❝ SEAMOS DIOSES: Black x Zamasu ❞

❝ SENTIRME MÍO ❞

•───────CAPÍTULO 19───────•

SENTIRME MÍO. 

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Durante el último encuentro, los supremo kaiosama Shin y Gowasu habían intervenido para sacar a Goku, Vegeta y Trunks de la batalla, y luego los habían llevado junto con Bulma y Mai al planeta del Supremo Kaiosama de ese mundo paralelo.

Esto les había dado a los guerreros un respiro y les permitió tomar un descanso y ordenar sus pensamientos. Sin embargo, ahora la situación no era mucho mejor, ya que aún tenían que salvar a las personas que quedaban con vida y derrotar a Black y Zamasu.

Cuando se acabó el tiempo necesario para restaurar sus heridas con la ayuda de Trunks, quien había sido aprendiz del supremo Kaiosama y por lo tanto tenía habilidades curativas, llegó el momento de regresar, ya con la máquina del tiempo reparada.

Se teletransportaron al garaje donde estaban los refugiados y que por suerte no había sido encontrado por Black y Zamasu, sin embargo parecía un poco extraño que no los hubieran encontrado, los dioses debieron acabar con las personas que quedaron. Si bien a Black le encantaba matar gente, a los guerreros les preocupaba; además, tampoco se había presentado a pelear después de su regreso.

—Deberíamos ir a buscarlos —interrumpió Goku, llamando la atención después de un rato, saliendo del enorme garaje y mirando desde lo alto de la meseta.

—¿Y si se rindieron y ya no nos quieren matar? —preguntó Bulma.

—Qué ideas tienes, Bulma —murmuró Vegeta de espaldas junto a Goku—. Ese par de insectos deben estar planeando algo terrible, estoy seguro que Black logró adivinar alguna otra técnica con el cuerpo de Kakarotto.

Goku miró a Vegeta y sonrió.

—Si es así, me encantaría saber qué logró dominar.

Sin embargo, aunque la idea de Vegeta no era errónea, Black y Zamasu no estaban entrenando, ambos tenían en cuenta que eran invencibles y que nadie podía detener el "plan cero humanos", solo era cuestión de tiempo que todo terminara para quienes se interpusieron en su camino.

En la cabaña, Black y Zamasu estaban tomando té, pero no estaban tan tranquilos, al menos no el Zamasu dentro del cuerpo de Goku, que desde aquella pelea con Vegeta se venía repitiendo como si fuera un simple recipiente vacío.

Zamasu observó la puerta y notó algo extraño en Black. Realmente no sabía lo que era, pero sentía que estaba más tenso o de un humor inusual.

Black había entrado sin siquiera explicarse.

Aunque Zamasu no estaba seguro de lo que Black estaba pensando realmente, sabía que algo andaba mal con él. Tal vez estaban pasando cosas en su cabeza que no eran visibles para los demás. Pero Zamasu se conocía demasiado bien a sí mismo como para no darse cuenta o no tener una idea de lo que estaba pasando.

....

—Un contenedor —frunció los labios—. Demonios, no debería importarme lo que un vil mortal diga sobre mí, ¡soy un dios perfecto!

Aunque Black no quería creer que se trataba de un simple contenedor, quizás se estaba apegando demasiado a Zamasu porque extrañaba su antigua imagen, estaba experimentando un cambio de percepción, quería encontrarse de nuevo en esa figura suya del pasado.

Black ya no se sentía completamente Zamasu, y por eso tenía tanta necesidad de estar con él y llevar a cabo aquellos actos que los convertían en uno. Estaba empezando a alejarse más y más, se estaba convirtiendo en algo que no era realmente él mismo.

Black se estaba enamorando de Zamasu, y no lo veía como él mismo, sino como alguien más, se sentía atraído por su antigua imagen, y sentía que no podía parar, seguía tratando de dejar atrás ese sentimiento, ya que no quería dejarse llevar por algo que no debería estar pasando.

—El cuerpo de Son Goku es espléndido, pero ya no siento el mío...

Aunque le gustaba tener el cuerpo de Goku, sentía que ya no era suyo, pero ahora que se había convertido en otra persona, sentía que tenía que estar con Zamasu para sentirse "él mismo".

—Necesito hacerte mío, necesito sentirme, tocarme.