba guiando por dicho camino. Travis cogió el juguete y se mofó por el nombre del dinosaurio, Rex simplemente fruncía el ceño y amenazaba con lanzarle sus botas. Travis se intentó callar al ver que aquellas botas eran muy pesadas, pero era demasiado gracioso.

Drugs and love© [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora