Creando al grupo.

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Fue en ese momento cuando el caballero blanco y el caballero negro salieron. Tapados con sus cascos se miraron fijamente y con una mano prepararon sus espadas para empezar la batalla.

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Liliet estaba con su arco, llevaba unos minutos observando a lo que parecía un caballero de las tinieblas, una armadura gris oscura, eso solo significaba que si seguía su camino terminaría causando algún daño, por lo que ella no lo podía permitir.
Mientras tanto, Daw seguía su camino, estaba un poco cansado pero no había un lugar en el cual tomar agua. Siguió su camino y esperaba encontrar un pueblo, lago o río para calmar su sed.
Se detuvo un momento y escucho un leve sonido entre las hiervas de la colina que rozaba con el camino.
Había un bosque, y dentro de él había alguien observándole. Saco su espada y en ese momento una flecha paso rozando su brazo, luego otra que tuvo que desviar con la espada, y sin una advertencia, una arquera salió volando contra él apuntándole con su arco. Él volvió a bloquear la flecha y la arquera trato de golpearle con el arco, pero no le rasguño a lo que volvió a disparar, volviendo a fallar y con un giro esquivo el golpe de Daw, y con otro giro alisto su arco y le apunto a la cabeza, pero él tenía la punta de su espada en el cuello de ella.
-No pienso dejarte ir, caballero oscuro- dijo la elfa.
-¿Caballero oscuro? Aquí no hay un caballero oscuro-
-No me pienses engañar, te seguí por horas y ahorita está frente a mí- luego se vieron y fue cuando Daw dio un ataque lanzando su arco lejos. Creía que moriría pero Daw se le acerco y se quitó el casco, dejando al descubierto que no era un ser de las tinieblas.
-No soy un caballero oscuro- le dijo Daw. Le tendió la mano y la levanto del suelo -Mi nombre es Daw, caballero del Imperio del Fénix ¿Y cuál es tu nombre?-
-Me llamo Liliet, arquera del grupo Hoja roja, del Pueblo de Madera-
Después de arreglar el asunto, recogieron sus cosas y caminaron a la dirección del siguiente pueblo.
Liliet le pregunto sobre su propósito y él porque estaba lejos de su Imperio y solo. Él le respondió diciéndole lo de la princesa y diciendo que él la tenía que salvar. Ella entendió y le dijo que se uniría a él para derrocar al ejército del mal, y ver si podía encontrar algo que llevaba buscando desde un tiempo. Él no tenía de otra más que aceptarla ya que para llegar necesitar ayuda. Pasaron horas caminando y no encontraba el pueblo, tal vez se equivocaron de sendero o lo saltaron sin darse cuenta, pero lo importante es que se hacía de noche y tendrían que dormir.
A lo lejos vieron un pequeño lago y unos árboles, por lo que fueron a ver si podían dormir en aquel lugar. Se recostaron de bajo del árbol y con la espada tocaron el césped del cual salieron unas luciérnagas que iluminaron todo.
El cielo estaba estrellado y, aunque casi no hablaron se dieron las buenas noches.
Amaneció y ambos se despertaron, Daw salió a revisar el lugar en caso de que no hubiera alguien sospechoso o algún bandido. Terminando su revisión volvió al árbol y vio a Liliet tapada con una tela mientras se bañaba en el lago. Daw solo se volteó para no mirarla.
-No te vendría nada mal un baño- dijo Liliet de espaldas mientras si echaba agua.
-Entonces esperare a que termines- le dijo Daw.
-Como quieras, aunque no me importaría bañarme con un extraño, para no perder tiempo- luego ella salió tapándose la parte de enfrente con la tela -Todo tuyo-
Daw solo espero a que se fuera para quitarse la armadura y meterse al agua. Pasando unos minutos él salió y se colocó su armadura. Salió y Liliet lo esperaba para marcharse y retomar el viaje al siguiente pueblo para reabastecerse.
Tardaron unos minutos en llegar y ya dentro del pueblo se sentían unas miradas sobre ellos, aunque no les importaba.
Entraron a un bar para comer algo y ver si alguien tenía información que les pudiera ayudar. Al terminar sus deberes, salieron del bar y solo caminaron unos cuantos metros cuando un grupo de vándalos los rodearon.
