Daw y Brais solo lograron conseguir tres caballos, por lo que tendrían que compartirlos, y Gadea tendría que ir corriendo detrás de ellos mientras llevaba a alguien.
Una vez se organizaron todos, empezaron a avanzar a un paso acelerado.
Mientras recorrían el camino, un grupo de bandidos formo un bloque adelante de ellos y cuando vieron este, ellos aceleraron el paso y atravesaron el bloqueo de un salto.
Los bandidos, al ver que su plan no funciono, subieron a sus caballos y empezaron a perseguirlos. Cuando se dieron cuenta, eran diez caballos los que estaban detrás de ellos.
Gadea trato de ayudar, y cuando se acercó a ellos, logro derribar a uno de una patada pero eso provoco que ellos se molestaran y empezaran a dispararles con flechas.
Xarot trato de usar magia contra ellos pero al parecer no era efectivo, y sin muchas opciones, tomo el arco de Liliet y trato de atacarlos, pero su puntería no era muy buena.
Daw le encargo a Brais que se encargara de alejarlos lo más que pudiera mientras él y Yamilet distraían a sus perseguidores.
Daw comenzó a hacer movimientos aleatorios para confundirlos mientras Yamilet lo cubría por la espalda.
Los bandidos empezaron a disparar más flechas y Yamilet trataba de bloquearlas todas pero una de ellas se enteró en su pecho. Daw la miro y entregándole el control del caballo le dijo que se reuniera con los demás. Acto seguido, salto del caballo y espero a que se acercara uno de los jinetes para robarle el caballo. Él desenfundo su espada y cuando el objetivo se acercó, ataco con esta y partió en dos al asaltante. El caballo quedo sin jinete y Daw lo tomo para escapar. Una vez que los perdió de vista, Daw continúo con su trayecto, pero antes de llegar con el grupo vio a Yamilet en el caballo.
Daw la detuvo y sin perder tiempo miro la flecha enterrada en su pecho. Le quito la flecha y luego la armadura para ver su herida. Por fortuna no era algo serio pero ella no podía moverse mucho.
Yamilet le decía que no tenia de que preocuparse, pero Daw no podía evitarlo, el necesitaba y quería ayudarla.
Cuando Yamilet logro convencerlo continuaron con el recorrido.
Fueron a un paso calmado, y cuando los demás los vieron llegar fueron con ellos para comprobar que estuvieran bien.
Xarot vio la herida de Yamilet y se ofreció a curarla, pero necesitaría unos minutos para hacerlo bien.
Una vez terminada la sesión de curación, todos retomaron el viaje, pero esta vez irían más despacio para evitar otra sorpresa.
Después de unas horas llegaron al pueblo donde devolvieron los caballos, y uno extra que logro conseguir Daw.
Ya en el pueblo, todos decidieron descansar un poco, comer y luego reunirse para continuar con el viaje.
Paso la tarde y todos se encontraban reunidos en el centro del lugar comiendo un postre para calmar todas las cosas que acababan de pasar.
Salieron del pueblo y todos empezaron a hablar de un sin fin de cosas sin sentido simplemente para pasar el rato. Sin embargo, Daw se comportaba de una manera rara, como si estuviera desanimado o algo similar, pero el casco no dejaba ver su rostro, sin embargo, la forma en la que se movía no era muy normal.
-¿Te encuentras bien, Daw?- le preguntaron.
-Claro que si-
-No lo pareces-
-Créanme, tal vez comí algo raro-
-¿Enserio no te sientes mal?-
-No, tal vez un poco pero no creo que sea grave-
Todos continuaron caminando, pero algo en Daw les inquietaba y había cambiado la atmosfera del entorno.
Después de unos pasos, Liliet los detuvo para descansar en un pequeño valle con un gran lago donde podrían descansar.
Todos se acercaron al lago y se dispusieron a disfrutar su tiempo libre antes de volver a caminar.
Todo estaba calmado y tranquilo, incluso agradable, Xarot y Blup jugaban con unas ramas que estaban tiradas. Por su parte, Gadea, Yamilet y Lili hablaban sobre varios temas y cosas, como su vida y del viaje, y para hacer la conversación más interesante, las tres se pusieron el reto de revelar uno de sus mayores secretos.
Daw estaba sentado cerca de la orilla del lago mientras hacía figuras en el suelo con su espada.
Brais y Froilán hablaban sobre asuntos de ellos hasta que vieron a Daw. Ambos se acercaron a él y sin llamar su atención, trataron de ver los dibujos que el hacía.
No se veían muy bien, pero fácilmente se podía reconocer un corazón.
-¿Ya estas mejor, joven?- le pregunto Froilán.
-Sí. Gracias por preguntar-
-¿Qué fue lo que te sucedió?-
-Creo que fue la comida...-
-Eso es mentira. Se nota que no sabes cómo mentir, además, tu y yo ordenamos el mismo plato-
-Ok, la comida tal vez no me enfermo-
-¿Entonces que fue?- pregunto Froilán.
