Los verdaderos dioses son los que se atreven a desafiar las leyes, a ser diferentes, a cumplir sus sueños.
Seamos verdaderos dioses y destruyamos juntos a los humanos.
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Black había regresado a la ciudad ansioso por ver si esos escurridizos humanos habían salido a la intemperie de sus recónditos escondites, pero no, allí, frente a él estaba solo Trunks, quien parecía haberse curado desde la última batalla que tuvieron.
El rostro de Trunks estaba ensombrecido, Black le dedicó una brillante sonrisa.
—Trunks.
El aludido lo miró, no estaba contento. Tenía que matarlo, tenía que vengar la muerte de todos los humanos, y sobre todo la de su madre. Ver su rostro lo hizo hervir de odio, pero era poco probable que pudiera causarle un rasguño, siempre lucía impecable, con un rostro terso y perfecto.
Trunks se veía exhausto, sus manos estaban raspadas de tanto empuñar su espada.
—Estoy harto de que andes siempre por la ciudad, viendo y disfrutando el hedor que emana de los muertos. Eres un desgraciado —murmuró Trunks dejando salir el odio de lo más profundo de su ser.
Black mantuvo la mirada fija y en ningún momento se desvaneció su siniestra sonrisa.
—No me hagas reír, mortal —hizo una pausa—, no disfruto el hedor que emana de estas inmundicias. No me importa lo que pienses, humano, solo eres una molestia, tu lucha es inútil, morirás de todos modos al igual que tu tonta madre.
Trunks apretó las mandíbulas con fuerza al ver que la sonrisa de Black se ensanchaba, tenía toda la intención de provocarlo.
El sayajin se abalanzó sobre él a gran velocidad, pero todos los golpes que intentó asestar fueron fácilmente esquivados. Black se cubrió de una patada desde el lado izquierdo y cuando paró el ataque, agarró la pierna de Trunks y lo empujó por los aires, lo que hizo que volara y chocara contra un edificio cercano.
Trunks apretó los dientes cuando su cuerpo se hundió levemente en los escombros de la pared, se despegó con fuerza sintiendo como se tensaban todos los músculos de su cuerpo, y se mantuvo firme en su lugar, era hora de desenvainar la espada.
Una vez más lo atacó, aunque todos sus esfuerzos por ganar fueron en vano, ya que el dios siempre tenía la ventaja.
Trunks volvió a perder, otorgándole la victoria a Black.
....
Trunks estaba gravemente herido de nuevo, jadeó despacio mientras Mai intentaba ayudarlo con sus heridas.
—Espero que te encuentres bien.
Trunks la miró a los ojos, ella estaba agazapada a su altura, atendiéndolo con todo su empeño y con todo lo que tenía a mano.
—Cálmate, Mai —murmuró, ganándose una mirada de la aludida—, tengo que agradecerte, si no fuera por ti esta gente no estaría viva.
Mai suspiró con cuidado, su expresión se suavizó.
—No agradezcas, tú y los soldados han hecho esto posible.
Trunks asintió, miró su rostro suave, jovial y apacible. Pensó en todo lo que había causado Black.
"Por más que le diga que es un egoísta, que le diga lo que sufre esta gente, nunca le va a importar"
Trunks y Mai voltearon al escuchar pasos ligeros resonando en los pasillos del metro, ambos esbozaron una sonrisa suave al ver a una pequeña corriendo hacia ellos, detrás venía un chico mayor tratando de seguirle el ritmo.
—Trunks, has vuelto —gritó emocionada la pequeño infante.
Ambos niños saludaron con amabilidad a los niños. Aun eran felices, sus héroes aún vivían.
—Aparentemente, Black aún no planea matarte. —Escucharon a alguien decir con una voz mucho más gruesa.
Trunks miró hacia otro lado para ver a Yashirobe, quien estaba descansando su espalda contra la pared.
—Tienes razón, no sé lo que está planeando, pero no es bueno.
.....
Black se sentía cada vez más solo, quería poder hablar con alguien, quería poder compartir sus pensamientos, pero no había nadie. No había otro ser en el universo, estaba totalmente solo.
"¿Qué pasaría si los humanos nunca hubieran existido? Nunca hubiera cambiado mi cuerpo, todavía tendría esa figura, esa imagen débil. Debo admitir que el cuerpo de Son Goku es un cuerpo para admirar, muy bien trabajado y con habilidades inalcanzables. Me siento un ser perfecto, modifiqué el cuerpo de un simple mortal de una manera inconcebible"
Black no podía dejar de pensar en todo lo que había hecho con el cuerpo de Son Goku. De hecho, se sentía como si estuviera en su antiguo cuerpo, solo que con una imagen diferente y habilidades increíbles.
Era tan fácil para él manejar este cuerpo, sentía y tenía todas las necesidades que tenía su antigua forma.
Pero en este cuerpo había algo que no estaba en el otro, había un sentimiento que no había experimentado jamás. Y sintió que le faltaba algo que lo hiciera sentir completo, aun así... no lo sabía. Tal vez era algo mundano y humano.
—Maldita sea —dijo Black, imaginándose a sí mismo complaciendo las necesidades humanas—, solo los mortales hacen eso, soy un dios, es indigno pensar en alguien como yo haciendo tales actos.