El viaje continuaba y todos estaban cansados por caminar tanto.
Se acercaban a un pueblo donde pensaban quedarse unos días para descansar.
Faltaban unos kilómetros para llegar, pero realmente estaban cansados y sentían que no llegarían, así que todos decidieron que sería bueno descansar un rato más antes de continuar.
Mientras tanto, Lizbet y Alvar estaban paseando por el castillo, como si fuera un recorrido de visitas.
Alvar le mostraba cada parte del castillo mientras le contaba una historia de esta.
Recorrieron gran parte de este y llegaron al jardín. Este era muy grande y viéndolo a detalle, habían tres colores de flores: negras, grises y rojas.
Alvar tomo una pequeña flor de cada color y se las regalo a Lizbet. Ella las olio y el olor de estas era como un hermoso perfume.
-Si las hueles por separado son extrañas, pero todas juntas forman un olor hermoso- luego tomo las manos de ella y se acercó a las flores para olerlas.
-Sabes mucho de flores-
-Realmente no. Todo me lo enseño mi esposa- Todo se llenó de silencio cuando el pronuncio esas palabras y Lizbet se sintió mal.
Entraron a un pasillo y Alvar empezó a mostrarle los retratos de los reyes y príncipes. Le contaba una breve historia de cada uno de ellos hasta llegar con el actual rey, el rey demonio.
Lizbet veía la imagen y le recordaba a alguien, pero no sabía a quién.
-... y bien, aquí terminaría la historia de los reyes-
-Espera. ¿No debería haber un príncipe?-
-Así es. Por desgracia, el rey tuvo que abandonarlo para salvar su vida cuando era un bebe. Sin embargo, el príncipe viene de vuelta a casa, y sabrá como gobernarnos-
-¿Y porque lo abandono?-
-Fue durante el ataque de los tres reinos. El rey lo dejo en el bosque para salvarlo del ataque, pero a causa de esto, alguien se llevó al bebe y lo crió como suyo-
-¿Y eso cuando paso?-
-Hace unos veintitantos años-
Lizbet se puso reflexiva. ¿Cómo era posible? Diez reinos contra uno, y todavía tienen esperanza de seguir adelante. Realmente no lo podía creer, parecía que los verdaderos monstruos eran los diez reinos, no el reino oscuro.
Pasaban los minutos y uno a uno se iban levantando para partir y en unas horas llegaron al pueblo.
Todos se separaron como siempre para explorar el pueblo y encontrar puntos de interés, en especial porque estarían unos días ahí.
Todas las chicas (menos Blup) fueron a pasear por todos los mercados en busca de cualquier cosa para comprar, desde armas hasta algún lujo que quisieran, y durante el camino empezaron a conversar.
Brais estaba en un bar y con él se encontraba Blup, la cual había estado siguiéndolo por mucho tiempo. Los dos estaban en un modo retador con el otro, pero esa actitud fue desapareciendo conforme tomaban varios tarros de cerveza.
Xarot estaba paseando solo por las calles, y con un rostro triste él trataba de recordar algún buen recuerdo.
-¡HEEYYY! ¡XAROT!- le grito Liliet desde el otro lado de la calle. Luego se despidió de Gadea y Yamilet para acercarse a él -Que bueno que te veo-
-¿Paso algo?-
-Nada, solamente quería darte un regalo- acto seguido, saco una cajita de una bolsa que traía.
-Gracias-
-Y ya que estamos aquí *tímida* ¿Po... podríamos hablar de un pequeño... asunto?-
-Si, por supuesto-
-¿De casualidad tendrás la poción de juventud?-
-Por supuesto. ¿Para qué la quieres?-
-Quisiera saber si... podría intentar... usarla-
-Por supuesto. Sígueme- luego fueron al mercado, donde Xarot empezó a comprar algunas hierbas.
-¿Para qué son las hiervas, Xarot?-
-Para un té-
-¿Un té?-
-Sí, ¿O quieres tomar la poción directamente?-
-Mejor el té-
Luego de comprar todo, Xarot empezó a preparar el té, y usando un poco de magia vertió la poción dentro de este.
Lili tomo del té y sintió un sabor dulce.
Xarot le pidió que se recostara y tratara de descansar, pero que no se durmiera, a lo que ella obedeció.
Pasaban unos minutos y un aura rosa rodeaba a Liliet mientras ella empezaba a volverse joven.
Xarot la miraba y se asombraba por el resultado, Lili realmente parecía una adolescente como él.
El hechizo se había completado y desapareció el aura rosa que tenía Liliet, y ella abría sus ojos poco a poco mientras despertaba.
-¿Xarot?-
-Hola Lili-
-¿Funciono?- pregunto Lili.
Xarot tomo la mano de ella y la comparo con la suya. Ella se emocionó y lo abrazo.
-¿Y qué te gustaría hacer?- pregunto Xarot.
Lili lo tomo de la mano y lo jalo mientras corrían por las calles.
Se detuvieron delante de un puesto de frutas y compraron dos manzanas. Luego decidieron pasear por la plaza principal mientras reían de varias cosas. Se sentaron en una banca y se quedaron sentados en silencio durante un rato, pero Xarot hacía varias cosas para hacer sonreír a Lili.
Paso una hora y todo el grupo había llegado a la plaza y, cuando vieron a la joven Lili, todos quedaron asombrados. ¿Cómo era posible eso?
Xarot empezó a contar parte de la historia para que ellos entendieran cómo había ocurrido todo.
