Capitulo Ocho.

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Capítulo 8

- ¿Qué le pasó a ese?- preguntó extrañado

- Nada, creo que tropezó - dije con indiferencia.

- Pues parece que se hizo daño… Ven vamos a sentarnos.

-Claro. - contesté y lo seguí hasta una mesa algo apartada en la que no había nadie más alrededor.

-  ¿Por qué creo que este lugar ya estaba reservado para ti?

- ¿Verdad que si? - respondió con una sonrisa pícara

- ¿Y cada cuanto hace que vienes aquí?

- En  realidad muy a menudo, prácticamente cada noche, siempre que no esté tan lleno

-¿Cuánto hace que conoces a los dueños?

- Bueno... Podría decirse, que de toda la vida- dijo tratando de ser serio

Y así seguimos conversando durante un buen rato cuando empezó a sonar una canción que realmente me encantaba

- ¿Quieres bailar? - pero Dante se atragantó al oír la pregunta

- ¿Bailar? Bailar y mi nombre no caben en la misma frase...- puso cara de estar muriendo 

- ¿Por qué?

- Porque no sé bailar, jamás supe y dudo mucho que aprenda… No me mires así... no pienso bailar – dijo mirando hacia otro lado

Entonces como niña chiquita le suplique el gato con botas de Shrek

- Está bien, pero te advierto que te voy a pisar

- No importa - dije cambiando mi cara de súplica por una sonrisa radiante de triunfo

- Eres una gran actriz ¿Lo sabías? - me dijo mientras nos dirigíamos a la pista de baile a lo que yo contesté con una sonrisa.

Cuando llegamos a la pista empezamos a movernos al compás de la música, y si bien es cierto que al principio ciertamente le costó un mucho coger el ritmo, poco a poco se fue soltando dejando que la música lo guiara. Entonces el ritmo cambió radicalmente dando paso a una canción lenta a lo que los dos nos quedamos quietos sin saber bien ¿Qué hacer?, Pero finalmente agarró mi mano derecha y puso la suya en mi cintura invitándome a bailar.

- ¿Sabes qué? Realmente debes de tener algo especial, porque conseguiste hacer algo que ni mi madre el día de mi graduacón consiguió

- ¿A si? Bueno para todo hay una primera vez.

- Exacto - dijo mientras soltaba mi mano derecha para agarrarme por la cintura mientras yo pasaba las mías alrededor de su cuello. Y así nos quedamos bailando hasta que al rato la música cesó para dar paso a una voz

- Señoras y señores sintiéndolo mucho debemos dejarlo aquí por hoy, en una hora va amanecer y los vampiros debemos volver a nuestro ataúdes.

Frente a este comentario el local estalló en risas ya que parecía que ninguno de los presentes llevaba encima menos de unas cuantas copas y lentamente empezaron a abandonar el establecimiento. Fue entonces cuando miré mi reloj y quedé un poco extraña al ver que marcaban las 4:05 de la mañana.

- Creo que el Dj se equivocó, a penas son las cuatro, ¿Cómo va amanecer?

- Déjalo, seguramente va borracho

- Como todos los presentes- contesté y ambos estallamos en risas.

- Pero cierran temprano, ¿No? Digo… Para ser un local nocturno

- Entre semana cierran a las 4, los fines de semana tienen abierto hasta las 7; incluso hasta más tarde.

- Bien de todos modos creo que ya va siendo hora de que me vaya a casa

- Te acompaño

- No es necesario de verdad

- Tienes serios problemas para distinguir las preguntas de las afirmaciones ¿verdad? - a lo que yo le saque la lengua -Vamos

- De acuerdo - dije sin ganas de discutir. Además debo reconocer que el alcohol también había hecho un poco de efecto en mi y no me apetecía ir sola. 

El precio de la Fama© (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora