❝ SEAMOS DIOSES: Black x Zamasu ❞

Una oportunidad.

-Hagamos un trato, Black, Zamasu. Escúchenme. -dijo Trunks mirando hacia Black.

    Zamasu se puso muy atento y aún así seguía intentado zafarse del agarre del mayor.

-Ufff... tengo una idea. Nosotros dejaremos que destruyan el futuro, en cuanto ustedes nos dejen disfrutar del pasado.

-¡¿Trunks, acaso estás demente?! -gritó Bulma exaltada.

-Puede ser. -dijo Zamasu.

   Vegeta y Goku se miraron fríamente, no estaban del todo de acuerdo. Aunque ellos querían estar en paz y poder vivir con su familia.

-La verdad no sé... no estoy de acuerdo... Black, Zamasu... déjennos en paz -rogó Goku sujetando más fuerte a Zamasu.

-Oye, humano, me aprietas.

-Bueno, esa es mi idea... les entregaré el futuro, con la condición de que me dejen vivir el pasado. -dijo Mai.

    Trunks se sorprendió al oír a Mai decir aquello, creía que no estaría segura. Aunque seria muy difícil abandonar su mundo, era su hogar, su casa, su todo. No había nada que quisiera más que quedarse allí, aunque no deseaba seguir peleando, y aunque fuera difícil, tenía que aceptarlo; aveces debes dejar ir las cosas. Aunque sean muy importantes... aveces no hay vuelta atrás.

-¿Qué pasará con tus amigos? -preguntó Bulma a los gritos.

-Nada, ellos tienen otra vida, en otro mundo. Ellos volverán a crecer, volverán a nacer, solo que esta vez vivirán en paz. -respondió Trunks.

    Goku sentía un nudo en su garganta, como Guerrero, el siempre se había dicho a sí mismo que jamás se  rendiría ante un oponente. Pero ahora lo estaba haciendo, estaba dándole la victoria a un ser que solo quería cumplir deseos egoístas, sabía que no era lo correcto; aunque ese no era su mundo, y sus decisiones no harían mucho allí, debía hacer lo que Trunks y Mai quisieran. Después de todo salvar ese mundo fue idea suya.

    Black asintió ante todo, soltó a Bulma, dejándola caer por los cielos; aunque Vegeta siempre estuvo allí para ella, y estuvo para tomarla entre sus brazos. Como buen marido que era.
-Así que... esto es como rendirse -Zamasu decidió romper el silencio, pues desde lo último, nadie había dicho nada.

-Me siento una basura, no sé si volveré a dirigirte la palabra, Trunks. No es digno de un Sayajin rendirse...

-Lo lamento mucho, padre. Pero ya es hora de que tome mis propias decisiones. Y si no quieres volver a hablarme... pues... que así sea, después de todo tienes todo el derecho.

    Una vez más el silencio se hizo notar, Goku soltó a Zamasu y éste por fin volvió a estar junto con su pareja. Ambos estaban a punto de emprender vuelo hacia sus anhelos, aunque alguien los interrumpió.

-Espero que este mundo sea perfecto, que no sea mancillado por ninguna raza, que sea digno. Que sea hermoso, que se vea como algo hecho por una verdadera deidad, que sea majestuoso. Zamasu, Black... hagan que hasta el ser más miserable se sienta orgulloso de haber entregado su vida para cumplir el anhelo de un un ser majestuoso. Hagan que la muerte de más de 900.000 de personas no hayan sido en vano. Por favor, solo eso les pido.

-Como tú quieras, te lo juro, lo haremos, Trunks.

    Vegeta, Goku, Mai, Bulma y Trunks volvieron al pasado. A un lugar en donde estarían felices, aunque sabían muy bien que empezar de vuelta no sería sencillo. Aunque nada era sencillo, todo es complicado.

    El nuevo mundo de Black y Zamasu, su anhelo sería creado. Todo lo que deseaban se había hecho realidad. Pues su nuevo mundo era hermoso, y ellos estaban orgullosos de haber podido cumplir sus más anhelados deseos. Aunque también aprendieron que los humanos no eran malos perdedores.