Epílogo

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Tanner, Kraven, Raziel, Ryu y los amigos de Tanner me acompañaron hasta donde llegué cuando entré al juego (para llegar tienes que subir a un tren que tiene unos veinte metros de altura, caminar un poco y poner la contraseña). Ryu tenía los ojos rojos y no dejaba de llorar. Tanner aparentaba ser fuerte, pero sus ojos estaban cristalizados.

  Raziel tomó mi mano y empezamos a caminar.

-¡No nos olvides! -Gritó Tanner-. ¡Estaremos en contacto!

  Sonreí y seguí caminando. Llegamos hasta una puerta y la atravesamos.

***

Vi a mi niñera en mi cama abrazando la almohada, caminé hasta ella y la moví. Se dio media vuelta.

-¡Leah! ¿No es un sueño? ¿Eres real?- Dijo tocándome la cara.

-No, no es un sueño, soy real.

  Abrieron la puerta de golpe. Mi madre vino corriendo hasta mí. Me tensé.

-Cariño, nos diste el susto de nuestras vidas, no vuelvas a hacer eso.

  Se separó de mí.

>>Creciste.

  Fruncí el ceño. Me acerqué al espejo de cuerpo completo que tenía a un las de mi cama.

-Pero, solo me fui por unos meses.

-No cariño, fueron cinco años.

-¿Qué?

-No importa, lo bueno es que estás aquí.

  Mi niñera y mis padres me abrazaron.

¿Cinco años?

¿Cinco años?

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¿Atrapada en la red? (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora