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Feliz y contento a su lado. Era como Ken se sentía de camino al dormitorio.

Pame había puesto todas sus energías y ganas en separar a Sana de Ken, vagaban ideas en su cabeza, preguntas, que se arremolinaban en sus pensamientos mientras doblaban la esquina en aquella calle inhabitada, las únicas almas que consideran salir en un día tan frío.

Caminaban en silencio y la distancia ya se había acortado varios metros atrás, Pame tenía la nariz roja y toda la cara helada.

Mientras Ken tenia ganas de llorar, siempre huía de la misma situación, nunca había podido enfrentar a Sana, ni si quiera sabia si quería hacerlo.

-Amm y bueno, ¿qué piensas acerca de Sana?.- le sorprende a el mismo iniciar la conversación que había evitado desde hace mucho tiempo. Pame no le contestó de inmediato, de hecho, esperó unos minutos para pensar su respuesta.

-Lo que pienso o no de ella no tiene importancia, lo que realmente vale aquí eres tu, ¿cómo te sientes acerca de ella?

Una pregunta como respuesta, excelente.

¿Cómo se sentía?, patético, frustrado, pero sobre todo atado, se sentía atado por que al volverla a ver no podía quitar su mirada sobre ella, lo había cautivado tan profundo que después de meses sin ningún contacto, apenas intercambiaron ciertas palabras y recordó todo el suceso, la tragedia y el desamor que le causaba. Se sentía atado por que ella fue su primer amor imposible y se lo hizo cenizas.

-Sana fue importante para mi.- empezó- realmente lo fue, pasaba largas horas con ella, me gustaba tocarle el pelo, aunque ella me apartaba, me gustaba comprarle todo lo que quisiera, aunque nunca recibí las gracias, me gustaba, me encantaba. Supongo que estaba cegado por... su belleza tal vez.

¿Su belleza? por favor Ken es oxigenada. Los pensamientos de Pame se escuchaban como gritos dentro de su cabeza.

-Fue alguien importante, si, no podemos negarlo, ¿acaso no ves el daño que te causó?- el día estaba tan helado que cada vez que hablaban su aliento se hacia visible frente a sus bocas.

-No lo vi en un principio, fue hasta después que me terminó en la plaza, mucho después de llorar y preguntarme que había hecho mal.-  el corazón de Pame se hacia chiquito, Ken era un rayo de sol.

-¿Lloraste?.- quiso sonar lo más calmada posible ignorando los sentimientos creciendo dentro de ella.

-Muchas veces.- su bella sonrisa destellaba tristeza- no quería que nadie supiera de eso, después de todo mi relación con ella era un secreto, tenemos permiso para salir con quien deseemos pero no ganaría nada sacando a la luz que fui engañado torpemente.

Pame respiro profundo cuando detuvo su caminar, tenia las palabras perfectas para decirle, pero no tenia idea del como decírselas.

-Yo, Ken, estoy aquí para lo que necesites ¿lo sabes no?.- asintió varias veces con su cabeza- se poco acerca de ella, tengo más recuerdos contigo por obvias razones y me enoja que alguien haya podido aprovecharse de ti de esa forma, no es justo para nadie, eres una persona agradable, dulce, divertida y solidaria, me has enseñado muchas cosas el poco tiempo que llevo en Corea, y que una...Sana, te haya tenido a sus pies de esa forma solo me dan...

¿Celos? ¿¡Iba a decir celos?!

La carcajada de Ken resonó en las paredes de la calle creando un fuerte eco.

-¿Soy tan importante para ti?

-¡Por supuesto que lo eres tonto!

-¿Qué tanto?

-Mucho

-¿Mucho como para que te bese?

-¿¡Qué est-

Y de pronto ya no tenia frío, sus dulces labios habían chocado con los suyos tan estrepitosamente que el frío salió de su cuerpo dejando al calor inundarle hasta las mejillas, sabia a vainilla, a electricidad y a aventura misma. Sabia al Ken que tanto le gustaba.

Se separaron y sus miradas destellaban.

-¿Porqué?.- pronunció Pame 

-Por que se me antojó, no hay un porque.

Sana se había ido, de su mente, de sus recuerdos y de su presente, ya solo tenía a Pame, a la dulce Pame que había llegado a quedarse para siempre.

Sana se había ido, de su mente, de sus recuerdos y de su presente, ya solo tenía a Pame, a la dulce Pame que había llegado a quedarse para siempre

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El fic es mil veces mejor que mi vida amorosa ahre

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