capítulo 3

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avisé a mis amigas, y me comprendieron, no salí de mi cuarto, absolutamente para nada, era injusto, más o menos...

me fui a mi armario, y cogí, unos shorts sueltos, y desilachados, eran mis pantalones de la suerte, también cogí una blusa, azul, turquesa, elegí un collar, que me regaló, mi abuela, de oro, y unos pendientes, conjuntos, unas vans rosas, y me fui a dar un baño, me peine, y me eche a dormir, para que se pasara el tiempo más deprisa, y así pasó el día.

me desperté, y me vestí, con lo elegido el día anterior, me pinte la raya de arriba, no hizo falta pintarme los labios de rojo, por que ya los tenía, al ser tan blanca, me peine, y se me quedaron los ricitos de siempre, de liso por arriba, y al acabar mi pelo, volviéndose rizado, llamaron a mi puerta.

–vamos.-dijo mi padre seco.

–vale.-dije yo agachando la cabeza.

les había oído anoche discutir, por mi... y eso me hizo sentirme fatal...

llegamos a los juzgados, y mi padre se bajó dando un portazo...

–eres idiota, para ya, ya tenemos bastantes problemas.-dijo mi madre a mi padre, mientras se bajaban del coche.

–¡¡calla!!, los problemas son por ella, cuando acabe esto, la llevaremos a un internado, ya verás como si que estará bien educada.-dijo mi padre, yo salí del coche, y el lo cerró, y me miró mal...

–yo... lo siento.-dije apenada.

–haberlo pensado antes, ahora es demasiado tarde.-reprochó mi padre, y se fue a dentro... mi madre me miró, y le siguió, yo me puse mucho mas triste... me quedé parada, y mire a todos lados, había mucho periodista esperando, yo esperé también, daba igual, faltaba una hora para que empezara las cosas, me fui a un parquecito, y llamé a mi mejor amigo, que me acordé que vivía por aquí, me dijo que tardaba tres minutos, apareció y me vino a abrazar.

–mi chiquitina, lo que le tiene que pasar...-dijo él mi mejor amigo, tenía un año más que yo, era rubio, y ojos azules, alto, y cachas, es al que conocí por Internet...

–ya, ¿no podía haber echo lo que tu?, pasar, y ser amigos, no ha denunciar...-dije yo llorando...

–bueno, le sentaría mal..-dijo él

–y, pero tu no lo hiciste...-dije yo mirándole.

–sólo por una razón, bueno dos, no quería que mis amigos se enteraran, por que te estaba trolleando yo también, y por que...-no le deje terminar.

–¡¡Si sigues, serán tres razones no dos!!.-dije, y el río.

–pues por tres razones.-dijo el y esperó un segundo callado, y después siguió.-por que me gustas.-prosiguió y yo sonreí.

–¡¡a mi también me gustas, eres un gran amigo!!.-dije yo sonriendo.

–no me refería a eso...-dijo, y me besó, yo me quedé en sock, pero después le seguí el beso.

–bueno, ehh, tengo que entrar.-dije, colorada cómo un tomate, bajando la cabeza.

–bueno, yo te acompañó.-ofreció, y yo asentí, mientras andábamos uno alado del otro, mirábamos al suelo, yo por lo menos, por que estaba colorada, más que un tomate.

–sabes, me gusta como te pones.-rompió el hielo Eduardo.

–¿como me pongo de que?.-dije

–como miras al suelo, por haberte puesto colorada siempre me ha gustado ese gesto.-comentó él, y me puse aun más.-justamente así.-dijo parándome, y levantándome el mentón, para dárme un beso en la frente, me puse mucho más roja, dios, parecía que iba a explotar... Un tanque en ebullición parecía.

llegamos a la sala, y antes de entrar, paramos, y le miré nerviosa...

–no te preocupes.-dijo, y apretó su mano, a la mía, yo le abrace, y el me levanto la cara, y me besó otra vez, y le devolví el beso.

al separarnos, nos miramos, y me puse colorada, mucho más... entramos a la salita, y él reía yo cada vez me ponía más roja.

–¡¡vale, por favor!!.-dije mirándole suplicante.

–es que eres muy tierna.-dijo el.

–Edu, por favor.-supliqué yo, y el asintió, y paró. nos sentamos, separados de mis padres, y el me empezó a tocar el pelo.

–Edu, ¿como supiste, que te gustaba?.-dije yo.

–pues, que no puedo estar ni un día sin verte.

–¿y eso no será por que somos mejores amigos, y me aprecias?.

–si, puede, pero no sé, te veo distinta a las demás, hay chicas, que si le trolleas, se ponen furiosas, tú al contrario, tu te ries, y no se, me siento a gusto contigo.-dijo el, y al final de la frase me besó.

–están mis padre.-dije y el río y se separó, mis padres me miraban mal, muy mal, y para joder me dio otro beso, seguidamente abrieron la puerta, y salió un chico, el chico que había trolleado, nos encontramos las miradas, y desapareció mi sonrisa, miré a Edu, y él estaba sorprendido.

–ehhh, papa, que tal, cuanto tiempo.-dijo Edu, levantándose rápidamente de la silla, nervioso.

–Eduardo, ¿que haces aquí? .-dijo.

–pues acompañar a mi mejor amiga.-dijo él, miró nuestras manos, y las separó poniéndolas detrás suya, yo le mire extraño.

–bueno, tu "amiga" ¿ no será Alicia García?.-dijo el padre mirándole, y el asintió.

–me alegro, bueno, ahora pase por aquí, Alicia.-dijo, y yo asentí, y le segí, el entró, y me gire un momento, miré a Edu, y el me guiño un ojo, yo le sonreí levemente.

me hizo sentarme en una silla, y me hizo unas preguntas, y yo las respondí, normal.

después hizo pasar a Abraham...

espero que os guste ;)

¿Una broma, o Una perdición? (Abraham mateo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora