Give Up?

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Un niño de 7 años yacía mirando a su padre trabajando, queriendo que su padre jugará con él, pero estaba muy ocupado en su computadora, ordenando documentos, fichas que llenar y arreglar entre otras cosas. Con un padre así dirían que es muy dejado con su hijo, pero Jungkook se las arreglaba para llamar la atención de sus padres y aprovechar el tiempo para que jugaran juntos.

Viniendo de una familia con dinero a Jungkook no le faltaría nada, tiene el amor de los padres, lo consienten, va a una de las mejores escuelas en Busan, su padre es el jefe de una de las mayores empresas y su madre, una gran diseñadora de indumentaria.

—Papi puedes jugar conmigo?— preguntaba el pequeño con su osito abrazado y un puchero en sus labios, frente al escritorio de su padre.

—Lo siento Jungkook, tengo que mandar esto antes que se haga de noche— miro a su hijo y sobo su cabello sonriéndole.

—Cuando termines vas a jugar conmigo— frunció el ceño mirando a su padre, el cual este rió, Jungkook siempre había sido muy tierno, aun enojado y cuando no le daban lo que quería, claramente no iban a cumplirle todos sus caprichos, pero siempre trataban de darle lo mejor y una buena educación.

—Está bien pequeño, termino y miramos una película con tu mamá o jugamos lo que quieras si?— respondió poniéndose de cuclillas con una sonrisa, con rapidez Jungkook lo abrazo luego su padre levantándolo y haciendo más fuerte el abrazo.

—Si papi, yo espero, mientras puedo invitar a Jimin?— se separó mirándolo con un puchero siendo bajado por su papá.

—Claro hijo, ve a avisarle a tu mamá también— el niño asintió y salió del despacho de su padre, corriendo en busca de su mamá que se encontraba en la sala con unas amigas.

Con cuidado de no tropezar, agarro con fuerza a su osito entre sus brazos corriendo por la cocina y comedor hasta llegar a la sala, donde vio a dos de las amigas de su madre y se acercó con algo de timidez tapando su carita con su osito, viéndose nada más los ojitos de este.

—Jungkookie ven, sin miedo hijo— dijo su madre extendiendo su mano para tomar la de su hijo.

—Hola...— saludo a las invitadas con algo de vergüenza y haciendo una leve reverencia, luego de haber tomado la mano de su madre y escondiéndose con ello.

—Es muy tierno, hola Jungkook— dijo una de ellas sonriendo y agitando la mano, el cual dio un poco más de confianza a Jungkook saliendo de su escondite y mirando con una leve sonrisa.

—Si lo sé— menciono su madre sentando a Jungkook en sus piernas abrazándolo— Dime hijo que pasa?. 

—Mami... llamas a Jimin para que venga a jugar conmigo? Papi me dijo que te avisará— dijo casi en un susurro, pues aún no estaba de todo en confianza en el ambiente que se encontraba.

—Claro hijo, vamos juntos, luego le dices a Hae que te preparé algo para ti y Jimin si?— beso la frente de su hijo y se levantó— Espérenme un momento.

Hizo una reverencia a las dos presentes en la sala y tomada de la mano de Jungkook se dirigió al comedor donde tomo asiento junto con hijo. Mientras este lo miraba impaciente a que llamara a su amigo. Su madre tomo el teléfono y marco el número de teléfono correspondiente a la casa de Jimin. Los ojos de Jungkook brillaban emocionado porque termine la llamada y llegara Jimin a su casa.

—Listo Jungkookie, llegará en 20 minutos, tendrás tu cuarto ordenado para que jueguen cierto?— miro a su hijo con una ceja levantada luego de colgar y hablar con la madre de Jimin, con quien se llevaba bien con la familia Jeon.

—Si mami, Hae me ayudo un poco porque no podía solo— le sonrió mientras empezó a jugar con su osito en mano.

—Esta bien hijo, yo volveré a la sala, ve y dile a Hae que vaya preparando algo— el niño asintió y vio como su madre volvía a la sala con sus amigas. Después este dirigiéndose a la cocina por la cual había pasado antes corriendo y esquivando a Hae, junto con dos de sus compañeras de trabajo.

—Hae, puedes preparar comida? Jiminie vendrá a jugar conmigo— se paro al lado de su nana, quien además de cuidar de Jungkook cuando sus padres no están era una gran cocinera.

—Jungkook, mi niño, no me saludaste cuando pasaste corriendo— Hae puso ambas manos en su cintura mirando al niño con un puchero, el cual Jungkook no pudo aguantar reír un poco mediante la postura de su nana.

—Lo siento Hae, estaba apurado a hablar con mamá— bajo la cabeza ocultando un poco su risita con su oso— me perdonas nana?.

Jungkook hizo un puchero, lo que hizo que Hae cediera ya que los pucheros de Jungkook eran muy tiernos que nadie se resistía a decirle que no o caer ante ese encanto.

—Oh claro que si Kookie, y con gusto prepararé algo delicioso para ti y Jimin— Hae tomo las mejillas de Jungkook apretándolas un poco y luego besando su frente, cayendo ante la tierna expresión del chico. 

—Gracias Hae, iré a guardar mi osito y regreso— le dijo a su nana la cual asintió y dejo ir al niño trotando hasta su habitación, mientras ella iba sacando los ingredientes para prepararles jugo de frutas y un pastel con galletas de chocolate y relleno con crema y chispas de chocolate.

Jungkook lego a su habitación dejando a su osito en la cama luego dándole un pequeño beso en la frente de este. Miro a su alrededor procurando de que todo estuviera ordenando y de más, fijándose con todas las cosas con las que podría jugar. Tenía videojuegos, varios autos con pista de carreras y a control remoto, peluches, muñecos de acción incluidos de su película favorita y su superhéroe favorito, pinturas entre otras cosas que le regalaban sus padres y familia de parte de ellos.

A él le daba mucha alegría recibir todo eso de su familia, además de cariño, podría decirse a si mismo que no le faltará nada en la vida, lo podría tener todo cuando él quisiera, tenía dinero con el cual imaginaba siendo mas grande y comprar muchas cosas que él quería, pero sus padres no le permitían tener, como un celular para el solo. Tenía su belleza y ternura que a cualquiera podría quedar encantado y no resistirse a lo que él pida.

Salto de alegría al imaginar todo eso, luego saliendo de su habitación regresando a la cocina junto con Hae para observar que estaba preparando de comida. Los ojos y boca de Jungkook ya anhelaban ver como quedaba ese pastel y probarlo. 

Luego de unos minutos viendo como su nana cocinaba escucho el timbre, lo cual significaba que Jimin había llegado. Sin perder tiempo corrió hasta la entrada con quien se encontró a su madre y a Jimin entrando con una sonrisa haciendo que sus ojitos hicieran una sola línea.

—¡Jiminie!— exclamo Jungkook abrazando a su mejor amigo, lo que Jimin no dudo en corresponder enseguida.

—¡Kookie!— dijo el niño de cachetitos regordetas que tanto le gustaba a Jungkook, ya que hacía que Jimin se viera muy tierno. Y a Jungkook le llamaba la atención lo tierno y adorable.

—Vamos Minnie, Hae está preparando algo delicioso para nosotros, buscaremos los juguetes y los llevaremos al comedor para jugar ahí— con emoción Jungkook tomo la mano de Jimin llevándolo corriendo hasta su habitación para buscar los juguetes que llevarían a la sala.