Antes de comenzar este capítulo quiero decir que veo ahora comentarios diciendo “déjalos pasar un rato feliz!”etc..
La cosa es que hace poco había preguntado lo que querían que pasara en la novela y comentaron y me enviaron por mensajes directos “que ____ y nash se peleen bien feo” y pues eso es lo que se me ocurrió. Lo siento si no les ha gustado la novela.
20.
"Ella odia amarme"
Las lágrimas se deslizaban incontrolablemente por mi mejilla al recordar aquel suceso de la noche pasada, todo había resultado una total mierda. Más de lo que debería.
|Flashback|
-¡Joder, Shawn! – me abalancé hacia el abrazándolo - ¡Felicidades! Estoy tan orgullosa de ti.
-No puedo creer que lo he logrado – dijo emocionado mientras me alzaba del suelo y me daba vueltas, yo simplemente reía entusiasmada.
De repente la cara de Shawn se transformó repentinamente de emoción a sorpresa, luego rabia. Mire hacia donde el lo hacía y sentí como mi mundo se derrumbaba frente a mis ojos otra vez.
Me sentía tan impotente, ver como tu mundo se iba a la mierda y no podías hacer nada para impedir a eso pasar. Shawn tomo mi mano y me llevo hacia los chicos los cuales miraban algo desconcertados a Nash y aquella pelirroja. Luego escuche como Tyler y Nash discutían muy abiertamente.
-Oh bueno, seré afeminado pero no le seria infiel a nadie. – dijo a su defensa Tyler.
-No le estoy asiento infiel. Solo estoy borracho. ¿Quién eres tú? –pregunto confundido. Joder, solo falta que olvide su maldito nombre.
-Y mucho que lo estas. – dijo Tyler susurrando.
-¿Dónde está mi novia? – pregunto alzando los brazos y recostándose en un mueble.
-No tienes novia –dije a sus espaldas. Woah, dolió mas decirlo que pensarlo.
-No me gusta ese sentido de humor tuyo –dijo burlón mientras me jalaba del brazo.
-No, Nash. Esto se acabó –dije ya sollozando, zafándome de su agarre.
-¡Perfecto! – reacciono repentinamente - ¡Ahora vete a besuquear con el estúpido de Shawn como la perra que eres!
Mis ojos comenzaron a picar, ya era imposible controlar las lágrimas que caían por mis mejillas.
Limpie mis mejillas, no obstante, era estúpido porque aun así seguía llorando. –¿No que me querías? ¿Por qué me tratas de esa manera? ¡No eres la persona a la que solía conocer!
