Durante el tiempo que tuvieron a Bulma secuestrada en su cabaña, Black aprovechó para entrenar, después de todo la mujer no había logrado convencer a los dioses de que abandonaran su malvado plan. Aunque Bulma realmente sabía que era imposible, ya que según lo que Whis les había contado, ni siquiera el supremo kaiosama había podido disuadir a Zamasu cuando era su aprendiz.
Bulma estaba en el balcón de la cabaña observando los alrededores, no había nada destruido y era imposible ver la neblina de humo que se dispersaba alrededor de las ruinas de la ciudad. Junto a ella estaba ese kaio, quien juraría que medía más de dos metros debido a su inmensa altura, aunque tenía el mismo tamaño que Black, y aun así parecía mucho más alto.
Bulma estaba preocupada por su familia y la vida de todos los habitantes del futuro, sin embargo no podía hacer nada, ya que si intentaba escapar sería asesinada por los dioses.
Black ya se había ido con Zamasu. Una gran batalla esperaba a los dioses.
Goku, Vegeta, Trunks y Mai estaban muy preocupados por Bulma. Trunks temía que Black la hubiera destruido. En destellos vinieron recuerdos de la última vez que vio a su madre del futuro, cuando se desmoronó en polvo en las manos de Black, cerró los ojos y apretó las mandíbulas con el deseo de que nada de eso hubiera sucedido.
—Kakarotto —la voz apagada de Vegeta hizo que el hombre en cuestión se estremeciera por completo, y lo miró con una ceja levantada.
Goku se giró y puso una reconfortante mano en su hombro.
—Todo estará bien Vegeta, iremos a buscarla.
Vegeta asintió. Luego ambos voltearon para ver a Trunks corriendo.
—¡Papá, señor Goku! —gritó Trunks.
—¿Qué pasó, Trunks? —preguntó Goku.
—¿No sentiste el ki de Zamasu y Black? Están en camino.
—Mai, cuida de los supervivientes. Nosotros nos ocuparemos de ellos —ordenó el príncipe con firmeza.
En cuestión de segundos Mai se había ido, Goku y Vegeta estaban muy ansiosos por ver a Black y su compañero. Hace mucho que no los veían. Cuando menos lo esperaban vieron dos figuras masculinas emerger de la nebulosa gris que rodeaba la ciudad.
Goku y Vegeta se colocaron en posición listos para pelear, aunque ambos quedaron perplejos al ver que Black tenía a Bulma sujetando su cabello. La ira que recorrió el cuerpo de Vegeta al ver así a su esposa fue inconmensurable. Black parecía estar satisfecho con eso, pronto podría ver otra transformación de ese sayajin si algo le sucediera a su esposa.
—Tu enojo me da un sentimiento incomparable —comenzó a hablar Black—, no te acerques si no quieres que la mate, si me entregas a tu hijo, ella no morirá.
Los ojos de Black brillaron, Vegeta se estremeció y flexionó sus dedos con cuidado, su cuerpo tembló, quedó completamente entumecido.
Goku apretó los puños con odio y resentimiento. Aunque no sabía qué hacer, una idea apareció en su mente; tomar a Zamasu como rehén y amenazar a Black, aunque no sabía con certeza cómo lo haría, solo necesitaba distraer a Zamasu.
—Aún no tenemos motivos para perdonarlos, por lo que el plan humano cero sigue en pie. —Zamasu comenzó a hablar como siempre, dando el primer sermón antes de la batalla.
Goku sabía que esta era su oportunidad de atacar, por lo que reapareció detrás de Zamasu y lo abrazó fuerte, luego se teletransportó nuevamente, apareciendo cerca de Vegeta y a unos metros de Black, a lo cual este se sorprendió, pero sonrió de forma ladina.
"Zamasu es inmortal, no podrás hacerle daño", pensó Black satisfecho.
Zamasu sintió ese agarre como si fuera el de Black, solo que Goku era aún más musculoso, se sentía extraño estar en sus brazos, pero estaba en desventaja en esa posición.
—No puedes matarlo, es inmortal. —murmuró Black con orgullo.
—Kakarotto no dejará ir a Zamasu hasta que liberes a Bulma —afirmó Vegeta con frialdad.
Black intentó contenerse. Zamasu no era más fuerte que Son Goku, sino más bien era más débil, no era un guerrero prodigio y mucho menos luchaba a la par de Black, su inmortalidad le daba toda la ventaja de la que presumía pero ciertamente no era un guerrero a la altura de esos sayajines.
Bulma y Zamasu eran los rehenes. Los guerreros querían que sus compañeros fueran liberados, aunque ninguno de ellos lo sería, ya que las condiciones eran muy contradictorias; Goku, Vegeta y Trunks querían que Black les devolviera a Bulma, mientras que Black quería que Trunks se entregara junto con Mai y los refugiados, y también que les devolviera a su compañero.
—Suelta a Zamasu o la mato... —ordenó Black con una voz de ultratumba.
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❝ SEAMOS DIOSES: Black x Zamasu ❞
Fiksi PenggemarLos verdaderos dioses son los que se atreven a desafiar las leyes, a ser diferentes, a cumplir sus sueños. Seamos verdaderos dioses y destruyamos juntos a los humanos.