27. Voy a vos

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Faltaba tan solo un día para iniciar el nuevo semestre, tenía emoción aunque sentía un poco de ansiedad al saber lo que se me venía encima, vería más materias y los profesores no tendrían tanta compasión con nosotros, cada vez se hacía más difícil pero este era mi sueño y estaría dispuesta a luchar no importaba cuan duro fuese.

Me senté en la cama rendida tras terminar de ayudar con el oficio y los quehaceres de la casa, me di una ducha rápida escuchando música mientras me peinaba, mi mamá entró dejando la ropa doblada para que la metiera en los cajones y el closet.

—Sigue cantando —sugirió sonriente.

Me quejé divertida, —Mamá... 

—Solo le encuentras un verdadero sentido a las canciones cuando estás enamorado o despechado... 

Rodé los ojos negando. —Tengo suficiente con Sofía para que ahora tú me molestes con lo mismo.

Ahora ya no había más tema de conversación, desde la última vez que vino a comer con mis padres justo antes de viajar.

Cambió de canción cuando mi mamá salió, hasta ahora notaba que la mayoría de las canciones que se estaban reproduciendo de mi lista de favoritas realmente eran muy melancólicas y románticas.

"Si querés subíme, móstrame otro lugar... Sin dudar te diré llévame hasta el final, pero no me déjes sin tu amor." 

Mordí mi labio sonriente, jamás creí que alguna vez le dedicaría en silencio una de mis canciones preferidas a alguien, no podía evitar pensar en él, en todo lo que estaba pasando entre nosotros, estos dos meses habían sido los más emocionantes de mi vida, nunca creí que llegaría tan lejos, que me sentiría así, necesitándolo de esta manera, queriendo tenerlo cerca, no nos habíamos visto por solo unos días pero yo realmente no podía esperar a verlo.

Revisé mi celular, mientras él estaba en esa hermosa ciudad caminando por las soleadas calles con la brisa y el paisaje del mar mientras yo estaba aquí haciendo aseo en mi casa y afuera caía una llovizna que no daba tregua, además de odiarlo por hacerme quererlo tanto también lo hacia de envidiosa.

Estaba en Instagram mirando memes en los que Sofía me había etiquetado cuando bajé tanto el inicio que vi una foto de Santiago, la había subido casi en la madrugada, me quedé boquiabierta al verla, no me gustaban las fotos y él lo sabía, cada que me convencía de que nos tomáramos una le advertía que no se la mostrará a nadie, yo creía que los recuerdos más lindos se quedan en tu mente y tu corazón sin la necesidad de registrarlos con un lente pero él me contrariaba diciendo que se podían capturar esos recuerdos especiales en una simple foto.

Pero esta foto no era una de esas, sabía romper las reglas sin hacerlo realmente, como todo un buen abogado en formación, leyendo entre líneas, cruzando por esos diminutos espacios en blanco; estábamos acostados y yo debía de estar dormida para no haberme dado cuenta, realmente no me veía o al menos no toda mi cara, había recostado su mejilla contra la mía abrazándome, se veían los perfiles de nuestros rostros unidos y él era uno de esos que podía convertir la pose más simple en la más artística y profesional, el efecto blanco y negro lo hacia ver más romántico.

Sonreí nerviosa ocultando la cara entre mis manos, al parecer a sus miles de seguidores les había gustado porque tenía muchos likes, podía sentir cuántas maldiciones me habían lanzado y agradecí el hecho de que no pudiesen reconocerme aunque al menos en la universidad todos ya lo deberían saber.

Cuando entré a la habitación para desearle buenas noches a mis papás vi que solo estaba él recostado en la cama viendo atento ese programa de comediantes que decían bromas bastante malas pero que a él parecían divertirle mucho. Todavía no podía creer como es que era posible que Santiago se sintiera intimidado por un señor al que le gustan los chistes malos y se sumerge en las películas de Disney como si se tratara del caso de alguna investigación.

Destinados a encontrarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora