-"Soy un viejo" -expresión que he pronunciado en más de una ocasión.
Frase misma que he dicho cuando he intentado descifrar la enigmática forma de ser femenina, y ese pensamiento tan cambiante que les caracteriza y que, sin duda, me vuelve loco e impacienta cada vez más.
-Hola, soy Cathal, y este capítulo lo llamo: "Aprender a Valorar"
Soy un viejo, lo sé, y no me refiero únicamente a mi edad (34 años), que es mucho mayor que la del usuario promedio de wattpad, no, sino a la tolerancia a las conductas, que hace tiempo consideraba adorables y que hoy ya no lo son tanto.
Hace una década, me era normal lidiar con el cambio de humor del sexo opuesto -Llámese pareja, hermana, madre, etcétera-, hoy, me cuesta trabajo guardar la compostura ante tales muestras de inmadurez emocional.
Hace más tiempo, antes de mis veinte años, consideraba incluso como "adorable" los pucheros, los gestos y toda esa conducta propia de una niña en quien fuese mi pareja; hoy, me fastidia de sobremanera. Sí, quizá es porque soy un viejo, ¿Verdad?.
Sin embargo, el tiempo pasa y con ello llegan las experiencias; algunas buenas, otras malas, y algunas más... ¡Mucho peores! Pero en todas ellas hay una enseñanza, un aprendizaje.
Para mí, el hecho de ya no querer prestarme a tolerar las conductas de rebeldía y ese comportamiento de "niña mimada" en nadie, no es por que sea o no un viejo; es más bien una cuestión de valorarme, de no dejar que hagan lo que quieren conmigo.
Antes, con tal de no perder el cariño de alguien, podía permitir cualquier conducta malcriada y dejar que hicieran conmigo lo que quisieran.
Sucumbir ante amenazas como:
-"Ya no te voy a hablar, no me da la gana hacerlo"
Y ahí va el idiota de Cathal a tratar de contentar a la "princesa"; a tratar de complacerla en todo con tal de que me acepten y mendigar ese afecto como limosnero en una esquina.
Pero de un tiempo a acá, te das cuenta que no vale la pena.
Te das cuenta que quien no te valora, quién no te respeta, no lo va a hacer así le "bajes" la "luna y las estrellas" -hablando en sentido figurado-, por que realmente no hay un cariño genuino hacia tu persona, solamente está jugando contigo.
¿Has experimentado algo similar a lo descrito?
Me han pasado varias situaciones como las que acabo de comentar. Y no importa si hago todo lo que esté de mi parte, o si me marcho dando la media vuelta, siempre obtengo el mismo resultado: yo sufriendo en silencio, sintiéndome mal, y la otra persona ni importancia me da, ni me hace en el mundo. Pero al menos, cuando he puesto un límite, y decido no seguirle el juego, sufro menos.
Aprendamos a darle valor a quien nos valora.
Aprendamos a ignorar a quienes nos intentan hacer daño.
Tratemos de establecer límites ante aquellos que solo buscan divertirse a costa nuestra.
Tu vales mucho, y nadie va a darte ese valor a tu persona si antes no lo estableces tu mismo (a).
Sin más me despido. No sin antes decirte que te valoro y aprecio por haber leído este escrito.
Ojalá y te pueda servir de algo esta reflexión, si es así, te invito a que comentes.
Tu amigo, Cathal.
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Onírico
No FicciónAntología de vivencias; bibliografía inédita de vida; compendio de ilusiones rotas y sueños inconclusos. Estos, y otros más calificativos serían ideales para describir el contenido de este libro, tan tuyo como mío. Al interior de estas páginas enco...