Yamilet vio a Lili y empezó a frotarle el cabello, haciendo que se molestara, pero eso hacía que se viera más adorable.
La noche llego y todos se fueron a dormir a distintos sitios, quedando únicamente Xarot y Liliet, y cuando él trato de irse, ella lo detuvo jalándolo de la mano.
-¿No quieres venir a dormir?- le pregunto Xarot.
-Solo quería saber si querías dormir conmigo-
-¿Tu y yo? *nervioso* ¿Juntos?-
-No, no quería decir eso, me refería a un árbol. Tu y yo en un árbol-
-Es... está bien por mi-
Liliet empezó a jalar a Xarot hasta las afueras de la ciudad, donde encontraron un gran árbol. Lili empezó a trepar, y detrás de ella la seguía Xarot.
Llegaron a la sima y se prepararon para dormir. Xarot se recostó en una rama, luego Lili se recostó encima de él. Ambos empezaron a ver el cielo estrellado hasta que se durmieron.
Llego el nuevo día y todos se reunieron para reabastecer sus armas y comida. Llegaron a los mercados y empezaron a buscar por varios de ellos para ver que encontraban.
Terminaron sus compras y empezaron a prepararse ya que tendrían que partir mañana, al parecer no podrían quedarse todo el tiempo planeado ya que un mensajero oscuro entrego una carta a Daw en donde el rey decía que se estaba aburriendo de esperarlos.
Este sería su último día en el pueblo mientras Brais y Daw, (y Blup en cierto modo) se encargarían de conseguir un transporte que los llevara rápido al siguiente pueblo. Mientras tanto, los demás estarían disfrutando el día.
Liliet paseaba con Xarot por las calles en busca de nuevas cosas, y mientras se comportaban como niños, provocaban algunos accidentes y escapaban para que no los regañaran.
Mientras caminaban, se encontraron con un guardia real del Castillo de Plata, pero este era algo joven.
El guardia se acercaba poco a poco hasta que los intercepto.
-Buenos días- dijo el guardia mientras los detenía.
-¿Pasa algo?- pregunto Xarot.
-Nada serio, solo venía a hablar con la señorita- luego tomo la mano de Lili.
-¡¿Con... migo?!-
-Por supuesto. Me sorprende que una chica como usted este paseando por estos rumbos sin cuidado-
-Lo siento, pero ya tengo compañía-
-¿Y si mejor dejas a ese mago y vienes con un hombre de verdad?-
Eso hizo enojar a Xarot, provocando que este le diera un fuerte golpe en la cara. No conforme con esto, trato de golpearle de nuevo pero el caballero se defendió con su espada y luego corto a Xarot por el pecho. Xarot sangraba un poco, pero eso no lo detuvo para seguir peleando contra aquel guardia, y de una manera impensable, Xarot se lanzó contra el guardia y entre los dos empezaron a golpearse.
Lili se acercó para detenerlos, pero en su acto, el guardia la golpeo y luego la lanzo contra el suelo. Xarot se enojó más y decidió acabar con él. Sin pensarlo, congelo las piernas del guardia y de inmediato le dio una patada que lo dejo en el piso.
Cuando él se acercó para darle un último golpe, este se lanzó contra él y lo dejo tirado en el suelo. El guardia se colocó encima de él y desenfundo su espada.
-Espero que sepas quien manda después de esto, bastardo- luego empezó a levantar su espada para clavarla en el cuello de Xarot.
-Deja el arma y lárgate- le dijo Lili mientras le apuntaba con su arco y una flecha lista.
El guardia no tuvo de otra más que irse.
Liliet levanto a Xarot y luego se fue caminando. Xarot la empezó a seguir pero ella se había enojado con él.
Liliet se detuvo en una pequeña colina fuera del pueblo y se sentó. Después de ella, Xarot se sentó a su lado, y estaba algo preocupado.
-Eres un idiota-
-¿Por qué?-
-¿Cómo se te ocurre pelearte con un guardia?-
-Él empezó-
-Pero no debiste golpearlo solo porque te insulto-
-No le pegue por eso-
-¿Entonces?-
-*silencio* No quería que te llevara-
-¿Qué?-
-Y él no tenía derecho a tratarte así-
-Aun así, no tenías por qué pelearte?-
Los dos se quedaron un rato en silencio hasta que el sol empezó desaparecer, y la mano de Liliet empezó a brillar en rosa.
-El hechizo ya se está acabando, ¿verdad?-
-Sí. Te dije que no sería duradero-
-Es una pena-
-Lo sé, ¿pero porque querías regresar a ser joven?-
-Quería pasar tiempo contigo- dijo ruborizada.
-Para eso no era necesaria una poción-
-Gracias por todo, Xarot. Me gustó mucho volver a ser joven-
-Haría cosas más importantes por ti, Lili-
El brillo rosa empezaba a cubrirla por completo y el hechizo empezaría a transformarla.
Lili tomo las manos de Xarot y lo beso instantáneamente. La transformación ya estaba empezando, pero ninguno de los dos quería separar sus labios.
El sol se escondió por completo y Lili había vuelto a la normalidad.
Separaron sus labios y no pudieron evitar mirarse a los ojos.
Se sonrojaron y decidieron recostarse bajo el cielo estrellado, y tomados de las manos, ambos quedaron dormidos.
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Dark Casttle.
FantasyEn un mundo de criaturas fantasticas donde existen dragones, aparece un caballero dispuesto a rescatar a la princesa secuestrada por el imperio oscuro. Sin embargo, esta historia no es la tipica historia donde el caballero salva a la princesa y son...