-Solo son vagos recuerdos-
-¿Uhh?-
-No me hagan caso, es algo de poca importancia- después se levantó y empezó a borrar los dibujos con su pie para luego irse.
Brais y Froilán no entendían lo que paso, y únicamente vieron cómo se marchaba.
Pasaron unas horas y Lili reagrupo a todos, pero el único que faltaba era Daw. Lo esperaron durante un tiempo pero este no aparecía por lo que fueron a buscarlo.
Se dispersaron para cubrir más terreno y encontrarlo rápido.
Se adentraron a un bosque cercano, pero no había pista de él. Sin embargo, lo que encontraron dentro de este era un poco extraño y aterrador. Habían arboles caídos y otros con golpes y cortes. Estos parecían proceder de alguna bestia, pero al mismo tiempo podrían ser de alguna persona, pero había algo extraño con uno de los árboles, este parecía haber sido golpeado con puño de fuego ya que el área de impacto estaba quemada.
En ese instante escucharon a un dragón volando encima de ellos. Todos se escondieron ya que aquel dragón era el mismo que los había atacado cuando pelearon contra el ejército de bandidos, pero el dragón no vino a atacarlos, simplemente pasó sobre ellos y aterrizo al otro lado del lago.
Todos lo vieron recostarse y bostezar. Luego un hombre salió de los árboles cercanos para acariciar al dragón como si fuera su mascota.
Ellos vieron esa escena, pero el sol del atardecer no les permitió verlo a detalle.
Después de que ellos empezaron a acercarse, el dragón empezó a volar y se fue ocultándose en las nubes, y cuando la vista de ellos se dirigió al sujeto, este había desaparecido.
A los pocos segundos de haber pasado eso, Daw salió de la misma barrera de árboles desde una parte más cercana a ellos.
Todos se acercaron corriendo a él y Yamilet lo abrazo, a lo que Daw le regreso el abrazo.
Cuando le preguntaron a Daw sobre donde estaba, él contesto que dormía entre los árboles cuando escucho al dragón. Él se levantó y fue a ver qué pasaba.
Luego Gadea pregunto si había visto al hombre que estaba con el dragón, a lo que Daw respondió que era un hombre de ropas simples, pero que en verdad era un príncipe, y tampoco cualquier príncipe, él era el príncipe demonio.
Todos se sobresaltaron cuando escucharon eso, pero no parecía un demonio cuando lo vieron, a lo que Daw les explico que solamente era un sobrenombre y que en realidad el príncipe era un humano. Eso era algo que el había aprendido a principios de su viaje.
Dejando ese tema atrás, recobraron el viaje en medio de la noche.
Todos caminaban tranquilos y hablaban sobre cualquier cosa, y aunque Daw parecía no estar completamente bien, esta vez él sonreía y se divertía con los otros, pero detrás de él escondía una carta que pretendía leer a solas.
Mientras tanto, Lizbet y Alvar estaban en el balcón del castillo observando el cielo estrellado mientras él le contaba varias historias de todo el reino.
Lizbet apoyaba su cabeza en el hombro de Alvar, y este le contaba más historias que hacía que los ojos de ella se iluminaran.
Miraban las estrellas y mientras las observaban, una estrella fugaz cruzo el cielo.
-¡Aaaaaa! ¡Una estrella fugaz!-
-¿Es la primera vez que ve una, princesa?-
-Sí. Jamás pensé que vería una en mi vida-
-¿Ya pediste tu deseo?-
-¿Cuál deseo?-
-Dicen que si vez una estrella fugaz, tienes que pedir un deseo, y si lo pides con muchas fuerzas, este se cumplirá-
-¿Enserio?-
-Si-
-(Pide un deseo, pide un deseo. Vamos, que podrías pedir, piensa, piensa)-
-Tranquila, princesa. Estoy seguro que pedirás lo que más quieres-
-¿Ehh? ¿Lo que más quiero?-
-¿Qué es lo que más quieres?-
-No lo sé, ¿y tú?-
-Yo ya pedí mi deseo- luego miro a Lizbet y recordó a su fallecida esposa. Había algo en ella que le recordaba a su esposa. Sus ojos, su sonrisa, su actitud, incluso la forma en la que ella se comportaba con él eran semejantes.
Alvar no podía dejar de mirarla, y en cada momento él sentía como algo dentro de él renacía. Era la primera vez en mucho tiempo en la que su sonrisa no escondía dolor.
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Dark Casttle.
FantasyEn un mundo de criaturas fantasticas donde existen dragones, aparece un caballero dispuesto a rescatar a la princesa secuestrada por el imperio oscuro. Sin embargo, esta historia no es la tipica historia donde el caballero salva a la princesa y son...