Caballero de plata.

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Se acababan de despertar y aun tenían sueño, menos Xarot, él aun tenia energía.
Caminaron durante unas horas hasta que se detuvieron en un pequeño bosque, donde tomaron agua y recuperaron energía. Después de unos minutos, partieron del lugar y continuaron su trayecto, pero después de unas horas, en el mismo lugar, alguien con armadura plateada y reluciente llego y recogió un amuleto que habían olvidado.
Los tres aventureros se dirigían a su siguiente destino, una ciudad grande donde se dice esta una de las más grandes mazmorras y uno de los coliseos más importantes. Entraron a la ciudad y un ciudadano salía de ella corriendo y gritando que el monstruo había escapado. Ellos entraron y varias casas estaban en llamas y habían arboles destruidos. Varios soldados corrían hacia la plaza. Los tres decidieron seguirlos y cuando llegaron vieron la gran batalla entre un monstruo de cuatro brazos y apariencia de minotauro, el cual mataba a los soldados en filas y no le podían rasguñar.
Xarot lanzo un hechizo ralentizador y fue ahí donde Daw y Liliet atacaron. Daw salto para clavarle la espada y Liliet lanzo una ráfaga de flechas. Los demás soldados se unieron y lograron lastimarlo un poco, pero el hechizo perdió parte del efecto, y el monstruo lanzo a todos al suelo. Daw se trataba de recuperar y cuando logro ponerse de pie, un caballero con armadura plateada paso a un lado de él y en una embestida ataco al monstruo. Parecía ser buen peleador, pero el monstruo lo superaba por lo que Daw se acercó y lo ayudo en la pelea.
Los dos empezaron a debilitarlo por lados distintos y el monstruo empezaba a tambalear, pero seguía dando golpes y con un hacha que tenía trato de golpear al caballero plateado, pero Daw bloqueo el golpe y el caballero trepo por su brazo para cortarle los ojos, dejándolo ciego y tomando ventaja. Luego Xarot invoco unas cadenas con las cuales ato al monstruo al suelo y Liliet se lanzó con una daga contra él, clavándosela en la espalda y domándolo en cierta forma para facilitar el ataque de Daw y los soldados.
El monstruo resistía los golpes y luego rompió la cadena y volvió a lanzar a todos contra el suelo, pero esta vez Daw se levantó rápido, y teniendo al lado al caballero fueron corriendo contra el monstruo y lo rodearon, y cuando este se dio la vuelta, los dos iban corriendo contra él y en un ataque cruzado lo asesinaron. Luego, ellos dos se desmallaron y quedaron inconscientes. Cuando los dos volvieron en sí, estaban recostados en unas camas de un lugar que estaban usando como hospital para varios soldados
Tenían el torso y la parte baja envueltas en vendas. Cuando despertó Daw, Liliet y Xarot lo observaron. Él pregunto sobre lo ocurrido y cuando le contaron que había asesinado al monstruo con el otro caballero, él pidió verlo para agradecerle. Liliet y Xarot solo se movieron para que Daw pudiera ver al caballero que estaba en la camilla de a lado. Era una hermosa chica de cabello naranja largo que estaba viendo al techo del lugar. Daw le agradeció y ella solo movió un poco su cabeza para verlo y luego regreso su vista al techo sin decir nada.
Mientras los soldados se recuperaban, Liliet y Xarot salieron a ver si encontraban un lugar para comer o descansar después de tal brutal batalla, la cual fue provocada por un monstruo que escapo del nivel 23/100 de la mazmorra.
Durante unas horas se la pasaron paseando hasta que encontraron un lugar donde compraron comida. Después de eso fueron a un lugar apartado de la destrucción donde descansaron en una banca de madera.
-Xarot, ¿cuántos años tienes? ¿12?, ¿10?, ¿tal vez cinco?- pregunto Liliet.
-Tengo 17- contesto algo molesto.
-¿17? Eres toda una ternura. Me gustaría tenerte de mascota-
-¡Noooo! No seré mascota de nadie-
-Te cuidaría, alimentaria...-
-¡Que no!-
-Ok, creo que me deje llevar, aunque es bueno tener un mago en el equipo, aunque sea principiante-
-Me falta mucho por aprender- dijo medio decepcionado -Pero me volveré un gran mago y derrotare a los engendros malignos-
-Ojala tuviera tu edad, ese entusiasmo, esa energía, la falta de razón al hacer las cosas-
-¿Cuántos años tienes?- le pregunto acercándose.
-230 años-
-¿230? Pero en años elfo eso es joven ¿no?-
-Debería, pero no puedo regresar al pasado cuando aún me divertía- dijo seria.
