La Misma Alma

Capítulo 33 Justicia

—Sky está todo listo, lo que digas será escuchado por todos cuando estemos al aire, tanto en las torres elementales como en las torres cero y en las torres de tinieblas. Relájate y céntrate en lo que quieres decir, me dices cuando iniciar —asentí hacia Sara y observe la tarima donde esperan que me pare y empiece a hablar, debo admitir que siento nervios y es que por favor, estoy a punto de hablar para millones de seres y todas las miradas recaerán en mí.

—Puedes hacerlo, no tienes que preocuparte, ya sabes que estaremos a tu lado —dijo Ethan dándome un apretón y sonreí, espero que sea así.

—Está bien, estoy lista. Hay que subir ya —dije y ascendí a la tarima de la mano de Ethan, detrás nuestro subieron los demás chicos y respire hondo buscando tranquilizarme, lance una plegaria al universo pidiéndole la fuerza necesaria para logar esto.

—En cinco segundos iniciará la transmisión, cuando le dé la señal estará en vivo —me informo uno de los técnico y asentí.

Observe hasta que alzo una mano y mire al frente.

—Buenas tardes a todos los seres que me estén escuchando, mi nombre es Sky Jones, fui elegida por el universo para portar su poder, el éter. Mi misión en este mundo es unir a todos los seres, sin importar su procedencia o su bando, todos nacimos como humanos y fuimos dotados con un gran poder heredado por él. Hace millones de años un crimen atroz provoco que se maldijeran a aquellos seres que poseyeran maldad en su interior, su descendencia, viviría el resto de sus días malditos y sin poder conectarse con él. Mi misión es lograr que todos vuelvan ser como en el inicio, todos somos hermanos, nuestra esencia fue creada por el mismo ser con un propósito, pero, con el paso del tiempo lo olvidamos —trague saliva y me moje los labios antes de seguir.

—Es tiempo de perdonar y olvidar, de buscar una paz que nos fue arrebatada hace siglos y unirnos por un mejor mañana, mi intención no es eliminar a nadie, ni alzar a un bando sobre otro, no hay favoritismos, todos los seres, iluminados, del vacío y sombras son iguales para mí y los defenderé. Hay un ser que esta segado por la maldad, este ser formo un ejército y esta envenenando los corazones de todos para que se levanten y luchen contra mí, no puedo decirles que hacer, pero si puedo garantizarles que la guerra que propone no solucionara nada, la venganza y el rencor no nos acercarán a los deseos del universo. ¿No están cansados de vivir en las sombras?, ¿no quieren poder reunirse a su lado en el universo mismo? Todos merecen una segunda oportunidad, por eso les hago una invitación, todos aquellos seres, que deseen un mejor futuro, que busquen acabar con los enfrentamientos y avanzar hacia la paz serán bienvenidos en las torres elementales, es su decisión pero espero de todo corazón, verlos tomar la decisión correcta, no para mí, sino para ustedes mismos —finalice y la luz verde se apagó, solté todo el aire que tenía retenido hasta entonces y suspire por la magnitud de mis palabras, por primera vez siento que he empezado a actuar como se espera de mí, soy la elegida y terminare los enfrentamientos así sea lo último que haga, y eso es una promesa.

—Estuviste fantástica Sky —exclamo Sara dándome un abrazo— se me erizo la piel al escucharte.

Le sonreí agradecida.

—Gracias, estaba muy nerviosa —dije mientras empezábamos a bajar de la tarima, salimos al corredor y nos dirigimos hacia el salón de reuniones. Entramos y cada uno ocupo su lugar, me aclare la garganta antes de hablar.

—Solo queda rezar para que funcione, los que lleguen a las torres estarán marcando un bando y eso solo significará que los que se opongan se prepararan para la guerra —dije bajando los hombros.

—No hay que ser negativos, los ataques a mermado y la expectación impide a unos u otros hacer el primer movimiento —comento Hazel y asentí es comprensible, hasta que no se decidan a atacar no podemos saber que sucederá. Un timbre inundo la sala y Sara se apresuró a tomar su celular y responder, a medida que pasaba el tiempo su expresión cambio y abrió los ojos con impresión, se tapó la boca con una mano y negó con la cabeza.