-Aquí no nos gustan los elfos ni los tipos oscuros- dijo uno de ellos -Creo que los tendremos que sacar a patadas de este pueblo-
-¿Tu mandas o solo finges ser importante?- le respondió Liliet.
-¿Con qué derecho te crees de hablarme así, inútil elfo? Las de tu especie solo sirven para aparearse y nada más- dijo el otro mientras la agarraba de cuello. Luego empezó a pasar su mano por su pierna -Y creo que es hora de que te enseñe tu lugar-
Liliet se defendió y sacando el arco le disparo al tipo, matándolo de un flechazo en el rostro. Tres de sus acompañantes sacaron sus espadas y trataron de atacarla, pero Daw los bloqueo a los tres al mismo tiempo, y regresando el ataque, noqueo a dos de ellos y Liliet dejo al otro aturdido con un golpe de su arco. Aún quedaban otros cinco por derrotar, por lo que Daw ataco y Liliet le cubría la espalda.
Derrotaron a tres pero aún quedaban dos más. Listos para el ataque, ambos apretaron más fuerte sus armas, pero sin aviso alguno, los dos tipos empezaron a arder en llamas y nadie sabía de donde venían. Los sujetos cayeron y luego se les acercó un niño pequeño el cual les dio las gracias, y detrás de él había varias personas que decían lo mismo. Al parecer aquellos tipos eran una banda que controlaba el lugar y al matarlos liberaron al pueblo.
Les ofrecieron algo de comida y hospedaje gratis por un tiempo, y ellos aceptaron.
Se hiso tarde y estaban comiendo un postre en la fuente de la plaza. Estaban tranquilos y disfrutaban su comida hasta que llego un joven.
-Muchas gracias por ayudarnos con esos tipos- les dijo el joven.
-No te preocupes, solo hicimos nuestro deber- le respondió Liliet, que tenía un poco de fresa en su mejilla.
-Perdonen mi introversión pero ¿Les podría preguntar algo?- dijo colocando sus manos detrás de la espalda -¿Es verdad que se dirigen al Imperio Oscuro?-
-¿Por qué tu interés?- le respondió Daw.
-Es que me gustaría ayudarlos cómo favor por liberarnos y también quisiera completar mi prueba como mago-
-¡Mago!- dijeron Daw y Liliet sorprendidos. El joven lo afirmo y luego saco de su espalda una varita, la cual empezó a crecer y formo una especie de seto, aunque estaba incompleto.
-Por cierto, mi nombre es Xarot- dijo el joven mago. Liliet y Daw se miraron y empezaron a cuestionarse un poco.
-Entonces Xarot, ¿qué trucos sabes?-
-Yo se muchos. Mis favoritos son ventisca y combustión espontánea. El ultimo lo use contra los dos sujetos contra los que peleaban-
-¿Fuiste tú?- pregunto Liliet, a lo que Xarot afirmo convirtiendo su seto en varita y quemando una hoja de papel que volaba por ahí. Los dos se impresionaron y lo aceptaron en el grupo.
Pasaron dos días y prepararon todo para irse. El pueblo completo esta despidiéndose de su partida y los amigos de Xarot le deseaban suerte en su aventura.
Mientras tanto, en el castillo oscuro, la princesa Lizbet estaba encerrada en un cuarto parecido al suyo pero con coloren más oscuros. Fuera del cuarto había dos sirvientes del mal custodiando la puerta. Ella hablaba con los sirvientes de vez en cuando y, aunque no se habían visto de frente, los sirvientes la trataban bien y con respeto.
-¿Me dejan salir?- dijo Lizbet por enésima vez ese día.
-Nop, tú te quedas adentro- le respondió uno.
-Pero es aburrido estar aquí adentro-
-Creo que traigo un libro. ¿Te gustaría leerlo?-
-¿De qué es?- pregunto cómo una niña. El sirviente lo paso por debajo de la puerta y ella lo vio, era el mismo libro que leía con Daw. Un caballero que rescata a su princesa. Ella empezó a leer y se entretuvo en el libro durante un tiempo hasta que una voz detrás de la puerta le llamo.
-Hola princesa, ¿disfrutas la estadía?-
-Déjame salir, no me gusta estar aquí, por favor-
-No te preocupes, no corres peligro aquí. A demás, Daw viene a salvarte-
-¿Cómo sabes de él?- le pregunto en un tono preocupante.
-Solo digamos que yo sé mucho sobre él- dijo mientras observaba una esfera donde veía a Daw con su grupo de amigos.

Dark Casttle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora