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-¿Me estás pidiendo una cita?

Taekwoon se encontraba recargado gracias al marco de la puerta, había hecho un trato con Ken el cual trataba de invitar a salir a Andy, y eso es justamente lo que estaba haciendo.

Lentamente asintió con la cabeza.

-Aquel día en que te ayudé con tu canción te había pedido lo mismo pero, no pudimos ir...

Claro que recordaba aquel día, ese día en que ella le había dicho que le correspondía y desde esa vez no habían vuelto a tocar el tema. Andy suspiró sonoramente y dejó a un lado su violín.

-Si no quieres, lo comprendere...

Nuevamente se había puesto más nervioso, intenta sacar el coraje y la valentía que había tenido aquel día sin embargo ahora parecía que no era nadie al lado de ella.

-No he dicho que no.- su sonrisa era burlona, se levantó de su cama y fue a sacar algo con que taparse.

Taekwoon tampoco era bueno con las sonrisas. Pero curiosamente ella se las arrancaba con cada mínima acción hacia el.

-¿Y a dónde iremos?.- cruzaron la sala despidiéndose de los presentes y abriendo la puerta del dormitorio.

Ésta vez tomando un paraguas por si las dudas.

Taekwoon se la había pensado varias horas. Tuvo que esperar tres días en los cuáles tanto ella como Pame habían tenido una lenta recuperación gracias al estrés. En esos tres días pensaba llevarla a típicos lados.

Al cine, a comer, a alguna plaza.

Pero había caído en cuenta de que ella no le alentaba a salir en esos lugares, quería pasar tiempo con ella, quería dar ese paso y por fin eliminar todo rencor hacia cierta persona.

Así que decidió optar por su cafetería favorita, no era grande ni espaciosa, estaba ubicada en un rincón de Seúl no lejos de la compañía, solía pasar ahí sus ratos libres cuando entrenaba para ser idol. Realmente era importante para el.

Tomaron un taxi lo más disimulado que pudieron y llegaron al recinto.

-Es una cafetería.- comentó Andy al ingresar al lugar, los tonos cremosos en la pared la convertía en algo profundo, no había gente que los molestara y lo mejor era que la mesa favorita de Leo estaba libre.

Cuando escuchó su comentario se le pusieron los pelos de punta.

"Pudiste lucirte pero aqui terminamos"

Así fue como acabó en la plaza con su corazón en la mano y lágrimas surcandole la cara.

-¿Te molesta?

-¡Me encanta!

Fueron a dar con la mesa indicada y cada quien pidió sus bebidas favoritas.

-Un latte de caramelo porfavor.

-Y yo un moka helado.

La chica se fue y Andy tomó la conversación primero.

-Entonces, lo de ese día...

Vaya que ella no se andaba con rodeos porque seguido de eso se echó a reir, la cara de Leo había optado un color rojizo.

-Perdón.

-No tienes porque disculparte, te lo dije ¿no?, a mi también me gustas.- su mano estaba tibia comparada con la suya con el repentino comentario que había echo que se le helase la piel.

-Es algo extraño, no sabía como hablarte.- la cafetería le hacía tener un poco de mas confianza en sus sentimientos.

-Pues con la boca.- sus sonrisas eran fugaces y espontáneas algo que le parecía sumamente bonito a él- Se que vengo de diferente cultura pero amor es amor aquí y en la luna.

Polos Opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora