Preparándose para pelear.

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El caballero observo todo el escenario y sintió un remordimiento por todos los soldados caídos de ambos bandos, pero ese fue el sacrificio para salvar al reino oscuro.
El caballero negro ordeno que regresaran y que tomaran las cosas de los seis elegidos.
Todos se retiraron y solo quedaban él y el cadáver de su antiguo amigo. Tomo la armadura de él y luego su espada. Quedo totalmente arrepentido y tomando ambas espadas las lanzo lo más lejos posible.
Con la armadura negra sobre él y la armadura blanca entre sus brazos, regreso caminando hasta su nuevo hogar en el castillo oscuro, dejando atrás a su viejo amigo, el caballero blanco.

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-Caballero blanco- después se quitó el casco y dejo al descubierto su rostro, provocando que todos se quedaran sin palabras.
Se acomodó su cabello azul y miro a todos mientras ellos lo miraban a él. Unos con frustración, otros con odio, con tristeza, con miedo, con susto, y con desilusión.
Daw le entrego el casco a uno de sus soldados y con una mirada firme y seria se acercó hacia los reyes.
-Rey Demonio, le presento al rey Arnol. Rey Arnol, le presento al rey demonio, mi primer padre-
Cuando pronuncio eso, toda la gente de los diez reinos se llenó de todos los sentimiento posibles, en especial el rey.
-¡¿Qué dices?! ¡¡Yo te crié!!-
-Fueron los dos. Desde niño él me mostró que era mi primer padre, y usted fue mi segundo padre, quien me ayudo, cuido y protegió, y por eso le agradezco pero tarde o temprano tenía que cuidar a mi pueblo natal-
-¡Deja de bromear! Está claro ese tipo te lavo la cabeza-
-Invasión de los tres reinos, bosque oscuro, tú salvaste a un bebe indefenso, un bebe que fue llevado al bosque para protegerlo del ataque, ese bebe era el hijo del rey, y ese niño era yo-
En ese instante, el corazón del rey quedo hecho pedazos, y tirándose al suelo se puso a llorar de tristeza.
Daw quiso calmarlo pero los soldados plateados se lo prohibieron.
Empezó retroceder y se dirigía al dragón, pero en eso, uno de los guardias del rey trato de atacarlo, sin embargo, Daw esquivo el golpe, y sin esfuerzo, desarmo al guardia y lo lanzo. Otro guardia trato de hacer lo mismo, obteniendo el mismo resultado que el primero.
Brais se enfureció y también trato de atacarlo, pero Daw bloque sus golpes, y brincado en sus hombros dio un salto que dejo a Brais en el suelo. Liliet trato de defenderlo pero al lanzar una flecha, Daw la tomo y girando sobre él la lanzo contra ella y rompió su arco. Xarot trato de atacarlo con un hechizo pero Daw utilizo un poder de rebote que le regreso todo su ataque a Xarot. Gadea y Froilán decidieron atacar al mismo tiempo para confundirlo, pero fallo totalmente cuando Daw inutilizo el robot con un espadazo para trepar sobre él y correr por el cuerpo de Gadea hasta su cabeza y de una patada tirarla hacia el suelo.
Él aterrizo de pie y dando la vuelta hacia su dragón empezó a caminar hasta que una voz lo detuvo.
-No te muevas- le dijo Yamilet detrás de él con su espada desenfundada.
-Ambos sabemos que no lo harás-
-¿No me crees?-
-Sé que no me matarías-
-¡Enfréntame!-
-Aun no, caballero blanco-
-¡¿Por qué no?!-
-...-
-¡¡¡MENTIROSO!!!- luego lo ataco pero él lanzo su espada con otro ataque y la tomo de los hombros. Ella empezó a forcejear con él, pero Daw no la soltaba.
Mientras peleaban, Daw la tomo por la espalda y la beso repentinamente. Ella empezó a llorar, y con todas sus fuerzas logro separarse de él. Ella tropezó y cayó al suelo mientras miraba a Daw con ojos llorosos.
Él se alejó mientras los demás fueron a ver si Yamilet estaba bien. Ella lloraba cuando Daw había llegado a su dragón y antes de trepar se detuvo y levanto su cabeza.
-Sabía que esto pasaría. Familiares, compañeros y amigos, todos me odiarían simplemente por quien soy, pero contigo pensé que podría ser distinto. Cuando me dijiste todas esas palabras en el bosque pensé que realmente me amarías bajo cualquier circunstancia, pero veo que no, veo que te enamoraste de la armadura, no del portador-
Dicho esto, todas las tropas oscuras se retiraron por portales mágicos, desapareciendo en su totalidad de la zona. Lo único que no se llevaron fueron siete cajas.
Algunos soldados fueran a revisarlas y cuando las abrieron, dentro de ellas habían armas, objetos y ropas raras, y cada una traía una nota.
La primera traía una vestimenta verde y ligera con una capucha. Debajo se está había un arco de acero con varias flechas que desprendían unos brillos de colores según el hechizo que portaban. La nota decía, "Para la nueva Cazadora de Monstruos, Liliet"
La segunda caja contenía una túnica morada y grande con cintas doradas para la cintura, y con ella había un sombrero de mago antiguo y la nota que lo acompañaba decía, "De Xarot, el futuro Gran Hechicero"
La siguiente era una caja un poco más pequeña. En ella había una espada y dos dagas afiladas. También había una máscara de bandido y unas ropas superiores de noble, las cuales tenían una nota adentro, "Del agente encarnado como Asesino de sombras, Brais"
La siguiente tenía una armadura pequeña de madera, mientras que el resto de la caja estaba lleno de máquinas y armas pequeñas, como el lanza flechas solitario (un arma antigua que disparaba ráfagas de flechas únicamente por el movimiento de una palanca). La nota que tenía decía "Del Duende Ingeniero para Froilán"
Una más grande contenía una armadura ligera grande. Estaba hecha de una aleación de acero con oro. Con esta había un hacha de combate gigante y la pequeña nota que decía "Gadea, igual de grande que el Ciclope de Guerra"
Una cajita que también había, al abrirla, únicamente tenía un orbe que brillaba en varios colores y su curiosa nota solamente decía "Bu blum Blup, bum plup Blumm Plub"
Ya todos tenían un regalo, pero aun sobraba una caja. Yamilet se acercó con miedo a esta y cuando la abrió vio una reluciente armadura plateada con la siguiente nota. "Para la reencarnación de Caballero Blanco, Yamilet"
Al leer esto, ella destrozo el papel y salió corriendo hacia la ciudad atravesando las filas de soldados.
Liliet y los demás fueron a buscarla así que se dispersaron para buscarla.
En el castillo oscuro, todas las tropas empezaron a alistarse mientras los generales arreglaban todos los preparativos.
Daw entro al castillo, y mientras los criados festejaban el regreso del príncipe, él paso de largo toda la celebración y adentrándose en el castillo se arrincono en una esquina y con furia lanzo su casco al suelo y se sentó.
Empezó a llorar y después de un gran rato, un niño lo encontró y este se sorprendió al verlo.
-¡Woooooow! Un príncipe-
-Hola, ¿qué sucede?-
-¿Usted no ha visto a la princesa?-
-¿Princesa?-
-Si, la amiga de papá. Es que queremos jugar con ella pero no la encontramos-
-Me temo que no-
-Bueno, ¿si la ve puede decirle que la estamos buscando?-
-Claro-
El niño se fue feliz mientras buscaba a la princesa y eso pinto una sonrisa en el rostro de Daw pero no duro mucho ya que otra vez se decayó.
El rey estaba paseando cuando vio a Daw en el suelo. Les pidió a sus guardias que se retiraran y luego se acercó a él.
-¿Pasa algo?-
-No es nada, no te preocupes-
-Cuéntame lo que pasa, sabes que soy tu padre-
-Enserio, no te preocupes-
-¿Es esa chica?-
-...-
-Los comandantes conocen a varias mujeres que estarían dispuestas a casarse contigo-
-*murmurando* Para mí solo existe ella-
-Sé que es difícil pero debes aceptar que ella es el enemigo-
-Lo sé, pero en serio la amo. ¿Por qué teníamos que ser el caballero negro y blanco?- decía con lágrimas en los ojos.
-Entonces gánate su corazón de nuevo-
-¿Cómo? Ella ha de odiarme en este momento-
-Tu sabrás cómo, después de todo siempre tienes un plan- luego se levantó y continuo con su recorrido por el pasillo mientras Daw reflexionaba lo que le había dicho.
Por su parte, el grupo y varios guardias buscaban a Yamilet por toda la ciudad y sus alrededores.
Lizbet entro al castillo y mientras recorría los largos pasillos, un sonido de llanto empezaba a inundar el lugar. Ella fue a revisar y encontró a Yamilet llorando en la esquina de un pasillo, y sostenía un amuleto que nunca antes había visto.
Se acercó y se sentó frente a ella para luego tomar sus manos y secarle algunas lágrimas.
-¿Qué fue lo que te paso?-
-¡No quiero ser el caballero blanco! No quiero-
-Pero al principio tu ibas a liderar el ataque-
-Pero era porque quería salvar a Daw, no matarlo-
-Si, Daw fue un buen amigo, pero nos traiciono...-
-No es cierto- dijo mientras se limpia los ojos -Él aun es bueno, y si realmente nos quisiera matar, lo hubiera hecho hace tiempo, y tampoco nos habría dado esos regalos-
-Pero a ti no te dio ninguna espada, solo la armadura-
-Pero me regalo este amuleto, y en el fondo sé que él tampoco sería capaz de lastimarnos-
-¿Estas segura?-
-Claro-
-¿Y cómo lo sabes?-
-En el bosque, él me había dijo que cuando supiera la verdad lo odiaría, pero realmente le dije que lo amaría sin importar que. Sus ojos tiernos y llorosos me dejaron ver que sería incapaz de lastimar a los que ama-
-Y eso...-
-Pero, cuando regreso y dijo que me había enamorado de la armadura y no de él, aunque no viera sus ojos, sabía que le había roto el corazón. Solo espero que no crea que lo odio-
-Tranquila, no creo que eso pase-
-¿Lo crees?-
-¿Cuándo me he equivocado?-
-Tienes razón- luego se limpió el rostro y se levantó.
-Mañana será el gran día así que porque no vas a preparar tu armadura-
Después de eso, ambos bandos se alistaron y pasando la noche ambos ejércitos estaban en bandos extremos del campo de batalla, armados con todo tipo de armas y maquinas bélicas, esperando el grito de guerra para empezar la masacre.

Dark Casttle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora