Dark Casttle.

Dentro del grupo.

Un monstruo furioso estaba atacando una ciudad, y nuestros aventureros peleaban contra él.
La batalla era feroz y muy destructiva. El monstruo realmente era fuerte y resistente, y no se dejaría matar fácilmente.
Gadea lo atrapo entre sus brazos y piernas, pero no soportaría demasiado, ya que el monstruo se movía muy bruscamente. En ese momento, Yamilet y Daw se abalanzaron contra él y enteraron sus espadas en su corazón provocando que este empezara a sangrar, pero eso no lo iba a matar. Lili lanzo una flecha ígnea por detrás mientras Froilán le daba varios golpes en la pierna. Luego Brais le clavo sus dagas en la espalda y Xarot clavo su seto en el cuello de él.
El monstruo ya estaba debilitado, y Gadea le dio un último golpe con el que lo derivo dejándolo muerto totalmente.
Xarot subió encima de este y colocándose en posición heroica empezó a observar al horizonte.
-Y fue hoy, cuando el gran y poderoso mago Xarot, derroto por su cuenta al más peligroso monstruo de todos los reinos y...-
-¡Ya baja de ahí!- gritaba Brais
-(¿Cómo fue que se unió con nosotros?)- pensaba Gadea.
Xarot bajo y Liliet le dio un pequeño golpe en la cabeza con su arco.
Ahora, Brais subió al monstruo, y con una espada, empezó a cortarlo para sacarle varias de sus partes, las cuales podría vender en un mercado.
Dejaron al monstruo y continuaron con el camino, donde esperaban encontrar un pueblo, ciudad o campamento, ya que estaban agotados, y realmente querían descansar después de derrotar a varios monstruos que habían encontrado en el camino.
Los únicos que aun tenían un poco de energía eran, Froilán, Liliet y Daw. Todos los demás estaban realmente agotados y muy cerca de colapsar.
Xarot había gastado mucho mana y Liliet le había dicho que no lo esperarían si este se cansaba o detenía, así que se acercó a Gadea y se sentó en su pie para no tener que caminar y para no quedarse atrás.
Continuaron caminando y Brais reviso un mapa que tenía y vio que estaban cerca de una ciudad mixta, muy popular y con grandes comercios.
Estaban por llegar, pero Yamilet estaba realmente agotada, y en silencio se desmallo, pero Daw se había dado cuenta y evito que ella se golpeara en el suelo.
-¿Estas bien?- pregunto Daw.
-*cansada* Si, si. So... lamente estoy... cansada-
-Déjame ayudarte- luego él, la apoyo en su hombro hasta que llegaron a la ciudad.
Lanua, ese era el nombre de la gran ciudad.
Había varios puestos de armas y comida, donde vendían pescado, frutas, dulces, comidas exóticas, entre otras cosas.
Todos se juntaron en la plaza, y viendo la cantidad de gente, sabían que si querían pasar la noche en la ciudad, tendrían que encontrar un lugar para dormir, y eso sería difícil ya que el lugar estaba saturado, y lo más probable era que todas las posadas estuvieran llenas.
Empezaron a buscar por todas las calles, pero en cada lugar les decían lo mismo, "no hay más habitaciones."
Yamilet empeoraba, así que Daw y ella se apartaron del grupo, y se sentaron en una banca.
Daw compro agua y frutas para Yamilet, con la esperanza de que se recuperara, pero ella seguía sin energía y tal vez estaba enferma, pero no presentaba ningún síntoma por lo que esa posibilidad era poco probable.
Pasaron unos minutos y Yamilet se sentía mejor, pero aun no podía dar todo su potencial.
-Realmente estas agotada-
-No es cierto, aun puedo dar más-
-Necesitas descansar, y ya se está haciendo de noche. ¿Los chicos habrán encontrado un hospedaje?-
-Vamos a ver- luego intento levantarse, pero no podía.
-Yami, ¿tienes ropa debajo de la armadura?-
-¿Qué?-
Daw empezó a desarmarla, empezando por los brazos, luego las piernas y terminando con el peto de acero.
Ella vestía un pantalón corto y una playera blancos sencillos, y con su casco en las manos, ella se levantó y tenía ruborizado su rostro.
Estaba realmente linda con la ropa que traía, pero sentía vergüenza por estar vestida así en público.
Daw empezó a quitarse su armadura, y cuando solo le quedaba su pantalón y playera blancos simples, sonrió y Yamilet solamente desvió su vista de él.
Froilán llego y les dijo que habían encontrado un lugar, pero había un problema.
Los tres caminaron hasta que llegaron a la posada, y ya reunidos todos, Lili explico el problema, y este era que, solo habían dos cuartos disponibles, uno normal pequeño y otro matrimonial.
No sabían que hacer, pero Brais obtuvo una idea al instante.
-Creo que ya sé cómo resolver esto.
