XIV -Aprendiz de Bufón- (Reto literario)

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Un nuevo día comienza, y quedé pendiente de subir el otro mini relato de 500 palabras que realicé para el reto llamado: "Diez días de fantasía".

Pues bien, lo prometido es deuda, y tras sortear ese momento poético-depresivo del fin de semana, por fin retorno con la fuerza renovada para traerte el segundo relato que fue tomado en cuenta en una mención especial del reto antes señalado.

Te dejo un "screenshot" —o captura de pantalla— de lo solicitado en el reto:

Te dejo un "screenshot" —o captura de pantalla— de lo solicitado en el reto:

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Una tarea muy especial... ¿Cual podría ser?

Sin mayor preámbulo, los dejo disfrutar de la ocurrencia que puso mi mente a volar ese día:

~Aprendiz de Bufón~

Albhernia, mi reino, mi hogar.

Lugar emblemático, de aspecto clásico y medieval.

Grandes guerreros, hermosas mujeres, increíbles magos y toda la espumeante cerveza que puedas beber... Ese es mi añorable hogar, o al menos así lo era.

Todo comenzó el día en que el primogénito del Rey nació.

Un poderoso hechicero asistió a la ceremonia de presentación del,  recién nacido, príncipe.

Regalos de oro, rubíes y diamantes, habían sido entregados previamente; su turno llegó y con voz dramática exclamó:

Yo le dotaré de gracia y felicidad eterna. —dijo e hizo una pausa, inhaló profundamente y continuó—Y nunca jamás conocerá tristeza alguna.

El Rey quedó mudo unos instantes, después estalló en carcajadas ante tan "ridículo obsequio" —palabras del Rey—, y el resto de la corte, sirvientes, y asistentes, rieron también. 

El hechicero indignado y molesto, espetó un maleficio funesto:

"Os atreveís a burlaros de mi humilde regalo, pues desde hoy les robo el vivir con agrado" —fueron sus palabras.

Después una nube de humo gris lo envolvió, y entonces desapareció.

Desde ese día el reino se tornó gris y sombrío. Ni una risa, ni una buena cara, no hubo más sonrisas, sólo expresiones vagas.

Por fortuna para mí, no me encontraba ahí; había salido, a la cabaña de mi tío.
Vivía en las afueras, y era día de cazar lechón.
A comer nos disponíamos, y un emisario llegó,
del reino venía, y una misión traía. Había un trabajo de urgencia, se necesitaba un bufón.

—Ya estoy retirado —dijo mi tío.
—Es una tragedia —nos contestó con brío.

—¿Qué fue lo que pasó? —recuerdo preguntar.

—En el reino, nadie ríe, ¡que terrible malestar!

—Que pena y que difícil, ¿Hay alguna recompensa?

—¡Quién nos salve del hechizo, desposará a la princesa!

Sus palabras me convencieron, a la princesa yo quería.
—En bufón me convertiré —,recuerdo exclamar ese día.

Con consejos de mi tío fue que me preparé,
con malabares, bailes y gestos,
fue justo lo que ensayé.

Tres días después, al reino me dirigí, en la presencia del Rey,
a todos hice reír.

El maleficio se rompió, y todo fue normal de nuevo.
Yo soy feliz hoy día,
pues la princesa es toda mía.

Y bada—bim, bada—bia.
Este fué el último reto,
Del perfil de fantasía.

~Fin~

Y bueno mis queridos lectores,esa fue mi última historia que publique en esa dinámica de diez días. Lamentablemente no fue suficiente para ganar, pero fue tomada en cuenta como mención especial, lo cual me indica que no estuvo tan mal.

Quise compartirla porque a pesar de ser muy corta, el estilo narrativo con rima muy a la "Dr. Seuss", es bastante complicado de ejecutar.

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Me despido, no sin antes y como siempre, dejarte:

Un abrazo... Un pulso... Un sentir.

Tu amigo de letras, y defensor de la palabra escrita, Cathal.

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