Tuvimos que volver a la realidad después de pasar una noche tranquila y una mañana maravillosa en la que recorrimos los pueblos cercanos, comiendo y disfrutando de los hermosos paisajes, la calidez de la gente y las clásicas bellezas arquitectónicas de cada lugar, creo que logramos alargarlo lo más que pudimos llegando a la ciudad a eso de las seis de la tarde con el tiempo exacto para arreglarnos y asistir al concierto; la dejé en su casa volviendo a la mía para darme una ducha, arreglarme y llegar al lugar del evento donde quedamos de encontrarnos en el estacionamiento, tras la insistencia de Valentina porque no fuese a recogerla, según ella quería atenderme esta noche con su invitación.Bajé las escaleras jugando con las llaves del auto, mi mamá estaba allí sentada en la sala con la chimenea encendida mientras trabajaba en su computador portátil, tenía las gafas de descanso, apenas me vio sonrió girándose.
—¿A dónde vas? —preguntó mientras yo le daba un beso en la frente.
—Voy a salir con mis amigos, Valentina me invitó al concierto de Marc Anthony y Romeo Santos.
Sí, que Alejandro y Sofía hubiesen puesto en Facebook que asistirían al concierto este sábado de ese específico evento no había sido tan buena idea para mantenerlo como un secreto.
Su sonrisa se agrandó, sabía la tranquilidad que le daba cuando mencionaba su nombre. —¿Vuelves o tienen planes después?
—Yo creo que me voy a quedar en la casa de Sebastián porque salimos en plena madrugada.
—Bueno, mejor, no me gusta que andes a esas horas recorriendo la ciudad así vayas con Jorge, cuídate y divierte.
Asentí sonriendo. —Eso haré, adiós mamá.
—Te amo.
—Yo también.
Llegué al estacionamiento, allí estaban los demás esperándome donde habían indicado, estaban sonrientes y entusiasmados, casi todos habían venido con su pareja o algún amigo o amiga, bajé saludándolos deteniéndome en ella, que estaba preciosa con un pantalón oscuro de tiro alto que marcaba sus largas piernas y su cintura, una blusa beige ligera de tiras delgadas con un blazer, su mirada me recorría con descaro así que la abracé dándole un corto beso para seguir a los demás que se alejaban de nosotros.
Me tomó de la mano entrando al gran salón de eventos, el sonido que invadía el lugar era generado por el artista telonero, en su mayoría cada espacio estaba lleno, en la planta baja donde estaba el público general, que se encontraba de pie, se podía ver la gran cantidad de gente desde aquí; estábamos ubicados en el primer palco, que resultaba siendo el balcón intermedio al escenario, realmente teníamos la mejor vista, habían sofás y unas pequeñas mesas donde los meseros nos atendían trayéndonos las bebidas y los aperitivos que ofrecían, el servicio era excelente y sumado a que los baños eran privados realmente valía la pena pagarlo.
—¿Qué es lo que pasa entre esos dos? —le pregunté al oído, ella sonrió encogiéndose de hombros mirando hacia la misma dirección, creí que era mi impresión pero Isabela y Sebastián estaban bastante cercanos y a la vez alejados del resto, riendo y hablando entretenidamente los dos.
—Parece que pasaron muchas cosas interesantes en esa fiesta —aseguró haciendo referencia a la famosa "fiesta de solteros" que organizó Melanie ayer, le dio un pequeño trago al vaso de vodka con limón que estaba tomando.
Pasé mi brazo por su espalda pegándola a mi cuerpo mientras metía mi nariz detrás de su oreja. —Dudo que la hayan pasado mejor que nosotros.
Giró su rostro cortando con la distancia que nos separaba, me dio un suave beso en los labios con un brillo salvaje en sus ojos.
—Eso sería imposible.
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Destinados a encontrarse
RomansaDos personas diferentes, dos realidades tan opuestas, se cruzan por cosas del destino, como dirían algunos, o tal vez solo sea una mera casualidad esa que los hizo coincidir, quién lo sabe. A veces las cosas suceden, sin mayor explicación, cu...