Capítulo 14.

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Narra Miriam:

-He estado pensando... ¿podría venirse Mimi esta noche? -dijo Mireya haciendo un puchero mientras se tiraba en mi cama
-No creo que a los demás le importe -dije bebiendo un poco de infusión
-La que me preocupa eres tú, ya sabes, por lo de Ana -dijo mirándome preocupada
-Estoy bien -dije cortandola- No tengo nada en contra de Mimi, en el caso de que alguien me tenga que dar alguna explicación, esa sería Ana -dije encogiendome de hombros
-¿Segura? -dijo levantando la cabeza
-Que si, chica, que pesada -dije bromeando
-Bueno, ¿me ayudas a prepararlo todo o tú también te vas a escaquear?

Salí a la terraza y me encendí un cigarro mientras Mireya hablaba con Mimi. Sonreí negando con la cabeza mientras me apoyaba en la barandilla, esas dos van de duras y se estan pillando.
Colgó el teléfono y seguía con una sonrisa tonta.

-Y el anillo pa' cuando -dije vacilandole
-Anda, déjate de tonterías y ayúdame a mover esto -dijo señalando la mesa

Ya casi teníamos toda la terraza lista, habiamos limpiado todo y sacado los puf, la barbacoa también estaba en su sitio y los sacos de carbón debajo. Ya solo faltaba sacar algunas mantas por si luego refrescaba. Entre al piso y vi a Mireya otra vez con la sonrisa tonta mirando al movil.

-Mimi otra vez, ¿a que si? -dije alzando las cejas
-Si, viene a las ocho -dijo sin siquiera mirarme
-No te has dado cuenta, me temo lo peor, porque ese par se va a enamorar, volvemos a ser dos -dije con voz nasal imitando a Timón dramáticamente mientras pasaba por su lado

Mireya me dio un puñetazo en el brazo mientras reía

-Dos, la sole y yo -dije intentando seguir la broma
-Miriam... -dijo Mireya otra vez preocupada

Besé su cabeza sonriendo y fui hacia mi habitación para preparar las cosas para ducharme.
Quizá lo que habia dicho no era tan broma, quizá si que volvía a sentirme sola.
Ya habían pasado dos semanas y cuatro días  desde que Ana se evaporó, sabía que había vuelto a canarias y sabía que estaba con otro.
Quizá la única que tenía sentimientos era yo y para ella fue un rollo sin más. Quizá no todo era tan especial ni intenso como pensé.
Cerré el grifo y salí de la ducha, me quedé mirándome al espejo, ¿cuánto tiempo pensaba seguir así?
Mientras me secaba se iluminó la pantalla de mi movil, un whatsapp de un numero desconocido.

Miriam!

¿Quién eres?-

-Nota de voz (01:16)
'Ay, claro, que tonta, que tú no tienes mi número nuevo, es que perdí el móvil otra vez.
Buah, que horror, soy un desastre, no sabes la bronca que me echó mi madre.
Bueno, que lo que queria decirte es que Aitana y yo vamos a ir allí unos días, ella quería que fuera una sorpresa pero yo creo que era mejor preguntarte porque siempre estas liada. Asi que bueno, di que día te viene bien, si quieres vernos, además, buah, seguro que estas guapísima'

Claro que quiero veros, ya me decís día ¿vale?-

Amaia, siempre igual de despistada, no cambia aunque pasen los años. Con ella apenas tenía contacto porque es un poco negada con los móviles, pero con Aitana si, esa chiquilla era como mi hermana pequeña. La conocí cuando estaba con Amaia, me la presentó como su mejor amiga y en nada que nos dejaron solas me amenazó para que no le hiciera daño a su amiga. Ahí nos hicimos amigas, se veía que la quería un montón al igual que yo.
Además, la situación fue graciosa.
Cuando lo dejé con Amaia perdimos el contacto pero hace unos meses nos encontramos de casualidad en el pub y volvimos a hablar.

Salí del baño sonriente, me había animado bastante el hecho de que Amaia me hablara, tenía muchas ganas de verlas.

Noté jaleo en casa y vi que ya estaban todos en la terraza.

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