Los videojuegos son un hobbie para pasar el tiempo, ¿pero qué pasa cuando de pronto un día eres el personaje principal del videojuego? No me refiero a que se basaron en tu personalidad, sino que, quedaste atrapada en el videojuego, pues eso me pasó...
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Clases particulares, colegio, natación, esgrima, todo con tal de no pasar tiempo en mi casa, ni mis padres estaban en casa, familia acomodada y muy reconocida, ya era una rutina y todo me daba pereza. Llegué a la casa en la noche. No había nadie, entré a mi cuarto, saqué mi laptop que estaba debajo de mi cama, la puse en la mesa de centro, la encendí, dejé que el sistema cargara y entonces entré a internet (la única luz que había era la de mi laptop), un nuevo juego aparecía en las notificaciones (ese juego lo habían promocionado en los arcade hace apenas una semana, así que técnicamente estaba nuevo), me gustaba jugar para desestrazarme y olvidarme de todo y todos, siempre tanta presión porque lo haga todo perfecto, el mundo de los adultos es así, equivocarse no es algo que deba ocurrir, le di click en el juego, cargó la pantalla que tenía la imagen de un chico con un traje azul marino tipo Hallo que dejaba al descubierto su cara, era tez clara, ojos color verde y cabello café, en la pantalla se podía iniciar la sesión o registrarse, le di en registrarme. Puse mis datos y los envié.
Comenzó a dolerme la cabeza, me hice círculos en mi sien intentando calmar el dolor.
-Bienvenida al juego- dijo un chico.
Dejé de sobarme mi sien y volteé a verlo. Estaba en un corredor que a penas y nos iluminaba. Era el personaje del juego.
¿Estoy soñando?
-Aquí hay un error, yo no soy parte del juego, yo soy un humano, no sé qué hago aquí.
-Hablaré con él después, ahora debes cambiarte, a partir de hoy formas parte de este juego.
