Capítulo 18.

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Narra Miriam:

Era un jodido manojo de nervios mientras esperaba que Ana bajase.
La vi aparecer por su portal, estaba algo despeinada, llevaba un jersey que le quedaba enorme y un vaquero, conforme se fue acercando me fijé en sus ojos, tenía pinta de haber llorado y a mi se me rompió todo.
Todo lo que llevaba anotando mentalmente para decirle, se esfumó y cuando la tuve delante, no me salío ni una sola palabra, sólo me salió abrazarla.

La abracé pero no me correspondió ese abrazo, la solté poco a poco, algo incómoda, pero antes de poder separarme me abrazó fuertemente.

Me respiró y yo la respiré a ella.

Joder, cómo la echaba de menos.

-¿Por qué no me lo contaste? -dije muy bajito aún sin soltarla
-¿Por qué no te has presentado? -dijo recriminandomelo

Y ahora, ¿cómo le explico la película que tenía montada en mi cabeza?

-Es... es complicado -dije intentando buscar forma de explicarlo, o mejor, de justificarme
-Creo que eso también me sirve para responder a tu pregunta -dijo separándose para mirarme a los ojos

La miré fijamente a los ojos, buscándola.

-Pero que se coman la boca ya -dijo Ricky desde arriba

Miramos a la terraza y vimos a Mimi riñendole a Ricky mientras le obligaba a entrar al piso.

-Tira pa' dentro ya, maricon -dijo Mimi antes de hacer un gesto con las manos a modo de disculpa

Ambas nos reímos pero poco a poco fuimos parando hasta acabar en una suave sonrisa.
Me coloqué el pelo tras la oreja esperando a que Ana tomara la palabra.

-Oye, ¿te parece si hablamos de esto mañana? Estoy algo cansada, ha sido un día intenso -dijo casi acabando en un suspiro
-Si, si, claro, perdona, no son horas para tener una conversación seria -dije rascandome la cabeza
-Hasta mañana, supongo -dijo sonriendo con sorna
-¿Supones? -dije extrañada
-Ya sabes, por si vuelve a ser 'complicado' y te da por no presentarte -dijo picandome
-Capulla -dije riendo, aunque habia escocido
-Gilipollas -dijo volviendo a abrazarme
-Te he echado de menos -dije abrazandola
-Y yo a ti, hasta mañana -dijo antes de dejarme un beso en la comisura del labio
-Hasta mañana, descansa -dije con voz suave

Me subí a la moto algo confusa, olía a... ¿vino?

Narra Ana:

Subí a casa con una mezcla de sentimientos. Por un lado estaba tranquila, tras verla noté un atisbo de esperanza que volvía, que me decía que quizás no la había liado tanto y que esto aún tenía solución.
Por otra parte estaba eufórica a la par que aterrada, realmente Miriam había venido a pedirme perdón casi a media noche y ambas nos habiamos dado una segunda oportunidad para hablar las cosas, pero eso me acojonaba.
Me aterraba porque Miriam se iba a dar cuenta de que realmente soy una inmadura que no sabe afrontar los problemas y que cuando las cosas van mal, se mete en una burbuja y echa prácticamente a patadas a todo aquel que le importa.
Y al final todo se acumula y después no sé salir del pozo que yo misma he creado, en el que yo misma me he metido.
He pasado tanto tiempo haciéndolo que no sé cómo cambiarlo, incluso cuando estaba con Javi, aunque él no se diera cuenta.

Abrí la puerta y me encontré con Mimi y Ricky esperándome en el sofá.

-¿Qué? -dije al entrar al salón bajo la atenta mirada de ambos
-¿Cómo que qué? Desembucha -dijo Mimi sentándose mejor en el sofá
-Pues nada, hemos quedado mañana para hablar -dije encogiendome de hombros
-¿Y ni un beso ni na'? -dijo Mimi extrañada

Negué con la cabeza mientras iba a mi habitación, los escuché cuchichear pero dejé de prestarles atención al entrar.
Me tumbé en la cama y me puse los auriculares.
Y quizá sería la mezcla del alcohol y el cansancio, pero en menos de cinco minutos caí rendida.

Narra Miriam:

Me desperté a las siete y fui a la cocina siendo prácticamente un zombie.
Me rasqué los ojos a la vez que bostezaba y vi a Mireya desayunando.
Me miró con una sonrisa y vi que también me había preparado el desayuno a mí.
Me acerqué y le di un beso en la mejilla tras abrazarla por la espalda.

-Buenos días -dije con la voz algo ronca por el sueño
-Buenos días amiga -dijo Mireya apretando mi brazo de forma cariñosa
-¿Y esto? -dije señalando el desayuno
-Puede que ayer me pasara un pelín -dijo antes de darle un mordisco a su tostada
-Puede, pero realmente lo necesitaba asi que gracias por abrirme los ojos, amiga -dije mientras me sentaba
-Entonces, ¿no estas enfadada conmigo? -dijo sonriendo cual niña de 5 años
-No, nada -dije negando con la cabeza
-Pues entonces devuélveme mis bombones -dijo riendo
-¿Qué bombones? -dije extrañada
-Los que Mimi me regaló el otro día, que te había puesto algunos en tu escritorio para que me perdonaras pero ya nada -dijo riendo mientras corría a mi habitación
-Será cabrona -dije antes de correr tras ella- eh, suelta eso, ¡ya son míos!
-¡Ni de broma, amiga! -dijo cogiendolos todos y huyendo hacia el baño para encerrarse
-Te doy cinco segundos para salir -dije tras la puerta
-No no no -dijo imitandome
-Tú lo has querido -dije dándole a la llave de la luz, que estaba fuera

A Mireya le daba miedo quedarse frente al espejo a oscuras, asi que tardaría poco en salir

-Miriam, enciende que sabes que me da miedo -dijo protestando
-No no no -dije intentando aguantar la risa
-Veeeenga, por fa' -dijo cerca de la puerta
-Solo si repites conmigo: Verónica, Verónica, Verónica -dije a sabiendas de que se acojonaba
-Joder Miriam -dijo suplicando
-Dilo y te abro y enciendo la luz rápido -dije riendo

Lo dijo, y en cuanto abrí la puerta salió corriendo.

-Te odio -dijo abrazando la caja en la que estaban los bombones
-Y yo a ti, pero si me das dos bombones se me pasa -dije siguiéndola hasta su cuarto y tirandome en su cama

Me miró con cara de indignada pero me los dio, escuchamos golpes a modo de protesta en la pared, no sé si de Raoul o Agoney pero volvimos a la cocina intentando no hacer mucho ruido aunque de vez en cuando se nos escapaba la risa.

Tuvimos que vestirnos corriendo y conducir casi que a toda hostia para no llegar tarde, pero aún así llegué tarde.
Agradecí mentalmente que Mamen fuera mi jefa, al aparecer por la puerta señalé rápidamente a Mireya echándole la culpa, Mamen se acercó a darme una colleja y dos besos a Mireya junto con su café.

-Anda anda, tira pa' dentro y cámbiate ya -dijo Mamen entre risas
-Suerte, luego me cuentas -dijo Mireya antes de irse
-Oye, yo también me quiero enterar -dijo Mamen mirándome tras cerrarse la puerta
-Ay Mamen, ahora te cuento -dije pasando hacia la barra

Estoy intentando que el drama sea más suave para que esto no parezca una telenovela, en el siguiente cap ya hablarán todo claro, ¿qué pasará? ¿se darán una segunda oportunidad o será el final?
Como siempre, mil gracias por leer y votar, y por comentar, que me flipa leeros 💕

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