PORTADA A CARGO DE LA TALENTOSA MONSERRAT VIDAL, GRACIAS BETA Y AMIGA.
-. ¡Vaya, qué historia tan apasionante! -. Le espetó Hermione con la altivez que empleaba cuando quería hacer daño. -. Debías de estar muerto de miedo. Entretanto, nosotros fuimos a Godric's Hollow y... déjame pensar, ¿Qué nos pasó allí, Harry? Ah, sí, apareció la serpiente de Quien-tú-sabes, que estuvo a punto de matarnos, y luego llegó el propio Quien-tú-sabes y escapamos por poco -.
-. ¿Cómo dices? -. Repuso Ron, boquiabierto, mirando alternativamente a ambos, pero ella no le hizo caso.
-. ¡Imagínate, Harry! ¡Ha perdido dos uñas! Eso sí que minimiza nuestros padecimientos, ¿Verdad? -.
-. Hermione -. Dijo Harry con calma. -. Ron acaba de salvarme la vida -.
-. Pero lo que me gustaría saber es cómo nos has encontrado esta noche. Es muy importante. Cuando lo sepamos, podremos estar seguros de que no recibiremos más visitas indeseadas -.
-. Con esto -. Hermione tuvo que bajar la vista para ver qué les estaba mostrando.
-. ¿Nos has encontrado con el desiluminador? -. Dijo, tan sorprendida que olvidó mostrarse fría y altiva.
-. No sirve sólo para encender y apagar las luces, ¿Sabes? -. Explicó Ron -. No sé cómo funciona ni por qué pasó cuando pasó y no en otro momento, porque he estado deseando regresar desde que me marché. Pero el día de Navidad, muy temprano, estaba escuchando la radio y oí... bueno, te oí a ti -.
-. ¿Me oíste por la radio? -. Preguntó ella con incredulidad.
-. No, te oí salir de mi bolsillo -. Volvió a levantar el desiluminador y añadió. -. Tu voz salió de aquí -.
-. ¿Y qué dije exactamente? -. Repuso Hermione, entre escéptica y curiosa.
-. Comentaste algo sobre una varita... Lo saqué del bolsillo -. Prosiguió Ron. -. Pero no aprecié nada diferente, aunque estaba convencido de que te había oído. Así que lo accioné. Entonces se apagó la luz de mi habitación, y por la ventana vi otra luz que había aparecido fuera -. Señaló enfrente de él. -. Era una esfera de luz pulsante y azulada, parecida a la que despiden los trasladores -.
-. Sí, claro -. Respondieron Harry y Hermione al unísono.
-. Supe que había llegado el momento -. Continuó Ron. -. De modo que recogí mis cosas en la mochila, me la colgué y salí al jardín. Y allí estaba la pequeña esfera luminosa suspendida, esperándome. Me acerqué y ella se desplazó un poco, cabeceando; la seguí hasta detrás del cobertizo, y entonces... bueno, entonces se metió dentro de mí. No sé, flotó hacia mí. -. Explicó Ron. -. Hasta mi pecho, y bueno... no sé, me traspasó. Estaba aquí -. Se tocó un punto junto al corazón. -. La notaba, era cálida. Y una vez que entró en mí supe qué tenía que hacer y que me llevaría a donde necesitaba ir. Así que me desaparecí y me encontré en la ladera de una montaña. Había nieve por todas partes. Por lo visto, los hechizos protectores funcionan, ya que no podía verlos ni oírlos. Pero como estaba convencido de que estaban cerca, al fin me metí en el saco de dormir y esperé. Pensé que no les quedaría más remedio que dejarse ver al recoger la tienda -.
-. Pero no fue así -. Dijo Hermione. -. Las últimas veces nos hemos desaparecido bajo la capa invisible, para extremar las medidas de precaución. Además, nos marchamos muy temprano, porque, como dice Harry, habíamos oído a alguien merodeando por allí -.
-. Pues me quedé todo el día en aquella montaña -. Repuso Ron. -. Todavía con la esperanza de que se dejarían ver. Pero cuando oscureció, supuse que debía de haber perdido su rastro, así que volví a accionar el desiluminador. La luz azulada reapareció y se metió dentro de mí, y yo me desaparecí y llegué a este bosque. Pero como seguí sin encontrarlos, sólo me quedó confiar en que tarde o temprano alguno daría señales de vida. Y Harry lo hizo. Bueno, primero vi la nutria, claro.
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SIEMPRE FUE ELLA
RomanceA pesar del tiempo y la distancia, los sentimientos nunca cambian... Hermione descubrirá que no solo el pasado es firme, sino también que el amor lo es a pesar de los años. PORTADA A CARGO DE LA TALENTOSA MONSERRAT VIDAL, BETA Y AMIGA, GRACIAS.