Polos Opuestos

~7

Acomodaron los cuartos de manera que las chicas quedaran juntas, los demás seguían compartiendo cuarto juntos, por lo tanto los 8 podían dormir bien.

-Ya, a dormir todos- anuncia el líder llevando a cada uno a su cuarto.

Había caído la noche y eso significaba poder descansar sobre una cama cómoda y caliente.

Buenas noches dijeron todos y se apagaron las luces.

Sin embargo ellas no podían conciliar el sueño.

-¿Sigues despierta?- pregunta Andy a través de la oscuridad.

-Desearía no estarlo.

Las dos dejan escapar un sonoro suspiro.

-El jet lag nos va a consumir antes de lo planeado- Pame se remueve entre las sabanas tratando de encontrar una posición para poder dormir, escucha como su compañera se levanta y enciende la luz- Por favor no vayas a empezar a cantar como lo hacías en México.

Estaba a punto de hacerlo.

-No tengo sueño y sabes que no soy de las que les agrada dormir 10 horas, voy a hacer algo, tengo suficiente energía como para correr un maratón- comienza a rebuscar entre sus maletas.

-Podrías tratar de no hacer ruido

-¿Tú si tienes sueño?

Es verdad, Pame tampoco tenía sueño, solo consideraba correcto tratar de hacerlo.

-No- le decía tomando postura sobre su cama.

-Pues entonces ven y ayudame a desempacar todo.

Entre las dos comenzaron a sacar todo de las maletas acomodando en los muebles que los chicos dejaron en su habitación que no era grande, pero sí tenía el tamaño suficiente como para acomodar todas sus pertenencias.

-Creo que es todo- dice Andy aventando las maletas a una esquina del cuarto.

-¿Y tu violín?

Es verdad el violín. Lo sacó de su estuche tomando el arco y la cabeza del mismo con suma delicadeza, Andy había aprendido a tocar el violín a la fuerza y después de años lo supo convertir en una fortaleza. Pame desde que era pequeña le había llamado la atención ser artista o cantante y al entrar en un campamento de verano aprendió a tocar el piano.

-Toca algo, por favor- le pedía Pame nuevamente acomodandose en su cama.

-Dijiste que no hiciéramos ruido, los chicos deben de estar dormidos.

-Corrección, profundamente dormidos, son las cuatro de la mañana, no creo que escuchen algo.

Al mismo tiempo que Pame acababa su oración Andy comenzó a tocar una de sus más recientes composiciones. Se habían equivocado al creer que los demás estaban profundamente dormidos, dos par de ojos se mantenían fijos en la oscuridad escuchando a lo lejos una balada de violín.

Ken estaba de cara a la pared, no había podido conciliar el sueño, le entraba emoción poder trabajar con personas nuevas, tenía nuevas amigas con las que jugar y platicar, tenía a una chica que le robaba miradas.

Realmente esperaba que el sol saliera para poder tocar su puerta.

Leo había podido dormir un par de horas, hasta que escuchó el violín y su cerebro se activó en cuestión de segundos. Compartía cuarto con N quién yacía en la otra cama dormido. Salió de la suya con suma cautela y se adentró en el oscuro pasillo.

Ya estando en la sala que solo era alumbada por los rayos de luz que salían de la puerta de las chicas Leo se debatía entre volver a dormir, tocar la puerta o tomar un vaso de agua, optó por la última, le daría mas tiempo para escuchar la balada.