CAPITULO DEDICADO A : ohmycam (lñksjdlñajd)
14.
“Siempre"
-Despierta, princesa...
Abrí mis ojos lentamente para encontrarme el hermoso rostro de Nash. Sus ojos estaban entre abiertos y su cara aun somnolienta, pero no lo culpaba, eran las seis de la mañana.
-Hasta que por fin abres esos ojos, parecía que habías muerto. –ríe .
Fruncí mi ceño y volví a taparme la cara con las sabanas, gruñendo por lo bajo y pidiendo otros cinco minutos a lo que el se negó y me saco prácticamente arrastrando de la cama.
-¿Te vas? –pregunte ya de pie aun somnolienta mientras el tomaba de mi cintura aun sabiendo que tenía los ojos cerrados.
-Tengo que hacerlo. –respondió el dándome un beso en la frente – abre los ojos, quiero verlos antes de que me vaya.
-Pero no quiero que te vayas. – dice puchero y me balancee sobre el así haciendo que el riera y ambos cayéramos hacia la cama y quedando yo encima de el.
-Te quiero princesa. – dijo tomando mi cada entre sus manos, a estas alturas yo ya tenía mis ojos abiertos.
-Te quiero Nash. – repetí después de él.
-Te tengo un regalo. –dijo nuevamente posando sus manos en mi cintura, algo que me encanta.
-¿En serio?. – de repente sentí como todo el sueño se había ido lejos.
-Sí, enserio. – no sé como paso pero ahora era yo la que me encontraba debajo de el.
De repente comenzó a besarme levemente haciendo que mi felicidad mañanera aumentara, sus labios eran tan deliciosos y para agregar que es un gran besador. ¿Para qué negarlo? Son los labios más deliciosos que he probado en mi puta vida.
-Me encanto este ‘buenos días’. –ríe el.
Me sonroje – ¿Y mi regalo?
-Te lo daré, pero no ahora. – susurro levantándose de encima de mi.
-¿Qué? ¡No!
-Si. –vuelve a reír. – nos vemos en la escuela princesa.
Y dicho eso se fue, dejándome ansiosa y confundida. Ansiosa, por ver que será aquel regalo. Confundida, ¿Por qué me ha de querer regalar algo ahora? No hay ninguna fecha en especial ahora ¿verdad?
Decidida entre al baño, me duche, cepille los dientes, me peine, y muchas otras cosas que no son necesarias de decir ¿o si?. Al terminar mi rutina diaria baje las escaleras a desayunar, seguido me encontré con mi abuela.
-Buenos dias, abue. – dije al verla preparar un chocolate caliente.
-Buenos dias, mi niña. Ven a darle un beso a tu abuela que ya esta viejita. – dijo en forma de broma.
Me encamine hacia ella y bese su mejilla y le di un pequeño abrazo, como amo a esta mujer.
-Te hice un chocolate caliente, ya sabes que hace mucho frio a fuera y no quiero que te enfermes.