Primero, no encontramos un lugar para Gadea, pero en el camino había un rio, y la tierra que este cerca de este será suave, por lo que ella podría dormir por ahí ya que también está acostumbrada a dormir bajo las estrellas.
Encontramos a un amigo de Froilán que nos dijo sobre este lugar *dirigiéndose a Froilán* por lo que podrías preguntarle si podrías pasar una noche en su casa, ¿eso si están de acuerdo?-
-Muy bien- afirmaron Gadea y Froilán.
-Xarot se podría quedar en el cuarto pequeño, y Liliet, sin ofender, podría dormir en el sillón de la sala principal, ya que siento que sería la única con la habilidad suficiente para acomodarse en él-
-Yo acepto- dijo Xarot.
-No hay ningún problema- respondió el dueño.
-Si me dan una cobija aceptare- contesto Liliet.
-Y ahora, Daw y Yamilet, al quedar solo una opción disponible, ustedes compartirán el cuarto matrimonial-
-¡¿QUE?!- respondieron Daw y Yamilet al mismo tiempo.
-Ahora que no hay problemas, nos podemos ir a dormir-
-¿Y tú dónde dormirás Brais?- pregunto Gadea.
-No se preocupen, yo buscare un lugar a fuera para dormir-
Todos se fueron a sus lugares para dormir, y cada quien se preparó.
Lili se acobijo en el sillón, y Xarot en la cama. Gadea busco el mejor lugar para acostarse y dormir mientras Froilán se acomodaba en la cama de huéspedes de su amigo.
El único problema era con Daw y Yamilet. Ellos no estaban acostumbrados a dormir con alguien, y menos con alguien como ellos.
Daw ya estaba listo para dormir, solo faltaba entrar al cuarto y acostarse.
Él entro y vio frente a él a Yamilet avergonzada con su ropa para dormir, y ella se trataba de cubrir con sus brazos.
-No... no me mires tan fijamente-
-Este... yo no te... miraba...-
-Pervertido- luego se dieron la espalda.
-¿Entonces tu dormirás en la cama, y yo en el suelo?-
-No, yo dormiré en el piso y tú en la cama-
-¿Por qué? Yo quiero que tú duermas en la cama-
-Pero yo no quiero que duermas en el piso- le dijo Yamilet tímidamente.
Sin pensarlo, Daw la tomo de la mano y la jalo hasta la cama y luego la recostó en ella.
-Te dije que no te dejaría dormir en el suelo-
-*acomodándose en la cama* Y tú tampoco lo harás-
-¿Qué crees que haces?-
-Si seguimos discutiendo, los dos dormiríamos en el suelo-
-¿Pero? Tú y yo... no estamos casados-
-Pero podemos dormir los dos. No importa si somos compañeros, amigos, novios o...-
-*se sonroja* (¿Novios? ¿Ser la novia de él? No, no podría haber dicho eso, ¿o sí?
No, no es verdad, de seguro estoy loca. Él no me diría algo como eso, ¿o es que yo...? No no no no...)
-*se sonroja* (¿Novios? ¿Enserio dije eso? No, de seguro no lo pensé. Yo no le pude decir eso apropósito, ¿o sí?
¿Y si piensa que me gusta? Ella no me puede gustar, ¿o es que siento algo por...?
Pero no me puedo enamorar, pero ella. No, no no no...)-
-(¿Y si de verdad me gusta él? No, en que estoy pensando, él no me puede gustar. Daw y yo somos amigos y no nos conocemos completamente. Pero él ha sido tan bueno conmigo. No, él no. Tal vez confundí todo, pero ¿si le gusto?)-
-(Es linda, pero realmente no puedo sentir algo por ella. De seguro estoy cansado, pero otra vez le hable así, y cuando ella se pone roja, realmente se ve...)-
-Daw/Yami, tu...- dijeron al mismo tiempo.
-Este... que tengas linda noche-
-Igualmente-
Se fueron a las orillas de la cama y su único pensamiento fue -(Tonto / Tonta)-
La noche pasaba, y poco a poco, Daw se acercaba a Yamilet mientras dormía, y Yamilet se acercaba a Daw mientras este dormía. Los dos se acercaban hasta que Yamilet subió al pecho de Daw, y de manera inconsciente, los dos se abrazaron.
Mientras tanto. Brais estaba parado en el techo de un edificio mientras comía hierbas de insomnio.
Miraba la luna fijamente hasta que escucho al caballo del mensajero. En ese instante, él salto del edificio y aterrizo a los pies de este.
-Bonita noche, ¿verdad?-
-Claro señor-
-Sí. Necesito que envíes esta carta. Los datos ya están en ella-
-Claro, ese es mi trabajo-
-Y aquí tiene, por aceptar el trabajo-
Brais había sacado una bolsa de oro y se la dio al mensajero.
Este la abrió y quedo asombrado.
-Señor, esto es demasiado-
-La carta lo vale. Ahora apresúrese, o no va a llegar- Dijo Brais mientras se alejaba del mensajero, y a los pocos segundos, se escondió en las sombras de un callejón.