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Jungkook estaba asombrado por lo grande que era la empresa de su padre, hasta diría que podría perderse en ese edificio. Recordar que estaba en cada lugar le resultaría mareado, aun así, su padre le mencionó que lo que más debería tener en cuenta son los tres últimos pisos, su oficina se encontraba en lo más alto, dejando ver una gran vista de Seúl.

El edificio consistía de siete pisos, el cual en el sexto estaban los directivos, en el quinto seguía los administradores, y demás pisos los empleados supervisados por un jefe del cual el proyecto que se diera a conocer debía ir a ser aprobado por el CEO y los de la junta directiva.

Al menor se le hacía un dolor de cabeza todo, ¿cómo es que su papá podía con todo?, ahora entendía cuando era niño y veía a su padre cansado, pero de igual manera quería jugar con él y este no se negaba. Iban como en el cuarto piso dando un pequeño recorrido y que los empleados conocieran a Jungkook, que ante los ojos de los demás le pareció muy tierno el muchacho. A otros ni que decir, ya no les agradaba por solo basarse en estereotipos de que ese niño era un malcriado de cual debían lidiar más adelante. Que solo por tener a su padre millonario ya tenía un puesto en la empresa. Dejando a los nuevos disgustados porque no debía de hacer ningún esfuerzo por conseguir trabajo, aunque por su cabeza rondaba llevarse bien con aquel niño de papi y asegurarse de ser ascendidos de puestos.

Finalmente, en el último piso donde se encontraba la oficina de su padre, al igual que una chica la cual dedujo que sería su secretaría, parecía pasar los 30 años de edad, simpática a los ojos de Jungkook cuando se presentó.

— Es un gusto conocer al hijo del señor Jeon, un gusto soy Hai Rin

La secretaría muy amable se paró e hizo reverencia al menor y su jefe, con una sincera sonrisa de al fin conocer al menor. El cual Jungkook devolvió la reverencia con una sonrisa amplia.

— Ella, como seguro ya habrás descifrado es mi secretaría, es genial en su trabajo, por lo que permanecerá en esta empresa unos dos años más, será transferida a Australia luego de cumplir su contrato aquí

Jungkook solo atinó a asentir, le hubiera gustado trabajar con ella, pero no iba a estar para cuando él tomé el mando en la empresa. Ambos se despidieron dejando seguir con su trabajo a la chica. Al entrar a la oficina, se sorprendió de lo grande que era. Toda la luz que había en la habitación era por los grandes ventanales que dejaban entrar luz natural. Hasta podía ver a las personas pasar, pareciendo hormigas por lo alto que estaba. Un sillón en la esquina adornaba, además de que varios libros de alrededor 500 hojas en un librero, junto con carpetas seguramente con proyectos que ha hecho la empresa entre otras cosas.

— Al cumplir los 19 ya podrás dirigir esta empresa, me encargué de prepararte en la secundaria, y ahora te enseñare los últimos detalles en estos dos casi tres años, luego serás todo un hombre respetable en esta empresa, pues no te confíes, algunos empleados querrán aprovecharse de tu "falta de experiencia" y beneficiarse ellos mismos.

— Seré un gran director papá, confía en mí, me haré respetar por los empleados y socios

— Ese es mi hijo, además tienes razón, somos una empresa con varias solicitudes que quieren ser nuestros socios, así que al verte tan joven pensarán que no sabes, pero le taparemos la boca a los demás.



Estaban de regreso a casa, antes haciendo una parada para comprar comida, ya que vamos, no habían viajado para que su madre cocinará, estas eran unas mini vacaciones. Estaba esperando a su padre con las bolsas de compras, solo faltaba que cumpliera con comprarle helado al menor. En la espera de su papá miraba los pequeños y grandes carteles pegados, ya sea anunciando una obra de teatro o eventos a realizar. Uno en particular le llamó la atención, le gustaba la música y uno que se daba en una plaza central, junto a demás cosas que podía curiosear. Se fijo en la fecha, y se daría mañana. Le preguntaría a su padre si podía ir, aunque estaba seguro que no se negaría, no podía decirle que no cuando era muy curioso y no dejaba de insistir cuando quería algo.

Viendo por último a que hora comenzaba, en ese momento llegó su padre logrando que el menor se asustará y diera un pequeño salto. Soltó un leve suspiro riendo.

— Ahh me asustaste, listo?

Se dirigió al mayor y asintió mostrando la bolsa a lo que Jungkook no pudo negarse a sonreír ampliamente, regresando al auto dando pequeños saltitos y tarareando. Ya dentro de este tenía entre sus brazos la bolsa donde estaba el helado, lo abrazaba como si fuera su oso de peluche favorito y no queriendo que se lo quitasen.

Al llegar a su casa, Jungkook solo bajo con la bolsa en sus brazos como si eso fuera lo único que pudiera cargar, dejando a su padre con las tres bolsas de comida. Entro a casa y despacio se acercó a la cocina por si su madre se encontraba allí, pero no estaba lo que le vino bien para dar una probada al helado antes de que entrará su papá a descubrirlo. Tomó una cuchará y abrió la tapa de telgopor y observando los 4 sabores que había.

— Jungkook eso después de comer

Cerró los ojos al escuchar a su madre entrar a la cocina, y detrás de ella su papá con las bolsas mirándolo con un ceño levemente fruncido. Jungkook solo hizo un puchero guardando el postre en el frezzer para que no se derritiera. Ayudó a sacar cubiertos y vasos mientras sus padres servían la comida.

Ya con todos sentados en su silla y comiendo, Jungkook ya iba articulando algún plan por si no lo dejaban ir.

— Papá, mamá, quiero ir a un evento mañana en la plaza central será después de medio día

Sus padres lo miraron con atención, su hijo tenía el rostro serio, esperando una respuesta por los mayores, aunque dudaban en dejarlo ir, no conocía la cuidad además de que tenían planeado ir al N Seoul Tower, la torre emblemática y con vista panorámica de la cuidad.

— Hijo, con tu padre ya habíamos pensado ir a la torre N de seoul, se puede ver la cuidad y además hay un restaurante giratorio

— Yo quiero ir al evento, creo que estaré mejor ahí y tal vez pueda hacer amigos aquí en Seúl después de todo más adelante tendré que encargarme de la empresa de papá aquí y no se me será dificultoso el hacer amigos de mi edad, muchos chicos jóvenes seguro irán, ustedes pueden ir a disfrutar como pareja a la torre

No sabía de donde salió eso, pero lo dijo tan naturalmente y al terminar encogiéndose de hombros como si con eso los convenciera, además en algo tenía razón, habría varios chicos y chicas y tal vez, solo tal vez pudiera encontrar a sus futuros amigos en ese lugar, claro también iba por la música que se presentaría en vivo unas pequeñas bandas en la cual participaban adolescentes, y además ¡era gratis! Que mejor que eso, solo llevaría un poco de dinero para comer algo si se le antojaba.

Ambos padres estaban susurrando entre sí, y mirándose unos minutos pensándolo bien antes de tomar su decisión. Sabían que si le insistían a Jungkook en acompañarlo a ese evento se iba a negar cuantas veces, al igual que si le repetían el que vaya con ellos a la torre.

— Jungkook... esta bien, pero averigua como puedes llegar, con tu madre nos tendremos que ir antes a la torre porque más tarde hay más gente y es sofocante

El menor sonrió feliz de poder ir, se encargaría de averiguar como podía llegar, no pensaba que fuera tan difícil llegar allí no? ¿Qué tan lejos podría estar esa plaza? Les aseguraría a sus padres que apenas llegaba les mandaría un mensaje, y cuando este volviendo igual.

— Gracias papá, y ya terminé de comer así que podemos ir por el postre

Se levantó rápidamente a dejar su plato en la cocina para sacar el helado y tres vasos para ellos junto con pequeñas cucharas. Regresó a la mesa emocionado y fue quien se sirvió primero al igual que comer alegremente. 

Give Up?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora