Taekwoon, el chico que todos conocen por sus dulces y altas melodías, el frío y distante vocal de VIXX.
Jaehwan, con poderosas vocales como hierro, la sonrisa encantadora y la energía inagotable, el que marcaba sonrisas para el grupo VIXX.
Ambos, fl...
Al entrar en una habitación con sólo dos sillas y un escritorio hizo que las dos tuvieran cierto miedo.
Estaban a punto de firmar un contrato que las obligaria a estar aquí tiempo indefinido.
-Tomen asiento- el CEO tiene una voz gruesa y potente, hace que retumbe en las paredes y se te ponga la piel sensible.
-Como saben, al haber pasado exitosamente las audiciones las trajimos y ahora leerán atentamente el contrato que dicta lo que pueden o no hacer como nuevas integrantes de la compañía- agregó- toquen la puerta cuando estén listas.
Dicho eso salió del mismo modo que entró y cerró la puerta.
Las dos se quedaron unos segundos viendo aquellos pedazos de papel con letras tanto grandes como pequeñas y que al final venía una delgada línea para firmar.
Conectaron sus miradas y se encontraron con el mismo sentimiento.
-Te dije que hay que leer bien todo, no te saltes nada, con calma- Andy había dicho aquello y luego se dispuso a leer el contrato.
Mientras que Pame asintió y comenzó a leer el suyo.
El contrato tenía cláusulas específicas, responsabilidades, órdenes, permisos, salidas incluso horarios, todo estaría altamente controlado por el mánager y todo debía estar cronometrado, así sería su vida de ahora en adelante.
Claro, si es que firmaban el contrato.
Pame leía con cuidado y repetía en su mente todas las oraciones con calma, entendiendo cada palabra con profundidad.
Mientras que Andy leía rápido de una manera objetiva y funcional, no se saltaba nada, simplemente leía fluido y con rapidez, casi de sopetón.
Al final acabaron y coincidieron en una cosa.
No había ningún permiso que les garantizara poder grabar sus propias canciones.
-No lo dice, no está, no viene- dice Pame queriendo volver a leer el contrato.
-Pero no hay nada que nos prohíba hacerlo- le contestaba Andy tomando ya la pluma y checando que tuviera buena tinta.
-¿Firmaras así? ¿Sin más?- Pame pregunta algo alterada ante la rápida respuesta de su amiga.
-Bueno, no tan así- dice ladeando un poco la cabeza- Ya estamos al otro lado del mundo, ya nos vieron, ya conocimos a los chicos, si regresamos es volver a la vida monótona que teníamos, sólo hacíamos ciertos pequeños proyectos Pame, estamos demasiado lejos para echarnos para atrás ahora.
Y era cierto, ya estaban ahí, ya estaban frente al contrato y muy dentro de Pame, ya lo había conocido a el.
-Entonces aceptaremos ser las caras femeninas, aceptaremos pararnos frente a las cámaras y tratar de atraer la atención, todo por los chicos- afirma Pame al mismo tiempo convenciendose a sí misma.
-Todo por los chicos- dice Andy poniendo su firma con tinta negra sobre la línea- Tranquila, ya veré como consigo que nos den un estudio, solo necesitamos algún tiempo y listo.
Las dos se paran tomando los contratos para tocar aquella puerta dando comienzo a su nueva vida.
-Por favor no te vayas a meter en problemas.
-¿Cuándo te he fallado?- Y al mismo tiempo que Andy sonreía victoriosa y contagiada la risa a Pame tocaban la puerta para llamar al CEO y cerrar el contrato con Jellyfish.
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