La Misma Alma

Capítulo 30 Esto es guerra

Holaaaa n.n mucho tiempo desde la última actualización, este cap ya lo había subido pero parece que Wattpad lo borro así que aquí esta de nuevo 

Feliz lectura!

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Nunca creí que diría esto, pero la torre parece peor que una plaza de mercado. Personas de diferente estatus y especie corren de un lado para otro organizando algo que llaman ritual de ascensión. Desde que me levante esta mañana me han mandado a mil lugares revisando que todos los preparativos estén llevándose a cabo a la perfección, pero a nadie parece importarle si han pasado horas y no he probado ni un bocado.

Voy de camino al santuario espiritual donde se llevara a cabo el ritual y no puedo evitar que una sensación se me forme en la boca del estómago al ver la cantidad de cadáveres que perecieron en la lucha del día anterior, y aún más, al ser consciente de que todas sus muertes fueron mi culpa.

—Nenita iluminada espera —me vuelvo al escuchar la voz de Luca y hago una mueca al escuchar su característico apodo.

—No soy una nenita —hice una pequeña pausa— ¿sabes que tú también eres uno ahora no? —le devuelvo la puya y ahora el turno de hacer una mueca es suyo. Lo observo y no puedo pasar por alto las bolsas oscuras que trae bajo los ojos, su atuendo luce desarreglado y trae el cabello negro alborotado.

— ¿Estas bien?, te ves cansado —lo escuche suspirar pesadamente mientras se pasaba una mano por el cabello alborotándoselo.

—Supongo, todos hemos pasado horas atendiendo los preparativos y no ayuda en nada el hecho de que quieran dejar por fuera a los sombras que murieron —escucho como su voz carga un sentimiento de impotencia y no puedo evitar ponerme en su lugar. Sus compañeros murieron sin importar de qué bando este.

—No te preocupes, hablare con el concejo, haré que los incluyan en el ritual —dije con una pequeña sonrisa y algo en las facciones de él cambio, su pose se relajó y una pequeña sonrisa afloro entre sus labios.

—Yo... Gracias —asentí— no es nada, todos merecen los mismos tratos.

Empezamos a caminar por el templo observando como los aniquiladores ayudan a acomodar cosas manteniendo cierta distancia con los iluminados, ¿Por qué será que todas estas personas no se dan cuenta de que somos todos iguales? Sin importar las características de uno u otro todos somos nacidos y bendecidos por el universo.

—Señorita Jones —me gire al escuchar que me llamaban, centre mi atención entonces en una joven de no más de 19 años con un delantal algo manchado— el concejo solicita su presencia, es tiempo de alistarse, el ritual comenzara en un rato —termino de decir al tiempo que inclinaba la cabeza en mi dirección y se marchaba.

—Parece que tengo que irme, seguramente estarán confabulando en mí contra todo el tiempo que tarde en aparecer —bromee y Luca adopto su característica expresión mordaz, frunció el ceño y observo alrededor antes de acercarse a mí.

—Ten cuidado Sky, no confíes en nadie —susurro en mi oído y se dio la vuelta desapareciendo entre las columnas del templo.

***

—Tiene que comprender que las costumbres... —lo corte levantándome y golpeando la mesa con mi puño— ya le dije que me importan muy poco sus costumbres, vamos a realizarle el ritual a los sombras que murieron y no es una petición, se lo exijo.

El concejo arrugo las cejas y empezaron a murmurar entre ellos, levante una ceja y me cruce de brazos con pose de desafío, desde que entre por la puerta no hicieron más que advertirme que los sombras no tenían derecho al ritual, que era solo para los caído puros y bla bla.