31.
"Ataques de pánico"
Se podía sentir la euforia en todo el lugar, los gritos, la musica y sobre todo mis nervios. Los cuales me estaban comiendo viva. Mientras Mahogany ponía una musica fabulosa mientras los chicos se relajaban tras los bastidores y yo... pues yo estaba muriendo de una ansiedad terrible. Ojala y no me vuelvan los ataques de pánico.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no note que Nash se había sentando a mi lado dándome una pequeña mirada tímida y se sonrojaba un poco. No lo culpo, me vio desnuda y le cause una erección, cosa que no entiendo si mi cuerpo es un asco.
-Lo siento por... bueno, ya sabes... -esta vez, la que se puso roja ha sido yo.
-No te preocupes, le pasa a cualquiera... -dije tratando de sonar normal, pero para mi desgracia mi voz salio algo temblorosa
-¿Estas nerviosa, cierto? -dijo Nash tratando de cambiar de tema rápidamente
-¿Se nota mucho? -dije dando una pequeña sonrisa falsa
-Si, pero no te culpo. El primer día aquí en Magcon estaba quizás hasta peor.
Escuche seguido el nombre de Nash, y en ese momento caí en cuenta que estábamos solos en aquella habitación. Mahogany ya estaba llamando a los chicos para presentarse y los únicos que faltaban afuera eramos Nash y yo. Pero ya Nash tenia que irse y obviamente luego de Nash iba yo.
- ¡OH MIERDA! ¡NO PUEDO SALIR ALLÁ AFUERA! NO, NO, ME NIEGO. -dije entrando en pánico de una.
-Shh, tranquila princesa. - dijo acariciando mi cabello antes que todo, haciéndome calmar un poco - Todo estará bien, te ira bien. Lo prometo.
Asentí nerviosamente insegura.
- Cuando salgas te pones rápidamente a mi lado, ¿esta bien?
-Pero...
-Sin peros, ¿esta bien? -volvió a repetir.
Suspire.
-Esta bien.
Nash salio rápidamente por aquella puerta antes de que lo llamen otra vez, y en menos de dos minutos llamaron a mi nombre cosa que me puso peor. Estaba pensando en huir tomar un avión y salir de este país con un teletubbie o un unicornio pero mis piernas se dirigían a paso seguro hacia la puerta. Joder, algún día me las cortare.
Ya afuera finalmente, pude escuchar los gritos con mayor claridad. Vi a los chicos mirándome con una sonrisa orgullosa en sus caras y yo les devolví la sonrisa nerviosamente. Pero al ver la multitud me di cuenta de algo... tenia que ir al baño.