-Te diré un secreto. Uno de mis maestros se comporta como niño, y cuando le preguntamos el motivo nos dijo que el solo disfrutaba la vida y que preocuparse era la causante del envejecimiento-
-¿Cuántos años tiene?-
-15-
-Maldito mocoso, no me ilusiones así- le dijo un poco molesta mientras él se reía.
-Es broma, cálmate- decía entre risas -Tiene 40, pero es muy activo y dice que reír y disfrutar el momento es lo mejor. Que no todas las cosas son serias-
-¿Entonces debo de tomar todo como broma?-
-No todo, pero saber de qué cosas reírse es difícil de saber- le dijo carismáticamente mientras se acercaba a su oído -Pero, si aún te sientes vieja, un amigo me regalo una poción de juventud, por si alguna vez olvidaba quien era pero, tal vez te gustaría probarla-
-¿Y si funciona?- pregunto curiosa.
-Si funciona podrías regresar a tu niñez o adolescencia, aunque no es eterna ni duradera, pero vale la pena-
-Creo que es hora de buscar un lugar donde dormir, ¿no crees?- fijo cambiando de tema.
Luego se fueron y tardaron un tiempo en encontrar una posada para pasar la noche.
Cuando encontraron la posada, Xarot se fue a un sofá en el cual empezó a dormirse mientras Liliet lo observaba y se cuestionaba sobre lo que dijo.
Llego el día y fueron a ver a Daw. Él ya se estaba poniendo la armadura para partir y continuar el viaje.
Estaban cerca de la salida de la ciudad pero antes una dulce voz los detuvo. Era el caballero plateado y estaba detrás de ellos.
-Creo que es tuyo, caballero- dijo ella mientras le entregaba el amuleto de defensa. Daw lo tomo y lo guardo dándole las gracias a ella de haberlo encontrado, pero antes de continuar, ella los volvió a detener.
-Mi rey los quiere ver, por favor acompáñenme- dijo ella.
-Pero tenemos prisa, debemos llegar al reino oscuro- le contesto Daw.
-No será mucho tiempo, y si ese es el caso tratare de recompensar lo perdido- luego llego una carroza en la entrada del pueblo -El carruaje espera-
Los cuatro se metieron y tardaron unos minutos hasta llegar al Imperio de los Caballeros de Plata. Salieron del carruaje y fueron escoltados dentro del castillo donde los esperaban los reyes. Todos se postraron ante ellos y luego los reyes les pidieron que se levanten.
-Así que los rumores son ciertos- les dijo el rey -Oh, perdónenme. Les doy las gracias por ayudarnos con aquel monstruo, sin su ayuda, el monstruo se habría ido de la ciudad y hubiera destruido otros lugares-
-No se preocupe mi lord, solo íbamos de camino- dijo Liliet.
-Está bien, cualquiera que hubiera pasado se hubiera ido lo más lejos de aquel lugar. ¿Y Daw?, el rey Arnol me dijo que estas dispuesto a ir al reino oscuro, y como favor me gustaría ofrecerte a mi ejército para ayudarte a ti y a mi amigo rey-
-Aprecio su oferta señor- dijo Daw mientras se levantaba del suelo -Pero no quiero que por falta de soldados caiga este castillo. Si atacaron mi reino, lo más probable es que ataquen los demás y sin hombres, este castillo caería rápido-
-Entiendo tu preocupación por los demás, pero al menos déjame prestarte a mi mejor caballero, como agradecimiento por salvar a mi pueblo sin que nadie te lo pidiera- luego se levantó del trono y extendió su mano -Yamilet. Te doy el permiso de salir del reino y acompañar a estos aventureros para traer orden y paz a este mundo en conflicto-
La chica se levantó y dando su afirmación, el rey la integro en aquel grupo de tres. Luego abrieron las puertas del castillo y los soldados los escoltaron pero antes el rey dijo unas últimas palabras.
-Que el Hacedor los acompañe- dicho esto, los cuatro salieron del castillo.
Yamilet era callada y no parecía que quisiera hablar a no ser que alguien empezara a hablar con ella.
Durante la duda y por el rato que la vieron seria, Daw se le acerco.
-¿Entonces te llamas Yamilet?- le pregunto Daw.
-Sí, ¿por qué preguntas?-
-Nada, solo es para conocer a la nueva compañera de viaje, es todo-
-Bien, aunque es irónico- le dijo ella.
-¿Qué es irónico?-
-Yo he escuchado sobre el príncipe azul, pero nunca de un caballero de pelo azul- le contesto. Luego todos empezaron a reír.
Llegaron al final del reino y sus escoltas los dejaron para que ellos continuaran con el largo camino que aún les quedaba.

Dark Casttle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora