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Tapabocas, gorras, lentes de sol y chamarras gruesas las protegían de cualquiera que las pudiera reconocer, la acaramelada piel de Andy sobresalía y los ojos de Pame tenían la mirada pesada.

Había sido una larga noche, un largo mes y una larga experiencia. La gente pasaba apurada por no perder su vuelo que ni cuenta se daban de que dos ídolos perdían la esperanza de haber cumplido su más grande sueño.

El café helado de Andy había empezado a derretirse formando gotas que bajaban desde la tapa hasta su mano, suspiros salían aquí y allá. Pame tenía la mirada baja, perdida en la única foto que tenía con Ken, aquel día que habían llegado a la compañía y la foto de celebración se había tomado, en ese entonces no sabría que pasaría, no sabía que se enamoraría de él.

Una gran pantalla dividida en dos mostraba los vuelos que salían y entraban a la capital de Corea y a un lado un noticiero de las primeras horas de la mañana anunciaba los buenos días.

-Tuvimos una gran noche ayer, se celebraba como todos los años el concierto principal y tenemos las exclusivas con los artistas de la noche...- el golpeteo de las maletas resonaba en todo el lugar pero eso no impedía que las dos a pesar de estar escondidas en sus atuendos prestaran atención al noticiero.

De nuevo, la presentación era puesta, vaya que brillaron, los camarógrafos hicieron un gran trabajo, el piano parecía una hermosa perla y el violín una aguja blanca perdidos en medio del océano de estrellas.  A Andy se le escapaban ciertas sonrisas y volvía a darle otro sorbo a su cafe.

-¿Qué crees que digan cuando se sepa que ya no somos parte de la compañía?.- detrás del tapabocas la voz de Pame sonaba amortiguada, Andy cerró sus ojos unos segundos y lleno sus pulmones de aire.

- Supongo que se inventaran algo, son muy astutos, dirán que renunciamos, sin detalles, desapareceremos tan fugazmente así como llegamos.

-¿Y qué crees que digan Leo y Ken?.- eso si que no lo sabía.

Ellos estaban bajo contrato, la compañia tenía reglas y seguramente les dirían que no se hablaría mas del tema, de todas formas su carrera estelar seguiría en ascenso, gracias a ellas.

-Supongo que nada, pelearon lo suficiente, todos.- los recuerdos de hace solo unas horas siguen tan vivos que podían sentirlos. 

Justo cuando despertaron las chicas ya tenían preparadas sus maletas, habían vaciado su habitación, guardado cosas y desechado otras, aquellas que eran dolorosas de conservar y simplemente pertenecen a la basura. Abrigadas de pies a cabeza estaban listas para dejar atrás el dormitorio, la compañía y firmar el contrato para hacer válida la renuncia, la renuncia que había puesto en sus bocas. Leo y Ken seguían con la mirada gacha y Hyuk, quien seguía pidiendo perdón una y otra vez le pedía de rodillas a la compañía que las dejara quedarse, después de todo los argumentos eran válidos pero la compañía le creía más al Hyuk mentiroso que aquel convertido en un manojo de lágrimas y tembloroso.

No se iban a quedar y eso estaba decidido.

"Pasajeros del vuelo 131 con destino a la capital de México favor de acercarse a la entrada designada"


Poniéndose de pie de un salto Andy le tiende la mano a Pame para que recupere el equilibrio, estaban desveladas, habían podido dormir poco, toda su energía se había drenado y convertido en pequeñas mariposas que revoloteaban dentro de ellas. Amor le dicen. Avanzaron a paso lento, no había prisa de irse.

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2019 ⏰

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