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Tras pasaban los días se convertían en semanas y estos en meses el cual faltaba poco para pasar otro año, La joven pareja estaba muy bien entre ellos, sonrisas, diversión, una que otra pelea pues como no, no todo era de color de rosa. Jimin como todo un enamorado feliz de estar al lado de Jungkook y el menor por otro lado se sentía a gusto de tener a alguien como Jimin.

Las clases habían terminado y la familia Park junto con los Jeon se reunirían para pasar las fiestas en casa de los recién nombrados, ahora era una familia más grande entre los dos, lo cual querían deslumbrarse para cuando los Park llegarán. Hace días que andaban con los preparativos para festejar la Navidad, el año nuevo lo pasarían en la casa de los Park.

Ambos chicos estaban en busca de que regalarle al otro, además de a sus familias, pues al día siguiente sería noche buena, el árbol ya adornado con varias bolas de color dorado, plateado y rojo. Luces por fuera de la casa que iluminaban la noche, varias botas rojas colgadas en la chimenea eléctrica entre otras cosas.

El día había llegado y tanto los empleados de la casa como la familia estaban de un lado a otro con los últimos detalles, pues en cualquier momento podría sonar el timbre de la casa avisando la llegada de los Park. Jungkook nervioso por verse bien para sus suegros, aunque sabía que a Jimin todo lo que se ponga le agradaba, igual que él halagaba mucho a su novio, siempre se veía perfecto. Ambos se veían perfectos ante los demás, como el novio soñado, un gran suegro y suegra, ambos la familia perfecta, demasiado perfecto podría decirse, y lo perfecto no siempre se mantiene de esa manera.

La cena ya estaba servida justo a tiempo cuando tocaron el timbre, Hae, la nana de Jungkook, fue quien abrió la puerta dándole paso a la familia del novio del más joven. Haciendo una reverencia y luego de hacer su cometido volver a su trabajo. Todos saludaron con una reverencia, a excepción de los novios, que fue con un pico y abrazo.

Los presentes tomaron asiento para comenzar la cena, la mesa estaba repleta de comida pues el hermano pequeño de Jimin como los primos y tíos de Jungkook estaban, aunque rara vez los veía no le incomodaba el hablar fluidamente con su familia. A medida que los minutos pasaban, se acercaba la media noche, donde iban a brindar todos juntos. Hablando de cosas triviales, además de cosas que querían hacer la pareja el próximo año, cada familia por su parte tenía algo planeado que cambiaría totalmente las cosas entre los chicos. Mas bien a el menor, ya que por su novio pelinaranja seguiría igual de enamorado de este. Ambas familias adoraban esa pareja, que sentía que durarían mucho por cómo se llevaban.

Faltaban cinco minutos para que llegué a las doce, todos se levantaron de sus asientos sirviendo sidra para brindar. Cuando cada quien ya tenía su copa media llena salieron al jardín a contemplar el espectáculo que se daría.

Dos minutos y ambos chicos se tomaron de la mano, los demás riendo y emocionados... un minuto en los que los empleados de la casa fueron a encontrarse con los demás, también con sus copas en mano, 30 segundos en los cuales bastaron para que la pareja se dedicará algo.

— Feliz navidad Jungkookie~ deseo pasar mucho tiempo contigo

Mencionó el pelinaranja de ahora 16 años, juntando su frente y cerrando los ojos faltando solo 15 segundos.

— Igualmente Jimin ssi, Feliz navidad

Y luego de esas palabras del castaño de 15 años, el reloj marco la media noche donde comenzó un espectáculo de fuegos artificiales, entre todos chocaron sus copas y al unisonó se desearon feliz navidad. En esos 4 meses ambos chicos habían celebrado sus cumpleaños por primera vez como pareja, aniversarios e iban por más.

Luego de unas pocas horas, de abrir regalos, comer chocolates, beber, claramente para los mayores pues Jimin y Jungkook aún eran menores de edad. Finalmente se despidieron de los Park para volver a su casa a descansar. El menor estaba agotado, apenas tuvo las fuerzas de cambiarse la ropa y ponerse el pijama para acostarse y torpemente taparse con las sábanas.

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